El alumno y sus sensei parte 2

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Su cama era el único lugar bonito donde su trasero quería estar en estos momentos, después de todo fue destrozado por dentro por 4 profesores suyos quienes tienen el pene grande. Pues es como dicen algunas chicas al quejarse.

¡¿Que todos los chicos guapos son gays?!

Bueno siempre se rió de esa frase ya que siempre el dijo que era un decir o solamente no era verdad, pero quien diría que eso si era en realidad, y más cuando todos sus profesores al parecer, y solo los varones estaban locos por el. Quien sabe lo que debe pensar ahora, ¿Debería estar feliz de mi hermosura? ¿Qué tan bueno es esto? ¿Es genial que varios se peleen por mi?

¡Prácticamente no! Eso es lo más infantil que cualquier chico de su edad pensaría inmadura mente, con solo siempre tener que ver eso en algunas escuelas y ver el chico o chica disfrutar de como 2 o más se pelean por su amor es de lo más hipócrita, el nunca en la vida es así, apenas llega a ver eso y simplemente se le vienen las ganas de vomitar.

Tanjiro: – puso su brazo en su frente y acomodo el otro por detrás de su cabeza – ya esto literalmente es una tontería, desearía poder haber aprobado mis demás asignaturas – ahora estaría hecho caca, y no hay mucho que el pudiera hacer, a una semana de que los resultados ya sean enviados y bueno, sus calificaciones en historia, química, lógica y física ya estaban bien, pero se sentía mal por la forma en conseguirlo – yo...creo que es la mala manera.

Ahora mismo el se encontraba solo en su casa, por lo que no había nadie ya que todos salieron hacer varias compras para navidad, por lo que no había tiempo para detenerse.

Apenas en estos últimos días antes de navidad quien diría que todos los pedidos que su familia a recibido a llegado a varios locales y muchos están pidiendo su pan para comer, fiestas, vender en otras tiendas, lo aleja de comida y más.

Ding Dong

El timbre de su casa había sido tocado en el peor momento posible, cuando apenas se podía levantar.

Tanjiro: *Vamos Tanjiro, tu ya haz hecho 800 panes en una sola noche, puedes hacer esto* – levantándose pero... – Agh! *Me equivoqué....*

Pues arrastrándose tuvo que dirigirse hasta la puerta, quien apretó el botón de nuevo, fue un infierno tener que bajar las escaleras, pero lo bueno que como era de 3 pisos, tenían un elevador para capacidad de 4 personas, por lo que le fue más fácil.

Al ver de quién se trataba se sorprendió, lástima que su olfato no le ayudo debido al olor del pan que siempre había en su casa.

Tanjiro: ¿Himejima-sensei? *Mierda ahora sí estoy paralítico*

Himejima: Hola Kamado-kun.

Tanjiro: Hola Himejima-sensei.

Himejima: Está bien, no estamos en la escuela, puedes llamarme por mi nombre sin poner honoríficos.

Tanjiro: Está bien, en ese caso puede llamarme por mi nombre si quiere, tampoco es necesario usar los honoríficos.

Himejima: Bueno, en tu caso yo tendría que llamarte con los honoríficos del san o shonen pero si estás bien sin honoríficos estoy de acuerdo en no querer incomodarte.

Tanjiro: – sonriendo – *puedo oler la empatía que suelta y también su amabilidad, aunque es el más amables de los profesores después de Kanae-sensei claro la mayoría siempre por accidente le decimos papá, hasta yo* claro puede pasar.

Himejima: Por cierto Kamado.

Tanjiro: ¿Si?

Himejima: ¿Porque estás arrastrado?*Creo que esos 4 se pasaron contigo* necesitas ayuda?

VIRGINIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora