"Fraternizando con el Enemigo"(♥Draco Malfoy /Theodore Nott♥)

Capítulo 7: "Clases"

P.O.V Leia

—Harry desearía que no fueras famoso —dije mientras corríamos por los pasillos.

Desde el lunes a la mañana siguieron a Harry por todos lados, preguntándose si realmente era el legendario niño que venció al señor oscuro. Eso ocasiono que sea muy difícil ir a clases, tuvimos que cruzarnos con el celador Argus Filch y su gata; creyó que queríamos entrar al corredor del tercer piso; pero el profesor Quirrell de Defensa Contra las Artes Oscuras nos salvo. Aún así, ese profesor me da mala leche o espina, así lo dicen en los libros muggles. Cuando les conté aquello a Harry y Ron, se rieron de mí.
Nota mental: buscar una amiga.

Teníamos muchas materias, en las cuales todos estaban perdidos, excepto Hermione, porque ya había leído todos los libros, y yo. Por alguna razón, lo sabía todo, y no es por presumir, pero realmente no había abierto ningún libro antes de venir, y de alguna manera, cada vez que los profesores hacían una pregunta, la sabía. Pero no levantaba la mano, eso se lo dejaba a Hermione.

La mayoría de las materias las teníamos con los de Slytherin. Mi materia preferida era Astronomía, me encantaba ver las estrellas.

Volviendo al tema, era Viernes y la última clase que teníamos era Pociones, lamentablemente con los de Slytherin. Las clases se daban en una de las mazmorras, donde hacía mucho frió. Y las partía el profesor Severus Snape. Era un hombre de nariz ganchuda y piel cetrica. Desde el banquete de bienvenida, fijo la vista en Harry y yo.

Ron y Harry dicen que el profesor Snape oculta algo, es muy estúpido, ya que yo dije lo mismo de Quirrell, pero ellos se burlaron de mí.

—Pero el profesor Quirrell nos salvo de Filch, Lía —dijo Ron despreocupado—. En cambio Snape...Nos odia.

—Eso no es cierto, sabes Ron, las apariencias engañan —conteste confiada.

—¿Quién te enseño eso? ¿Tus libros muggles? —dijo burlonamente Ron.

—¡Al menos leo, pedazo de suricata!

—Basta chic...

—¡Y tú te callas Potter! —corte a Harry—. ¡Y ustedes! —me dirigí a todos los alumnos que nos seguían desde la mañana—.  ¡Si, es el famoso Harry Potter, el legendario niño de la cicatriz! ¡Ahora déjennos en paz! —de repente todos estaban con sus temas, como si nada hubiera pasado—. Bien, ahora sí. Vamos a clase -les dije a Ron y Harry.

Camine delante de ellos, aun enojada, escuchando lo que le decía Harry a mi hermano.

—No pensé que fuera así cuando se enojaba —le susurraba Harry a Ron.

—Créeme, es la primera vez que se enoja así —le contestaba Ron.

—Los escucho —dije volteándome a verlos—. Perdón por ponerme así, lo siento.

Luego fuimos abrazados y saltando como conejitos en un prado, a la clase de Pociones. No, mentira, creo que así paso en mi mente. Yo me senté con Harry, y para decepción de Ron, se sentó con Granger.

Snape comenzó a pasar lista; hasta que se detuvo en el nombre de Harry.

—Ah, sí —dijo suavemente—. Harry Potter. Nuestra nueva celebridad.

Algunos de Slytherin soltaron risitas, y cuando digo "algunos", me refiero al grupo de Malfoy. Snape termino de pasar lista y miró a la clase. Sus ojos eran muy negros, como si la calidez le haya sido arrebatada y no quedara ni una mínima pizca de felicidad.

—Ustedes están aquí para aprender la sutil ciencia y el arte de hacer pociones —comenzó en un susurro, caminando por la sala—. Dado que habrá muy poco de tontos movimientos de varita aquí, muchos de ustedes dudaran de que esto sea magia-Harry comenzó a anotar apuntes—. No espero que entiendan la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapore brillantes —levante las dos cejas; porque si, es mentira eso de levantar una sola ceja; hablaba como si estuviera enamorado de la materia—. Puedo enseñarles como embotellar la fama, preparar gloria, detener la muerte... Si son algo más que el montón de alcornoques a los que acostumbro enseñar. ¡Potter! —grito de repente—. ¿Qué obtengo si agrego polvo de raíces de Asfódelo a una infusión de Ajenjo?

