CAPITULO 03☕️

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Presente.

—Gun, ¿No quieres comer un poco?

Gun se arropó hasta el cuello, el frío calaba fuerte en sus huesos, recordaba haberse despertado bien, de hecho fue a la Universidad, pero a medida que transcurría la mañana se sentía cada vez peor, y no fue hasta que su temperatura subió que se dispuso a retirarse e irse a casa.

—No —miró hacia la cuna de su hijo para descubrir que el pequeño dormía tranquilamente boca abajo, con una de sus manitos bajo su mejilla gordita.

—Cachorrito, ve a darte una ducha mientras busco una pastilla para ti, ¿Sí?

Su madre salió de la habitación hasta la cocina. Gun realmente se sentía mal, no era celo, definitivamente no, se sentía todo lo contrario. Estaba caliente, pero tenía mucho frío, la marca en su cuello picaba mucho, sin embargo, no quería prestarle atención ya que una cosa llevaría a la otra y estaba seguro que terminaría llorando entre sábanas.

Un año había pasado, ¿Eh? Su cachorro estaba por cumplir once meses. Hace un año dejó su vida atrás por las amenazas de aquel monstruo disfrazada de Alfa. Pero cuando su hijo nació dejó de arrepentirse por la decisión que había tomado. Su pequeño se aferró a Gun desde el primer segundo llenándose de su aroma, reparando el corazón destrozado del dulce Omega que algún día fue. Porque sí, el tiempo había cambiado a Gun, el extrovertido y sonriente Gun fue reemplazado por un Omega tosco, mirada fría y voz dura con las demás personas que no fueran su cachorro, su madre y cierto Alfa de cabellos azules.

En la Universidad se limitaba a escuchar sus clases, cambiarse de salón si era necesario y volver a casa para atender a su pequeño Chimon. 

Cuando el Omega se enteró que estaba esperando una cría de su Alfa, logró terminar el penúltimo semestre de su carrera vía online, y la Universidad le dio un año completo para que pudiera retomar sus estudios y terminara su último semestre. Y eso era exactamente lo que el castaño hacía, a diferencia que ahora estudiaba en la Universidad de Bangkok.

Una punzada en su cabeza hizo que se retorciera en la cama.

Joder. Duele.

Cerró sus ojos intentando en vano alejar el dolor, su Omega estaba llorando y aullando. Gun no entendía lo que le estaba pasando a su cuerpo, su corazón empezó a palpitar de manera desmesurada y entonces algo hizo click en su cabeza. El lazo. Off.  ¿Podría el Alfa haber despertado?

El llanto de su bebé lo asustó, Chimon se había despertado probablemente por el terrible olor a preocupación que desprendía su padre. Gun se levantó de su cama muy despacio caminando hasta la cuna de su hijo. Tomó al cachorro en sus brazos y se dirigió a la cama nuevamente.

—Hola, dulzura. Disculpa a papi por despertarte, por favor —besó su frente, la punta de su nariz y sus dos mejillas.

El pequeño Chimon había frenado su llanto al sentir los besos suaves que le brindaba el Omega. Buscó la mano de Gun cerrando sus deditos en el meñique de él. El castaño observó como su hijo se calmaba de solo tenerlo cerca. Peinó su cabello hacia atrás para dejar descubierto su rostro. Oh, es que el pequeño era una copia de Off. Y a Gun se le inflaba el pecho de amor cada día que veía su bonito rostro.

Pero esta vez algo llamó la atención de Gun, su cachorro miraba directamente a su rostro con sus ojos muy abiertos, el Omega también notó como estos ya no eran marrones oscuros, su iris ahora resaltaba un color grisáceo. Gun sabía que significaba eso, jodidamente lo sabía. Lo vio en Off y su madre. La conexión entre un Alfa y su cachorro.

—Chi-chimchim —el pequeño sonrió cuando su padre le besó las mejillas. —Mi pequeño cachorro. Sé que puedes entender a papi, te amo con toda mi alma.

I still want you // OFFGUN💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora