"Fraternizando con el Enemigo"(♥Draco Malfoy /Theodore Nott♥)

Capítulo 25: "La Tercera Prueba"

👀

P.O.V Narrador

Los terrenos de Hogwarts nunca resultaban tan atractivos como cuando Harry y Leia tenían que quedarse en el castillo. Durante los días siguientes, pasaron todo el tiempo libre bien en la biblioteca, con Ron y Hermione, leyendo sobre maleficios, o bien en aulas vacías en las que entraban a hurtadillas para practicar.

Harry se dedicó especialmente al encantamiento aturdidor, que nunca había utilizado. El problema era que la prácticas exigen ciertos sacrificios por parte de Ron y Hermione.

—¿No podríamos secuestrar a la señora Norris? -sugirió Ron durante la hora de la comida del lunes cuando, tumbado boca arriba en el medio del aula de Encantamientos, empezaba a despertarse, después de que Harry le había aplicado el encantamiento aturdidor por quinta vez consecutiva—. Podríamos aturdirla un poco a ella, o podrías utilizar a Dobby, Harry. Estoy seguro de que para ayudarte haría lo que fuera. No es que me queje... —se puso de pie con cuidado, frotándose el trasero—. Pero me duele todo...

—Bueno, es que sigues sin caer encima de los almohadones —dijo Hermione perdiendo la paciencia mientras volvía a acomodar el montón de almohadones que habían usado para practicar el encantamiento repulsor— ¡Intenta caer hacia atrás!

—¡Cuando uno se desmaya no resulta fácil acertar dónde se cae! —replicó Ron enfadado—. ¿Por qué no te pones tú ahora?

—Bueno, creo que Harry ya le ha agarrado la mano -se apresuró a decir Hermione—. Y no tenemos que preocuparnos del encantamiento de desarme porque hace mucho que es capaz de usarlo...Creo que deberíamos comenzar esta misma tarde con los maleficios.

Por otro lado, a Leia no le resultaba complicado realizar ningún hechizo, era como si ya los hubiera estudiado y realizado desde hacía tiempo, era como volverlos a recordar.

—Es raro, ¿saben? Cuando pienso en un hechizo, cómo es, su descripción y para qué sirve, todo eso viene a mi cabeza —les dijo a sus amigos y hermano.

—Eso pasa cuando los lees antes...

—No, no es eso -lo interrumpió a Ron—. Es más, como si ya los conociera, como si los hubiera utilizado mucho antes...

—Pero, ¿eso no es bueno? —preguntó Harry—. Digo, no tienes que estudiarlos, y los realizas perfectamente.

—Por una parte sí, pero por otro lado siento que algo bloquea una parte de mi mente, como si no pudiera recordar algo... que es muy importante. Y eso solo lo hace...

—Inquietante... —terminó Hermione por ella.

—Sí.

—No te preocupes, de cualquier manera seguirás practicando, ¿no? -le preguntó su hermano.

—Sí, lo haré.

—Creo que deberías hablar con Dumbledore, sobre lo que te pasa —le dijo Harry.

—Tal vez tengas razón.

Sonó la campana. Los cuatro recogieron los almohadones, los metieron en el armario de Flitwick a toda prisa y salieron del aula.

—Lí, ¿tú tienes la lista de los maleficios? —le preguntó Hermione.

—Sí, está en el cuarto.

—Genial, después vayamos a buscarla.

—¡Nos vemos en la cena! —dijo Harry, emprendiendo el camino, con Ron, hacia el aula de Adivinación.

P.O.V Leia

Después de cenar, los cuatro nos dirigimos a la sala común de Gryffindor.

—Iré a buscar la lista de los maleficios —les avisé mientras subía las escaleras al cuarto de las chicas.