✿; ¡No me digas Bro!

✿; Capítulo uno

Gulf estaba concentrado leyendo un libro de anatomía. Suspiró, estaba aburrido de ello, pero debía leer 20 páginas más y terminaría su calvario. Era ridículo estudiar tanto sobre el cuerpo humano, bueno para el lo era, se conformaba con saber lo esencial, pero al parecer la institución no pensaba igual. Para Gulf estudiar sobre algo que no le gustaba, le daba dolor de cabeza.

Cuando vio a Mew entrar en su habitación, pensó inmediatamente que su día quizás podía mejorar, su mejor amigo siempre le hacía feliz. Con su largo sedoso cabello castaño, con una sonrisa cálida albergando sus labios y sus mejillas abultadas y brillantes. Definitivamente Gulf contuvo el aliento. Joder, estaba tan enamorado de su mejor amigo que aveces dolía, quemaba y le llenaba el pecho con solo este aparecer y mirarle con aquellos ojos caramelos. Tan dulce y cálido. Negó y negó y trato de apartar los pensamientos idiotas y se concentro en estudiar a su amigo, que parecía demasiado feliz para ser solo un simple sábado.

Para Gulf los sábados eran igual de aburridos que los domingos. Quizás porque estudiaba como un loco los fin de semanas y también porque no era muy social, salir no era su estilo. Prefería la calidez de su hogar o invadir la casa de los Suppasit. Desde que recuerda siempre había sido cercano a Mew, habían crecido juntos y siempre se habían apoyado. Tanto sus padres como los de Mew, se llevaban bien. Poner a los Kanawut y a los Suppasit era como unir una misma familia.

Mew chasqueo los dedos y lo devolvió a la realidad. Gulf ladeó la cabeza y sonrió.

—Parece que tu mente va a volar de tu cuerpo—le dice con una sonrisa divertida.

—Quizás un poco—suspira dramáticamente—La anatomía no es mi fuerte. Ver porno suena mejor.

Mew suelta una carcajada que lo hace parecer más bello de lo que es. Gulf siente su corazón latir fuertemente en su pecho y ante eso trata de parecer normal. Desde siempre la sonrisa de Mew ha causado estragos en su corazón y en su estómago: las mariposas no se han ido desde que Mew entró a su vida.

—Pervertido—hace muecas obscenas y cejea.

—Por lo menos yo admito ver porno, no como otros— dice con suficiencia y voltea los ojos—Pero eso no es lo importante ahora, lo realmente importante es que vino hacer Mew Suppasit a mi casa, en mitad de exámenes finales.

Mew al recordar lo que venía a decirle a su amigo, sonrió y se sentó en la cama del alto.

—No creo que puedas creerlo—dice y después se levanta de un salto y chilla, ante eso Gulf se sobresalta y se toca el corazón asustado.

—Un día de estos lograrás provocarme un infarto.

Mew mueve los hombros, restándole importancia.

—Dramático.

—Chillas como niña ¿Sabias?

Mew frunce el ceño y lo fulmina con la mirada, para después sonreír.

—Ni el peor insulto hacia mi persona logrará borrar mi sonrisa... ¡Hoy es el mejor día de mi puta vida!

Gulf le mira detenidamente y por alguna extraña razón, comienza asustarse y su corazón se aprieta. Será que su amigo había conseguido una cita con Sandra Parkson, la chica más popular y de la cual Mew siempre elogiaba su belleza, si ese fuera el caso Gulf moríria en ese mismo momento y su corazón estaría vacío. Joder no quería escuchar lo que Mew tenía que decir, pero no podía apartar su curiosidad.

—¿Qué podría causarte tanta felicidad?—pregunta dudoso y juega con el cordón de su sueter. Su libro de anatomía olvidado en la mesita.

—Bro, no podrás creerlo... ¡Pero tengo entradas para el concierto de IU! ¡Dios, estoy tan feliz!—grita eufórico, da vueltas en círculos, para detenerse y subirse a la cama de Gulf y dar saltitos en esta.

