CAPITULO 09☕️

3.3K 378 8
                                    

Gun no quería preocuparse por el Alfa, pero había visto sus ojeras, sus ojos lagrimosos y el calor que desprendía aun estando a metros de distancia. Se mordió el labio dudando en si debería preguntarle si se encontraba bien o tal vez si estaba enfermo. Apagó la hornilla encendida de la cocina, subió las escaleras en silencio para que no notaran su presencia si su hijo había ya despertado.

Pero se sorprendió mucho cuando asomó la cabeza en su habitación. Ahora ninguno de los dos estaba despierto, Chimon se encontraba acurrucado en los brazos de Off, mientras este tenía su nariz enterrada en los cabellos del bebé. Su Omega saltó feliz, su Alfa y su cachorro se encontraban a poca distancia, Gun solo podía dar unos pasos y acurrucarse con ellos también. Pero no lo hizo.

Se acercó al lado de Chimon para despertarlo a desayunar, pero cuando intentó suavemente quitar la mano del Alfa de la espalda del cachorro, notó que la piel de esta estaba ardiendo. Off se removió un poco apretando el agarre en el cuerpo del más pequeño. Gun llevo la punta de su dedo índice a la frente del Alfa comprobando su temperatura y comprobando que efectivamente Off tenía fiebre.

—Alf... Off —llamó suavemente. —Despierta.

Off negó con la cabeza quejándose un poco, el Omega sabía que el Alfa era muy propenso a contraer gripe en los cambios de estación, recordó todas las veces que lo cuidó cuando caía enfermo en la cama por un par de días.

—Déjame acostar a Chimon en su cuna —susurró y esta vez el Alfa abrió un poco los ojos recogiendo sus brazos del cuerpo del pequeño.

Gun tomó con cuidado en brazos a su bebé, lo meció un poco para que no despertara y lo acostó en su cuna, sabía que eso duraría solo un poco, aunque Chimon fuera tan dormilón como él, eran cerca de las nueve de la mañana y el pequeño despertaría por hambre.

Volvió a pararse a un lado de la cama fijando la mirada en el rostro de Off, reunió todo el valor que su pequeño cuerpo albergaba y estiró una mano hacia la frente del Alfa, quemando su piel por el toque y sin poder apartarse, Gun tocó sus mejillas sonrojadas, y finalmente su cuello. Pero cuando iba a apartarla, una mano más grande tomó su muñeca con suavidad.

—No...

Su voz sonó rota, afligida y en ruego. Gun trataba de no derretirse por su puchero y su frente fruncida. Sí, recordaba muy bien que su Alfa era muy necesitado de mimos cuando estaba enfermo.

—Off, tienes fiebre —se acercó hasta sentarse a su lado.

—Me duele.

—¿Qué te duele?

Gun miró su rostro sintiendo como el Alfa tiraba de su mano hasta llevarla a su pecho cubierto por un grueso abrigo.

—El corazón.

El Omega cerró los ojos cuando sintió las lágrimas agolparse en ellos. El agarre en su muñeca se soltó, pero Gun no podía apartar su mano del pecho de Off. No cuando ya se estaba acostando de costado para mirar al Alfa.

—¿Puedes decirme por qué te duele? —su voz se había convertido en un susurro, siendo escuchada solo por el Alfa frente a él.

—Tú lo sabes —Off no abría sus ojos, solo se mantenía en forma de bolita acostado. —Me ha dolido desde que desperté.

El aroma a bosque húmedo que desprendía Off estaba haciendo adormecer a la parte humana de Gun, dejando que su lobo quiera tomar el control de su cuerpo. Antes de que Gun pueda responder algo, el Alfa ya estaba mirándolo fijamente. Su corazón se estrujó al ver la mirada desolada que tenía Off. Sin pensarlo mucho llevó su mano hasta el cabello desordenado que caía por el rostro pálido del mayor, lo peinó con sus dedos hacia atrás ganándose un ronroneó por parte del Alfa.

—Lo siento mucho, Off —Gun solo miraba como sus dedos se perdían entre los cabellos negros. No podía volver a mirar los ojos tristes del Alfa o terminaría haciendo cosas que tal vez lo hagan sentir incómodo.

—¿Hice... Hice algo mal?

La voz entrecortada de Off hizo que Gun no pudiera contener las lágrimas, pero le importaba poco que le viera derramándolas. Tampoco podía responder, su garganta ardía por el nudo que se apretaba a cada segundo. Podía sentir el lazo tirar hacia Off, su Omega lloraba desconsolado dentro de él, rasgando hasta que dolía. Para Gun, Off era el Alfa más puro que había tenido la dicha de conocer, su sensibilidad y brillo en sus ojos había hecho que el Omega se enamorara perdidamente de él, no era tosco ni demandante como la mayoría, y aunque Off odiara su parte emocional transparente, era de las cosas que más amo Gun.

—Me duele verte, Gun, yo... —Off se encogió aun más al ser mimado por las delicadas manos del Omega. —Yo quiero odiarte.

Gun mordió su labio para que los sollozos que tenía estancados en su garganta no salieran. Se sentía muy débil, su cuerpo había perdido la capacidad de coordinar con su cerebro. Un año anheló entre gritos de dolor y soledad ver a su Alfa, correr nuevamente a sus brazos, pero sabía que no podía, no cuando la vida de su cachorro corría peligro.

—Pero todavía te quiero...

Cuando sus ojos conectaron entonces Gun lloró, porque su Alfa también lloraba, aferrándose a su caricia en el cabello. Off se movió lejos del Omega haciendo que el corazón de este duela más. Lo entendía, lo sentía propio, su lazo abriendo la conexión de emociones era muy fuerte, observó como Off fue cerrando sus ojos soltando sollozos, hasta que se quedó completamente quieto, dormido lejos de Gun.

Los suaves sonidos de su cachorro lo hicieron levantarse de la cama. Limpió sus lágrimas sorbiendo su nariz. Se acercó a la cuna de su hijo viendo como este se frotaba los ojitos somnoliento, su cuerpo acostado dio un brinco de alegría cuando sus miradas conectaron, con una sonrisa Gun lo tomó en brazos llevándolo hacia el baño para su rutina diaria.

Luego de unos minutos salieron de la habitación, el cachorro mirando a Off dormir mientras estaba recostado en el hombro de su padre, estiró su corto brazo en su dirección, pero Gun no frenó su paso.  Luego de una hora en donde Gun hizo que su bebé desayunara frutas, un poco de chocolate y pan, subieron nuevamente a la habitación. Sentó a su bebé en la cuna poniendo muchos juguetes para que se distrajera. Besó ambas mejillas gorditas de Chimon ganándose ronroneos suaves de parte del pequeño Alfa. Tan Off.

Cuando volteó a la cama notó que el Alfa se había sacado el grueso abrigo que llevaba puesto, sus botas y su pantalón, quedando en una camiseta blanca y un bóxer negro. Sabía que el lobo de Off se encontraba desconsolado, lo sentía. Y por primera vez en la semana Gun decidió que debía complacerlo.

Buscó algunas toallas, las mojó completamente en el lavamanos con agua fría, quitó el exceso y se dirigió a la cama. Se sentó a un lado de la cama, llevó la toalla doblada a la frente caliente del Alfa, se asustó cuando el mayor se sobresaltó por lo fría que estaba la toalla. Estuvo un momento esperando que la toalla absorbiera un poco la temperatura alta de Off, volvía al baño a humedecerla con agua fría y volvía a la cama a ponerla en su frente. Repitió ese proceso cuatro veces hasta que la quinta vez que regreso, Off estaba con los ojos abiertos mirando atentamente al Omega.

Con nervios se acercó para volver a ponerle la toalla en la frente, pero el Alfa la tomó entre sus manos dejándola de lado.

—Ven.

Off se movió un poco para hacerle espacio en la cama a Gun. El Omega se ruborizó completo, lentamente se acostó a un lado del Alfa mirándolo. Por primera vez Off le regaló una tierna sonrisa, fue lo último que Gun vio en su rostro antes de que el Alfa se aferrara con el brazo envolviendo su cintura, y la cabeza refugiada en su pecho. Y por mucho que Gun haya tratado de negarse, su Omega chilló feliz al borde las lágrimas al estar pegado finalmente a su compañero. Cerró los ojos disfrutando de la sensación de tener a Off aferrado a su cuerpo, con caricias en su espalda, pasó una pierna encima de la pierna del Alfa y el brazo por su hombro ancho. Inevitablemente un ronroneo brotó de su pecho haciendo más dulce su aroma. Enterró la nariz en su cabello llenándose de recuerdos bonitos del pasado.

—Off...

—¿Hmm?

La respuesta somnolienta del Alfa le indicó que estaba por dormirse nuevamente, volvió las caricias a su cabello sintiendo como el agarre en su cintura se hacía más fuerte.

—Yo también te quiero todavía...

I still want you // OFFGUN💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora