CAPITULO 05☕️

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Off intentó hablar con Mild pero la Alfa solo le comunicó que vio a Gun el día del accidente y luego no volvió a verlo.

Una semana había pasado desde que despertó del coma de un año entero, Off no recordaba absolutamente nada más que un lindo Omega castaño, con mejillas sonrojadas y vientre bastante abultado. Su Omega, con su primera cría dentro de él. Pero Gun no estaba cuando despertó, tampoco estaban sus cosas cuando fue a la casa que compartía con su Omega. Entendió todo cuando su madre le confesó lo que Gun dijo antes de irse a la luna sabrá donde.

"— No puedo quedarme a desperdiciar mi vida esperando que Off despierte. Eso fue lo que dijo. Yo intenté detenerlo, cachorro, pero él estaba muy decidido"

Off lloró todo el primer día, su lobo aullando necesitado de las delicadas manos de su Omega para que acaricien su pecho, o sus bonitos labios besando su mandíbula. Tiró todo lo fuerte que pudo de lazo, pero no recibió respuesta alguna de Gun. Pero entonces Arm, su mejor amigo, le dijo que intentara conectar con su cachorro. El Alfa no estaba seguro si podía hacerlo, su hijo debía tener al menos once meses, estaba pequeño, pero aun así su lobo le insistía en hacerlo, por lo que terminó cediendo. Se encontraba asustado, nervioso y temblaba, per Arm le dijo que su lobo haría todo, solo debía dejarlo encargado. Y eso hizo.

Al principio se sintió mareado, no lograba una estabilidad. El corazón del Alfa latía desmesurado, y sus manos temblaban, ¿Y si su hijo se asustaba tanto que su lobo no permitiría la conexión? Pero entonces sucedió. Off sintió como su lobo conectaba con uno más pequeño, sus ojos se llenaron de lágrimas al instante, ronroneaba de puro gusto abrazando al lobo cachorro. Su hijo estaba ahí, su bebé había querido conectar con él, no estaba asustado, su pecho se infló de orgullo al saber que era muy valiente. Pero entonces lo más íntimo ocurrió. Off empezó a ver a través de los ojos de su cachorro, se emocionó tanto que corrió para ponerse frente a un espejo y que su pequeño pudiera verlo. Y fue cuando lo vio. Un rostro sonrojado, formando una brillante sonrisa mientras sus mejillas estaban empapadas de lágrimas. Su Omega estaba ahí, mirando con amor a su hijo, susurrando palabras que Off no lograba entender. Y el Alfa no supo cual de los dos se desesperó más por lo que estaba viendo del otro lado, pero la conexión se cortó.

Off cayó de rodillas al piso con su cuerpo ardiendo, llevó sus grandes manos a su pecho en donde dolía, quemaba. Su lobo rasgaba con sus garras por tener a su cachorro cerca. El Alfa empezó a sollozar con sufrimiento, quería a su bebé cerca, olerlo, abrazarlo, marcarlo con su aroma. Y el saber que su hijo sufría de la misma manera hizo que su cerebro se desconectara y se desmayara. Ahora estaba seguro que su hijo, y Gun se encontraban con vida, no tenía la menor idea de donde podían estar, pero Off necesitaba encontrarlos. Estaba consciente que Gun ya no estaba interesado en él, por algo se había ido. ¿Y si ya tenía un nuevo Alfa y por eso no respondió a su llamado? El lobo gruñó molesto al suponer a su Omega con alguien más.  Por eso días después Off volvió a conectar con su cachorro, se sentía terriblemente mal porque esta vez lo hacía para intentar saber en donde estaban, tal vez veía algo, o lograba escuchar algo. Lloró cuando supo que luego de intentarlo otra vez su hijo volvería a sentir ese dolor insoportable que sintieron, pero lo hacía para él mismo ir a calmar ese dolor personalmente. Joder. De solo imaginar como sería su cachorro su lobo ronroneaba.

Off no escuchó nada otra vez. Pero vio algo, o mejor dicho a alguien. La señora Sunmi. Gun y su hijo estaban con Sunmi, en Bangkok. Así que eso hizo, alistó sus maletas, reservó una habitación en un Hotel de aquella ciudad, y la tarde del domingo tomó un tren que lo llevaría directamente a Bangkok, ahí pasaría la noche y la mañana del día siguiente iría a casa de Sunmi.

