CAPITULO 14

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-Thais...- gruño perezosamente dándome la vuelta -Thais despierta.

-Es muy temprano...

-Thais... debes despertar, ¡ahora!- bufo y a regañadientes abro los ojos parpadeando un par de veces, lo primero que veo es oscuridad, las luces están apagadas y la habitación sigue en penumbras. Al igual que cuando entre.

Enciendo la pantalla de mi móvil, son las 2:45 a.m. Arrugo el ceño.

¿Qué carajos?

Doy un respingo cuando una mano se enrosca en mi muñeca bajándome de la cama, no me da tiempo a gritar ya que cubre mi boca con su otra mano, la respiración se me acelera y solo me relajo cuando veo su reflejo en el espejo frente a ambos, es Daxon. Intento zafarme pero él me pega mucho más a su cuerpo retrocediendo hasta quedar ocultos en el espacio tras la cabecera de la cama.

Tomo suavemente la mano con la que cubre mi boca y la bajo asegurándole que no hare ruido, él sigue manteniendo la vista pegada a la ventana del otro lado de la cama:

-¿Qué pasa?

-Nos encontraron- mi ceño se hunde más con confusión.

-¿Nos encontraron? ¿Quiénes?

-Es...- como si quisiera confirmarlo el sonido de un arañazo contra la ventana me deja fría contra el pecho duro del moreno, una sombra deforme y gigante se deja ver fuera espantándome, con un movimiento rápido D me deja detrás de él mientras la sombra se desplaza a lo largo de la ventana llegando a la puerta del balcón... que si está abierta.

La respiración se me atranca cuando vemos a la sombra caer al suelo en un golpe seco, como un slime cayendo al piso. Pero a diferencia de eso, la masa sin cuerpo se levanta formando una silueta es, es un... ¿perro?

-Maldición.

-¿Qué?

-Es su maldito sabueso ¡lo sabia! Sabía que sería él quien vendría.

-Daxon ¿De qué hablas?

-Hay que salir de aquí- refuta ignorando mis palabras, toma mi muñeca y me indica que lo siga en completo silencio, paso saliva y asiento caminando tras de él, es fácil atravesar la habitación y llegar a la puerta, o al menso así debería ser.

Pero resulta todo lo contrario cuando la bestia gigante asoma la cabeza por la puerta entre abierta, me cubro yo misma la boca al ver al sabueso, no tiene pelo, es totalmente carnoso de pies a cabeza dándole un toque amorfo, los dientes los tiene como colmillos largos y afilados mientras los ojos totalmente blancos y con venitas rojas lo dejan ver como el guardia de seguridad del mismísimo infierno.

-Thais tranquilízate- regaña D en un susurro al tiempo que el animal entra por completo a la alcoba -Es ciego, pero huele el miedo y si no te calmas va a...- muy tarde amigo mío, el perro se gira en redondo hacia nuestra posición dejándome plantada en el suelo llena de terror, cada parte de mi tiembla mientras el moreno da un paso al frente haciendo de escudo.

-Sal de aquí T- no puedo moverme y lagrimas gruesas empiezan a nublarme la visión, el sabueso se inclina sobre sus patas delanteras empezando a gruñirnos acercándose lento.

-Corre- intento de oxigenar mi cerebro para así poder obedecer pero antes de estar lista...

-¡AHORA THAIS!- el sabueso gigante se abalanza sobre nosotros tratando de llegar a mi pero Daxon lo detiene, suelto un grito agudo y emprendo la huida en busca de la puerta, salgo al pasillo sin dejar de llorar mientras aun corro. Doy un traspié y ruedo cayendo a mitad de las escaleras.

Entre cielo y tierra. (En Adaptación)Where stories live. Discover now