Gulf observa a su mediano amigo ser una ráfaga de alegría en milisegundos y el en cambio está que se vuelve un asesino serial y está que comete homicidio y manda los restos de su amigo a Suiza.

Joder, el tipo de sus sueños románticos y húmedos, alias su jodido mejor amigo y su alma gemela acaba de llamarlo Bro. Para Gulf era literalmente un insulto que Mew le dijera de esa forma. Porque siempre le había dicho a su amigo "No me digas Bro" y aunque esté siempre pregunta el porqué de aquello, Gulf solo respondía "No lo sé, no me gusta" y ahí estaba el, llamándole Bro. Gulf quería patearlo fuera y correrlo de su casa y que dejará de una vez de saltar en su amada cama.

—¡Me importa una mierda que tengas entradas para un concierto de IU!—grita molesto y le señala—¡Bajate de mi cama ahora y vete!

Mew se congela y su sonrisa disminuye, hasta hacerse una línea recta. Baja de la cama con calma y mira fijamente a su amigo.

—¿Qué te sucede ahora?— pregunta.

Gulf bufa y se recuesta en su cama.

—Ahora Mew Suppasit se hace el desentendido... Que irónico.

Mew suspira y masajea su cuello. Su pecho se encoge y la felicidad disminuye de a poco, volviendose un vacío.

—Sigo sin entender, porque un concierto podría molestarte tanto. Iré contigo.

Gulf se ríe sin gracia. Su amigo era un idiota.

—Me sacas de quicio—   chilla y se remueve en la cama y jala sus cabellos.

La imagen que ve en estos momentos a Mew le provoca un poco de risa.

—Si no me dices cómo voy a entenderte.

—¡Idiota me acabas de llamar Bro! ¿Te parece poco?   —se levanta de la cama y empuja a Mew, que se queda de piedra para después soltar muchas carcajadas—Y de paso osas burlate de mi... ¡Te odio!

Mew detiene los golpees en su pecho que le propina un alto de mal genio y lo abraza, meciendolo en sus brazos como a un niño chiquito. El olor de Gulf se filtra en su fosas nasales y suspira rendido, lo amaba tanto y le parecía tan divertido hacerlo rabiar, solo con un insignificante bro. Era tan divertido.

—No te enfades, yo te quiero, Bro.

Gulf se remueve furioso y se suelta del abrazo y le saca a empujones de su habitación. La puerta le da de lleno en la cara a Mew y este bufa.

Ver a su amigo molestarse por un Bro, era la cosa más tierna de este mundo. Mew debía admitir que a veces se le salía el Bro para hacer rabiar a Gulf, porque en el fondo esperaba que este le dijera "Que odiaba el Bro, porque lo amaba y el nunca lo vería como un hermano" pero eso nunca sucedía y aunque Mew podría decepcionarse de esperar a su amigo y que esté nunca correspondiera sus sentimientos, el nunca lo dejaría y lo sabía, porque amaba a Gulf con todo su corazón. Su hermoso cabello castaño; largo y suave, sus ojos marrones claros; tan luminosos como las mismas estrellas y su dulce sonrisa de corazón; el sonido de esta era una melodiosa sinfonía para su corazón. Si estaba jodidamente enamorado.

Siguió caminando para llegar a casa. Esta quedaba cerca de la Gulf, sólo lo dividía dos cuadras.

Sonrió. Sabía que la pelea de ahorita no dudaría mucho, porque aunque Gulf siempre se haya molestado con el por decirle "Bro" siempre terminaba perdonandolo.

Cuando sonó su teléfono, supo que no se equivocaba.

De: Gulfyto

"Vuelvo a repetirlo, si me llegas a decir Bro de nuevo, ve preparando tu ataúd"

Mew soltó una risa y contesto de inmediato.

"Ok mi capitán"