Capítulo 27: "Caminos Separados"

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Nuevo Capítulo :3


P.O.V Narrador

Harry y Leia asintieron con la cabeza. Los invadía una especie de aturdimiento y una sensación de total irrealidad, no querían repasar los recuerdos, pero cruzaban por sus mentes, demasiado frescos y tan claros como si fueran fotografías.

—Profesor —murmuró Leia—, ¿dónde están los señores Diggory?

—Están con la profesora Sprout —dijo Dumbledore. Su voz tembló levemente por primera vez—. Es la jefa de la casa de Cedric, y es quien mejor lo conocía.

Llegaron ante la gárgola de piedra. Dumbledore pronunció la contraseña, se hizo a un lado y él y los chicos subieron por la escalera de caracol móvil hasta la puerta de roble. El director la abrió. Sirius se encontraba allí, de pie. Tenía la cara tan pálida y demacrada como cuando había escapado de Azkaban Cruzó en dos zancadas el despacho.

—¿Están bien, Leia, Harry? Lo sabía, sabía que pasaría algo así.

Las manos le temblaban mientras ayudaba a ambos a sentarse en unas sillas, delante del escritorio.

—¿Qué ha ocurrido? —preguntó, de manera apremiante.

Dumbledore comenzó a contarle a Sirius todo lo que había dicho Barty Crouch. Harry sólo escuchaba a medias. Estaba tan agotado que le dolía hasta el último hueso y lo único que quería era dormir y no tener que pensar ni sentir nada más. Leia solo quería quedarse allí sentada, que no la molestaran durante horas y horas, no quería dormir. Dormir significaba soñar, y no estaba lista. Dumbledore dejó de hablar. Sentado al escritorio, miraba fijamente a Harry y a Leia, pero ellos evitaban sus ojos. Los iba a interrogar. Los haría revivirlo todo.

—Necesito saber qué sucedió después de que tocaron el traslador en el laberinto —les dijo.

—Podemos dejarlo para mañana por la mañana, ¿no, Dumbledore? —se apresuró a observar Sirius. Les había puesto una mano en el hombro a los dos—. Dejémoslos dormir. Que descansen.

Pero Dumbledore desoyó su sugerencia y se inclinó hacia los amigos. Ambos levantaron la cabeza y se encontraron con aquellos ojos azules.

—Harry, Leia, si pensara que les haría algún bien induciéndolos al sueño por medio de un encantamiento y permitiendo que pospusieran el momento de pensar en lo sucedido esta noche, lo haría —dijo Dumbledore con amabilidad—. Pero, adormecer el dolor por un rato haría sentirlo luego con mayor intensidad. Les ruego que muestren una vez más el valor del que son posibles, contándonos lo que sucedió.

Leia respiró hondo y comenzó a hablar. A medida que lo hacía, parecían alzarse ante sus ojos las imágenes de todo cuanto había pasado aquella noche: vio el caldero del que Voldemort había revivido, vio a los mortífagos que habían aparecido y vio el cuerpo de Cedric tendido en el suelo a corta distancia de la copa. No pudo seguir hablando más y Harry continuo.

En una o dos ocasiones, Sirius hizo ademán de decir algo, sin dejar de aferrar con las manos el hombro de sus ahijados, pero Dumbledore lo detuvo con un gesto, y Harry se alegró, porque habiendo comenzado, era más fácil seguir.

Cuando Harry contó que Colagusano le había hecho un corte en el brazo con la daga; Sirius dejó escapar una exclamación vehemente, y Dumbledore se levantó tan de golpe que Harry se asustó. Rodeó el escritorio y le pidió que extendiera el brazo. Harry les mostró a ambos el lugar en que le había cortado.

"Fraternizando con el Enemigo"(♥Draco Malfoy /Theodore Nott♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora