"Fraternizando con el Enemigo"(♥Draco Malfoy /Theodore Nott♥)

Capítulo 18: "Los Cinco Campeones"

P.O.V Narrador

Harry y Leia permanecieron sentados, conscientes de que todos los que estaban en el gran salón los miraban. Se sentían aturdidos, atontados. Debían estar soñando, o no habían oído correctamente. Nadie aplaudía. Un zumbido como de abejas enfurecidas comenzaba a llenar el salón. Algunos alumnos se levantaban para ver mejor a Harry y Leia, que seguían inmóviles, sentados en su sitio.

Harry se volvió hacia Ron y Hermione.

—Yo no puse mi nombre —dijo Harry totalmente confundido.

Ambos le devolvieron la misma mirada de aturdimiento.

—¡Harry Potter!, ¡Leia Weasley! —llamó Dumbledore, de repente.

—¡Vayan! —les susurro Hermione, dándole a sus amigos un leve empujón—. ¡Vamos!

Leia y Harry se pusieron de pie, avanzaron por el hueco que había entre las mesas de Gryffindor y Hufflepuff. Les pareció un camino larguísimo. Notaban las miradas de cientos y cientos de ojos. Los amigos pasaron por la mesa de los profesores, recibiendo mirada de aturdimiento de ellos mismos. Salieron del gran salón y se encontraron en una sala más pequeña, decorada con retratos de brujos y brujas. Delante de ellos, en la chimenea, crepitaba un fuego ensordecedor. Victor Krum, Cedric Diggory y Fleur Delacour estaban junto a la chimenea.

—¿Qué pasa, Leia? —preguntó Cedric a su novia, creyendo que habían entrado para trasmitirles algún mensaje.

Lía no sabía cómo explicarle lo que acababa de suceder, Se quedó allí quiera, al igual que Harry, mirando a los tres campeones.

Detrás se oyó un ruido de pasos apresurados. Era Ludo Bagman que entraba en la sala. Tomó del brazo a Harry y Leia, y los llevó hacia adelante.

—¡Extraordinario! —susurro, apretándoles el brazo—. ¡Absolutamente extraordinario! Caballeros...señorita —añadió, acercándose al fuego y dirigiéndose a los otros tres—. ¿Puedo presentarles, por increíble que parezca, a la cuarta campeona y al quinto campeón del Torneo de los Tres Magos?

Victor Krum se enderezó. Su hosca cara se ensombreció al examinar a los "nuevos campeones". Cedric parecía desconcertado: pasó la vista de Bagman a Harry y de Harry a Leia como si estuviera asegurado de que había oído mal. Fleur Delacour, sin embargo, se sacudió el pelo y dijo con una sonrisa:

—¡Oh, un chiste muy divegtido, señog Bagman!

—¿Un chiste? —repitió Bagman, desconcertado—. ¡No, no, en absoluto! ¡Los nombres de estos jovencitos acaba de salir del Cáliz de Fuego!

Detrás de ellos, la puerta volvió a abrirse para dar paso a un grupo numeroso de gente: el profesor Dumbledore, seguido de cerca por el señor Crouch, el profesor Karkaroff, Madame Maxime, la profesora McGonagall y el profesor Snape.

—¿Qué significa todo esto, Dumbledog? —pregunto imperiosamente Madame Maxime.

—Es lo mismo que quisiera saber yo, Dumbledore —dijo Karkaroff. Mostraba una sonrisa tensa, y sus azules ojos perecían pedazos de hielo—. ¡¿Tres campeones de Hogwarts?! ¡No recuerdo que nadie me explicara que el colegio anfitrión tuviera derecho a Tres Campeones! —soltó una risa breve y desagradable.

—Hogwag no puede teneg  tres campeones. ¡Es absolutamente injusto! —exclamó Madame Maxime.

El profesor Dumbledore miró a Harry y a Leia, y estos le devolvieron la mirada.

—¿Pusieron sus nombres en el Cáliz de Fuego? —les pregunto Dumbledore con tono calmado.

—No —contestaron ambos, conscientes de que todos los observaban con gran atención. Semi oculto en la sombra, Snape profirió una suave exclamación de incredulidad.