Off no sabía que se encontraría cuando llegara, estaba jodidamente molesto con Gun, qué demonios pensaba cuando se fue, Off por el momento no quería saber.

La tan esperada mañana llegó, el Alfa mandó un mensaje a su mejor amigo avisándole que ya estaba en camino a casa de su suegra, ¿Suegra? 

Antes de bajar del auto que había alquilado por dos semanas, respiró hondo tratando de calmar su corazón, sentía una corriente en su espina dorsal. Aunque Off trataba de reprimir sus sentimientos, amaba a Gun, amaba a su bonito y dulce Omega, y hoy volvería a verlo. Su lobo estaba impaciente, incluso sus colmillos habían empezado a doler, pero se controlaría, Gun no tenía por qué saber que lo extrañaba. No cuando lo abandonó mientras él estaba en coma.

—Joder, Off, cálmate —tiró su cabeza hacia atrás en el asiento, pasó la mano por su cabello peinándolo hacia atrás y volvió a respirar hondo para salir del auto.

Caminó a pasos largos hasta la puerta y golpeó.  Segundos después la puerta fue abierta dejando a la vista a un muchacho de cabello negro y baja estatura, pero no tan pequeño como Gun. Era un Omega. Un Omega bastante nervioso que boqueó al verlo. Off se aclaró la garganta sintiéndose incómodo por la mirada nerviosa del Omega.

—Hola, ¿Se encuentra m... Gun?

—O-Off...

Oh, me conoce. Entonces estoy en el lugar correcto.

—¿Quién eres tú?

El Omega soltó una risa nerviosa sosteniendo la puerta aun sin abrirla del todo.

—New, me llamo New y soy el niñero de Chimon.

Chimon. Una sonrisa se escapó de los labios del Alfa, reprimiendo un ronroneo al oír el posible nombre de su hijo.

—¿Gun está en casa?

—No.

—¿Sunmi?

—No.

Off elevó una ceja. No había nadie en casa aparte del Omega. Pero si era el niñero, seguramente su cachorro estaba dentro bajo su cuidado.

—¿Me dejas pasar?

Off vio la indecisión en el rostro del Omega, pero recibió un asentimiento de cabeza indicándole que podía pasar a la casa. Sus manos se hicieron puños, mordió su labio inferior para que este dejara de temblar y se adentró llegando a la sala.

Su mirada fue capturada por un par de pequeños ojos marrones, curiosos de la nueva presencia. El mundo pareció detenerse para el Alfa, ahí en el piso estaba sentado un cachorro idéntico a él. Claro que ese era su hijo.

Off soltó una risa tonta con lágrimas en los ojos, se acercó hasta quedar a poca distancia de él, se arrodillo mirándolo de cerca. El pequeño seguía observándolo sin moverse, pero una risa dulce lo sacó de su trance, y unos pequeños brazos estirándose en su dirección hicieron derretir su corazón. No dudó ni un segundo en tomar al pequeño en sus brazos estrechándolo sin hacerle daño, una mano protectora se instaló en su cabeza mientras el cachorro escondía el rostro en su cuello.

Arrodillado en el suelo, con su hijo entre sus brazos y su instinto de Alfa más fuerte que nunca, Off se permitió hundirse en sollozos, no podía creer que su primer cachorro era tan parecido a él, y ahora lo podía ver, abrazar y respirar su dulce aroma a miel.

—Mi cachorrito —besó su mejilla sonriendo. —Mírate, tan hermoso como imaginaba.

El pequeño sonreía con sus ojitos mojados, reconocía a su padre, recordaba su voz y eso aceleraba su corazoncito. Sus mejillas gorditas se sonrojaron, y volvió a esconder el rostro en el cuello del Alfa para respirar de su aroma.

Off sin soltarlo se sentó en el sofá abrazando a su hijo, había escuchado hablar por celular al Omega niñero, seguramente llamó a Gun, así que se sentó a esperarlo.

I still want you // OFFGUN💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora