CAPITULO 25☕️

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Las pequeñas y delicadas flores de cerezo caían de los árboles debido a las suaves ráfagas de viento en la ciudad. Gun respiraba el aire puro producido por la gran cantidad de árboles en aquel extenso parque. Una de sus manos estaba entrelazada con la de su Alfa, mientras que Chimon era sostenido por uno de los brazos de su padre. Habían salido a dar un paseo para aligerar la agobiante rutina que llevaban.

Off disfrutaba ver como los pétalos que volaban acariciaban las mejillas de su Omega, sonreía cuando Chimon estiraba sus manitas en el aire esperando obtener alguno. Ignoraban a todas las personas a su alrededor, ya que siempre se encontraban con miradas indiscretas de personas que murmuraban entre ellas al ver un Alfa con un Omega macho. Off empezó a restarle importancia cuando hace mucho tiempo Gun le besó en público susurrando que lo único relevante era tenerlo en su vida.

La tranquilidad que el Omega había recibido gracias al ambiente se vio un poco opacada cuando supo que era el momento de hablar con Off acerca de un tema que le carcomía la mente los últimos días.

—Offie.

—Dime, Cielo.

Sonrió tonto, fijó su mirada en sus manos entrelazadas y en como su delicada mano quedaba escondida entre la de Off.

Gun lo haló suavemente hacia una banca en medio del parque. Ambos se sentaron, Chimon en las piernas de Off mirando curioso a su alrededor.

—Yo he estado pensando... —tomó aire para continuar. —Quiero hablar con tus padres.

Off pestañeo despacio mirando con cautela al Omega.

—¿Por qué?

—No quiero que me sigan odiando...

Gun desvió un poco su mirada avergonzado, ahora que lo decía en voz alta llegaba a sonar ridículo.

—Que te odien no significa que haya algo mal contigo —con una de sus manos atrajo el rostro de Gun. —Pero soy tu Alfa, no decido por ti, solo te apoyo, y lo que quieras hacer está bien para mí. Pero ten en cuenta que no dejaré que nadie te ponga un dedo encima, ni te trate mal.

El Omega asintió suspirando, sabía que en unos meses por su propio cuidado ya no viajaría, pero ahora que podía quería hacerlo. Su objetivo no era pelear, quería realmente saber los motivos por los cuales le tienen tanto odio. Él bien sabía que no siempre todas las personas lo iban a amar, pero si no les gustaba, quería saber las razones.

—¿No te enojas?

Off negó con la cabeza dejando un casto beso en sus labios que formaban un puchero.

—Te acompañaré todo el tiempo.

Luego de un largo paseo debajo de los hermosos árboles de cerezo, regresaron a casa. Chimon ya se había dormido en el hombro de Off, y Gun solo estaba un poco cansado.

New se había ido temprano porque tenía tareas de la Universidad. Por lo que mientras Off iba a recostar al cachorro, Gun se encaminó a la cocina para preparar algo de cenar. Estaba concentrado cortando unos cuantos vegetales cuando unos brazos se envolvieron en su cintura, se relajó instantáneamente cuando el Alfa apoyó su mentón en su hombro.

—¿Qué comeremos?

La voz baja del Alfa seducía sus oídos. Y su aliento caliente le hacía cosquillas en su cuello.

—E-ensalada.

—Pero yo quiero comerte a ti.

Dejó de lado el cuchillo cuando un beso fue depositado en su nuca.

—Quítate —hizo el brazo hacia atrás golpeando el estómago del Alfa quien rompió en una carcajada.

—Que agresivo, mi amor —el Alfa le dio una suave nalgada.

Off se sentó en un banco observando la figura de espalda de su Omega, inevitablemente dejando su mirada por más tiempo en su trasero.

—¿Has pensado en lo que dije?

—¿Hmm?

—¿Puedes dejar de mirar mi maldito trasero y prestarme atención?

El Alfa hizo un puchero quitando su mirada, se aclaró la garganta dándole a entender al Omega que tenía toda su atención, aunque cuando miró al suelo y vio un juguete de Chimon abajo del mesón, aun sentado en el banco alto intentó con todas sus fuerzas estirarse para llegar hasta el juguete, pero fallando en el primer intento.

—Entonces debes decirme... ¿Me oíste?

Off asintió aun cuando el Omega no podía verle, volvió a estirarse aun sentado y esta vez el banco se balanceó haciendo que cayera de cabeza al suelo.

—¡Por los lobos!

Gun intentó no reírse, pero al ver a Off tocar su cabeza no evitó inclinarse mientras una risa escandalosa salía de sus labios.

—Eres... un caso.

Limpió las pequeñas lágrimas que salían de los costados de sus ojos, extendió su mano para ayudarlo a levantarse, pero el Alfa tiró con fuerza de él haciendo que también termine en el suelo sin golpearse gracias a la protección de Off.

—Me duele.

El Alfa hizo un puchero, sostuvo al castaño que estaba sentado en sus piernas de la cintura. Gun pasó ambas manos por el cabello largo de Off peinándolo para atrás, el cabello ya le llegaba a la altura de los labios y se negaba a cortárselo, a Gun tampoco le agradaba la idea ya que podía amarrar en una coleta su cabello negro. Y su Alfa lucía condenadamente sexy con coletas.

—¿Oíste todo lo que dije?

El Alfa negó suavemente ronroneando bajo las caricias amorosas de su esposo.

—Repítelo, por favor.

—Debemos viajar lo antes posible.

A Off no le agradaba del todo la idea, a veces no entendía la pureza y nobleza de Gun y le estresaba porque a su tierno e inocente Omega le gustaba estar en paz con todos, y no tener inconvenientes con nadie.

—Solo iremos un día. Hablas y volvemos. No quiero a mi manada más tiempo cerca de ellos.

—¿Estarás conmigo?

Podía ver la duda en la carita de Gun, pero no era ese el caso. Off estaría todo el tiempo con él.

—Siempre.

El castaño rio cuando los labios del Alfa se presionaron en su mejilla.

—Siempre —otro beso. —Siempre —otro beso.

—Ya —su voz salió más aguda sacudiendo un poco la cabeza para alejarlo, pero terminando con sus frentes juntas.

Gun ahora ya no tenía temor. Poco a poco debía sanar las heridas de su corazón, no lo hacía por la Alfa ni por el Omega, lo hacía por él mismo. Otorgarles su perdón aun si no se lo han pedido, era su manera de demostrar que era una buena persona, tal como su abuelito le había enseñado desde que era pequeño.

I still want you // OFFGUN💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora