Me desperté temprano en la mañana. Eran cerca de las ocho así que, como lo hacía todos los sábados para ir a mi practica de fútbol, me levanté para alistarme.
Lo que más me llamó la atención fue que me desperté en mi cama, pensé que tal vez Taehyung me llevó dormida, pero igual me hubiera dado cuenta, eso era extraño. Luego me daría cuenta de que el haber despertado en la cama sería lo menos raro del día.
Miré mi habitación y algo se veía ligeramente diferente, pero no lograba definir qué era, pensé que tal vez había sido porque quité todas las cosas de Karina, sí, eso debía ser. Sin darle mayor importancia, me metí al baño, me duché y luego me puse mi uniforme de soccer, la práctica era hasta las 10 así que tenía tiempo de sobra. Cuando salí a la sala, ni mi padre ni Taehyung estaban, Taehyung debía estar trabajando. Él trabaja en un café todos los fines de semana desde hace tres meses.
Me cociné algo de desayunar y lo comí frente al televisor. Después de una media hora, estaba lista para ir a la práctica. Estaba atravesando el parque cuando recordé a aquel tipo de ayer, por un momento me dieron escalofríos y luego, sin fijarme más, seguí mi camino.
Llevo practicando desde que tengo 12 años en la misma academia, muchas de las que estamos ahí, por no decir todas, llevamos ahí desde niñas, nos conocemos mucho y somos muy buenas amigas. Las prácticas se hacían en un estadio abierto, el cual cuenta con todo lo necesario para hacer una buena práctica y uno que otro partido oficial.
Cuando llegue vi a Verónica trotando, siempre es la primera que llega, normalmente no llego tan temprano, pero un poco de ejercicio me ayudaría a sacar a ya-saben-quién de la cabeza. Guardé mis cosas en mi casillero y luego fui a trotar, siguiéndole el paso a Carolina.
—Hola, Minjeong. ¿Cómo estás? —me preguntó.
—Bien, bien, muy bien —mentira—. Aunque me desperté sintiéndome medio rara y pensando que todo a mi alrededor esta raro.
— ¿Raro? La rara eres tú —dijo riendo.
— ¿Será?
—Sí, relájate que con unos 15 minutos de trote se te quitan todas esas ideas tontas.
Le hice caso a Vero y dejé de pensar que algo estaba "extraño".
Llegaron las demás y la práctica comenzó. Las siguientes dos horas las pase tranquilamente, solo que me dieron ataques de deja-vú seguidos. Sentía como si ya hubiera vivido eso, pero Verónica tenía razón, todo estaba en mi cabeza, debía estarlo.
La clase terminó y me fui a casa tranquilamente. Cuando llegue, aún estaba vacía, claro que Taehyung sale de trabajar a las 6. De no ser porque era sábado y estaba cansadísima me hubiera preparado algo de comer, pero preferí levantar el teléfono y pedí una pizza, no tuve que usar el directorio ya que los números a los que siempre llamamos están en la nevera pegados de imanes.
Me duché y me cambié, poniéndome algo cómodo, al poco tiempo llegó la pizza, la cual me comí en mi cuarto mientras escuchaba música. Tomé una pequeña siesta hasta las 3 y luego decidí caminar un rato. No me tomó más de 10 minutos ponerme ropa para salir, unos pantalones, una camiseta y un suéter, nada del otro mundo, no tenía ánimo de darme mala vida pensando en qué ropa ponerme. Después de todo, era solo un paseo.
Baje del edificio y me dirigí al parque, cuando mire en una de las bancas del pozo, ahí estaba Karina sentada y mirando hacia el pozo, se veía distraída. Pensé en una y mil cosas en las que pudo estar pensando y admito que rogué para que fuera en mí.
Se veía hermosa, su cabello castaño, sus ojos cafés mirando sin punto fijo, su piel apenas bronceada, sus manos delgadas y finas. Respiré profundo y me acerqué para después sentarme en la banca. Ella ni siquiera hizo gesto de alejarse, claro que tampoco siquiera me miro, así que no supe si eso era bueno o malo. La miré de reojo y luego, de dónde pude, saqué valor para hablarle.
—Hola —dije, mirándola con cierta timidez.
—Emm, hola —dijo ella un poco confundida, me sonrió y luego volvió a mirar a la nada, eso sí que se me hizo raro. No parecía molesta, solo extrañada de que yo la saludara.
—Oye, ¿podemos hablar?
— ¿Perdón? —me miró mucho más extrañada que antes.
—Mira, sé que ya me estoy pasando de insistente, pero es que de verdad... —ella me interrumpió.
—Espera, espera. ¿Qué? ¿De qué hablas?
—Pues de lo que pasó entre nosotras y quería... —me interrumpió de nuevo.
— ¿Entre nosotras? Lo siento, pero... yo no te conozco —esa respuesta me dejo fría, pero pensé que era una forma de decirme que yo ya no era parte de su vida, era lo más lógico.
—Si no quieres hablar conmigo solo dilo, no tienes que salirme con eso.
—Mira, en serio no sé quién crees que soy, pero yo no te conozco, tal vez me confundiste con alguien.
Luego solo se puso de pie y se fue.
¿Qué había pasado? ¿Porque había dicho que no me conocía? No tiene sentido, me parecía la manera más estúpida e infantil de enfrentar la situación, sobre todo porque Karina no es así, ella me hubiera dicho algo como: "¿qué te hace pensar que quiero hablar contigo?" o "¿no te ha quedado claro que entre tú y yo ya no hay nada?". No me habría salido con eso de que no me conoce.
Regresé a casa olvidándome de mi caminata y me metí en mi habitación mirando al techo, pensando en lo que había pasado, mejor dicho: ¿qué había pasado? Me trató como si de verdad no supiera quien soy, me trató como una extraña, eso sí que dolió.
Al poco tiempo, llegó Taehyung, venía feliz; se le notaba porque venía silbando, siempre que silba es porque algo bueno le pasó. En ese momento caí en cuenta de que apenas eran las 4, y Taehyung debería llegar a las 7. Lo escuché acercarse a la puerta y luego tocar. Con un "entra", le permití seguir.
—Hola —dijo, acercándose para darme un beso en la mejilla.
—Hola. ¿Por qué llegas tan temprano hoy?
— ¿Temprano? Si llego incluso tarde. Lo bueno es que papá aun no llega, si no me mata.
— ¿Por qué? Estabas trabajando, ¿no?
— ¿Qué dices? Yo no trabajo —otro dato que no concuerda, él sí trabaja, en una cafetería, lo sé porque he ido a verlo, pero antes de que él me dejara preguntarle siguió la conversación—. ¿Y qué tal tu día?
—Bien, práctica de soccer, pizza, lo de siempre, aunque claro que sí me paso algo muy loco —dije, haciendo memoria a lo de Karina.
— ¿Qué?
—Pues, yo acabo de llegar porque salí a caminar un rato, en el parque me encontré a Karina sentada en una banca y me acerqué a ella. Cuando le empecé a hablar me salió con que no me conocía y no sé qué, que quizás la estaba confundiendo con alguien. ¿Qué tal eso? ¿Uh?
—Eh... —me miró confundido—. Yo, uh... hermanita, perdón, pero... ¿quién es Karina?
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Recuperarte | winrina
FanfictionDespués de pedir un deseo, Minjeong ha entrado en un juego peligroso en el cual tiene la oportunidad de recuperar a Karina, su novia, pero también corre el riesgo de perderla para siempre. Adaptación del fanfic Recuperarte de Karlastae. Todos los cr...