6: Día de campo.

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¿Alitas de pollo o carne a la BBQ? No puedo decidirme así que mejor llevo las dos. Ya tengo tres paquetes de six pack, asumo que irán unas 8 personas igual que la ultima vez que pasó, fueron 8 exactamente, así que tres six pack y dos paquetes grandes de frituras cubrirán lo mío, a parte, creo que Taehyung llevara malvaviscos así que supongo que con eso será suficiente.

Es sábado y me preparo para el día de mañana. Estaba en un supermercado, se encuentra de todo y afortunadamente queda a unas cuantas calles. El lugar es enorme; venden desde alimentos hasta ropa e incluso ferretería.

Cuando metí las dos bolsas de frituras y giré hacia la derecha, al fondo del pasillo vi algo que no esperaba. Al final del pasillo estaba Ella, miraba para todos lados, un poco desubicada y con preocupación en su rostro, me di cuenta de que ella estaba perdida.

Eso me dio a entender que Karina estaba ahí y por algún motivo se le había perdido Ella, lo cual es extraño, Karina es demasiado sobreprotectora con ella.

Caminé hacia Ella tan lenta y cautelosamente como pude, no quería que pensara que yo iba a hacerle algo y saliera corriendo, eso sí sería catastrófico. Cuando estuve frente a ella, me incliné en mis piernas para quedar de su tamaño.

—Hola, pequeña. ¿Te perdiste? —le pregunté con voz suave y acogedora, a lo cual ella respondió bien.

—Sí, no encuentro a mi hermana —me respondió con su carita enrojecida, casi a punto de llorar.

—Bueno, pues entonces hay que llevarte a un punto de información para que llamen a tu hermana y le digan que estás ahí. ¿Te parece? —ella asintió.

Yo me volví a enderezar y le extendí mi mano para que la tomara, dudó un segundo, pero cuando me vio sonreírle empezó a confiar en mí, la tomó y caminamos juntas hasta un puesto de información. Ya ahí le pedimos a una de las señoritas de información que anunciara que había una niña perdida, cosa que ella hizo de inmediato. Cuando terminó el anuncio, le dije a Ella que no se preocupara, que su hermana ya vendría por ella, ella solo sonrió aun sin soltar mi mano. Antes de que pasaran el minuto completo, ya podía distinguir a Karina al final del pasillo corriendo hacia donde estábamos nosotras, cuando vio a Ella soltó el carrito que tenía y corrió a abrazarla.

— ¡Ella! Gracias a Dios estas bien. ¿Cuántas veces te he dicho que si quieres algo me digas y vamos por eso las dos? No conoces nada aquí y te puedes perder con facilidad. ¿Qué haría yo sin ti? —Karina estaba de rodillas estrujando a su hermana con tanta fuerza que creí que la partiría en dos. Igual me enterneció la imagen.

—Lo sé, lo siento, pero mira, ella me ayudó Jimin —dijo, apuntándome mientras sonreía.

Karina me reconoció de inmediato y cambió su semblante, parecía enfadada. ¿Ahora qué hice?

—Ella, ¿ves esa caja de ahí? Toma el carrito y empieza a hacer la fila, ¿de acuerdo? Sin irte para ningún lado esta vez —le ordenó con voz amable.

Ella obedeció sin rechistar, la caja estaba a unos cuatro metros así que la tendría vigilada, mientras me decía lo que fuera que le estuviera molestando. Me miró de arriba a abajo por un momento sin pronunciar palabra, creo que estaba encontrando una forma sutil de decir lo que quería decir, al no encontrarlo simplemente hizo la pregunta.

— ¿Me estas siguiendo?

— ¿Perdón? —respondí yo extrañada, pero sin poder evitar reír un poco.

—Que si me estás siguiendo. En los últimos seis días nos hemos "encontrado" tres veces y siempre eres tú la que se acerca a mí, eso se me hace sospechoso —me contestó, entrecerrando sus ojos.

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