—No lo sé señor—respondió Harry desconcertado. Por otro lado....La mano de Hermione se agitaba en el aire.

—Intentemos de nuevo Potter. ¿Dónde buscarías si te digo que me encuentres un Bezoar?

Podía escuchar los pensamientos de Harry, no tenía ni la más mínima idea de lo que era un Bezoar. Algunas risitas se escuchaban de fondo.

—No lo sé, señor —repitió Harry.

—¿Cuál es la diferencia, Potter, entre Acónito y Luparia? —siguió Snape, mirando a Harry con ojos fríos e ignorando la mano de Hermione.

—No lo sé, señor —contesto Harry por tercera vez.

—Parece que no abriste ni un libro antes de venir, ¿eh Potter?

—¡Severus! —grite de repente. No sé porque, ni como, pero de algún modo algo me impulso a que calle al profesor Snape, algo me hizo saber que podía llamarlo por su nombre...

Todos se quedaron callados, inclusive Snape, quien puso su fría mirada en mi. Pero aún así le seguí sosteniendo la mirada...Pude percibir como cambiaba algo en sus ojos...

Esperaba un regaño, un castigo o hasta un insulto. Pero...

—Veamos Weasley...Creo que puedes contestar las preguntas, ¿no? —dijo en un susurro, ¿enserio? ¿Solo responder las preguntas? Yo esperaba algo más.

—Sí... -conteste, asimilando lo que acababa de pasar—. Eh... Asfódelo y Ajenjo producen una poción para dormir muy poderosa, es conocida como "pócima de muertos vivientes". Un Bezoar, es una piedra sacada del estómago de una cabra, sirve para salvarse de la mayoría de los venenos. Por último... El Acónito y Luparia son las mismas plantas —sorprendí a todos, es obvio, ya que nadie se esperaba que la chica que nunca participa supiera algo de esto. Creo que a la que más deje con la boca abierta fue a Hermione.

—Bien... ¿Por qué no están anotando todo? —pregunto Snape—. Se sacará un punto de Gryffindor por tu ignorancia Potter —dijo dirigiéndose a Harry.

La clase transcurrió normal después de todo... Tuvimos que hacer una poción; y a Harry le sacaron otro punto por... Bueno...Por nada, realmente. Snape hizo como si jamás le hubiera llamado por su nombre.... Pero los rumores no tardaron en circular por todo el castillo. Hasta los fantasmas lo sabían.

—¿Cómo hiciste eso Leia? ¡Es un profesor! ¿Y si te expulsan? ¡¿No pensaste en las consecuencias?! ¡A los profesores se los respeta, sea quien sea! ¿Entendiste? —ese fue Percy cuando se entero de lo que hice. Serio como siempre.

—¡Pequeña! ¿Es cierto lo que dicen? ¡Fue genial lo que hiciste! —ese fue George, siempre tan positivo.

—¡Lí! Alégrame el día y dime que es cierto lo que escuche —bueno, Fred es igual que George.

P.O.V Snape

—Severus, he escuchado los rumores, ¿es cierto? —pregunto Dumbledore.

—No sé de qué habla —conteste fríamente.

El director me había llamado, luego de la cena.

—¡Oh! Bueno, he escuchado que la joven Leia Weasley te ha llamado por tu nombre. ¿Es cierto?

—Bueno, sí —conteste preocupado.

—Se dice que no hiciste nada —dijo Dumbledore serio.

—Mire, cuando me llamó por mi nombre... Fue muy sorpresivo. Miles de recuerdos vinieron a mi mente. No esperaba que lo hiciera. ¡Y no sabe! Sigue teniendo una mente brillante —exclame—. Pensé que no, los otros profesores dicen que no participa en la clase y no demuestra su talento.

—Si, eso es muy de ella. Acuérdate Severus, de que jamás fue engreída —sonrío Albus.

—Si lo sé, ella...Usted creé, que ella... ¿Pueda llegar a recordar?

—Tal vez, con el tiempo veremos. Pero la próxima vez que haga algo así de nuevo, la mandas a mi despacho. Ahora puedes irte.

—De acuerdo —respondí antes de retirarme.

Val