Ahora hablemos un poco sobre Kyojuro Rengoku, un chico de 24 años de edad con un bello rostro hecho por los mismos dioses, un cuerpo tan bien formado que dan ganas de lavar ropa en su lavadero. Kyojuro un chico que cuidó a su familia en especial a su padre quien bebía demaciado y salía a lugares tan poco transcurridos o por los distritos rojos que solían a ver cerca.
El pasar de los años Kyojuro al fin se podría ir a la ciudad a trabajar dejando a Senjuro de 16 años a cargo de la casa y de cuidar al mayor el cual ni parecía tener bastante años y como dicen algunos, los viejos siempre son los más sabrosos en este caso el papá de Kyojuro, pero dejando eso de lado, decidió hablar por última vez con su padre.
-¿Qué quieres Kyojuro?... Que sea rápido que no tengo tiempo para un inútil como tú- habló como siempre con esas palabras tan crueles dedicadas a su hijo mayor.
-Sólo vine a decirte padre que ya me voy y espero regresar en unos años a visitarte, sólo pido que cuides tu salud, les mandaré cartas y regalos, yo me retiró... Hasta luego... Padre-habló y se despidió de su padre quien sólo lo miro y le dio una leve sonrisa haciendo que Kyojuro se sintiera más feliz que nunca ya que era la primera vez que su padre le sonreía.
-Hermano... ¿enserio ya te tienes que ir de verdad? ¿Por qué no te quedas?-Habló Senjuro quien empezó a llorar al ver a su hermano irse y sin más este otro lo abrazo, y acaricio con cariño su cabello.
-Tranquilo Senjuro prometo que vendré a verte en vacaciones y te mandaré cartas ¿si? No llores, tu hermano mayor siempre estará contigo-Le sonrió al menor, el cual asintió levemente y lo abrazo por ultima vez, sin más, se despidió bien de el lugar y de su familia y salió de casa.
Tomó un taxi para que lo llevara directo al aeropuerto. Al llegar compró su boleto y al poco tiempo subió a su avión, el viaje fue largo pero al fin llegó a Tokio un hermoso lugar, era de noche y la ciudad brillaba con cada anunció y con los restaurantes y lugares abiertos a esas horas.
Su vuelo al fin aterrizó y al llegar saco su equipaje, espero a que su buen amigo lo recojiera, claro, estuvo esperando media hora hasta que aquel chico de cabello blanco, alto y fuerte apareciera, por todo el camino hasta llegar al estacionamiento le mandaban coqueteos a Uzui pero ¿quien no lo haría? Un chico de 25 años con un buen cuerpo, un hermoso rostro y en lo personal ganas de que te de y no consejos, y de que te ahorque con sus manos, hay bastantes pero prosigamos mejor con la historia.
Después de llegar al departamento que había comprado, se instaló y arreglo todo, Uzui como de costumbre se fue a beber, claro invitó a Kyojuro pero este lo rechazó ya que tenía que ver unas cosas y saber si lo aceptaron en la Universidad en la que trabajaría por un tiempo.
Al revisar su correo y verificar en que todo estuviera bien y en sus papeles, le llego un mensaje del director de aquel Instituto, Kagaya Ubuyashiki, diciendo que fue aceptado y que lo esperaría en 5 días para que empezará a trabajar, claro que en el tercer día donde el conocería la ciudad aprovechando de que Uzui estaba cerca de donde el ahora vivía y trabaja en el mismo instituto en el que lo acaban de aceptar, sería Uzui quien le enseñaria el lugar y lo presentaría a Kagaya Ubuyashiki o como Uzui le decía Oyakata-Sama.
Al estar ya instalado en aquel departamento descanso un poco mientras que estos días extrañaría a Senjuro y a su padre ya que no sabía si las cosas estarían en perfecto estado ahí puesto aque su padre es muy duro con su hijo menor ya que este tampoco era digno como para seguir a su padre, Senjuro siempre fue apoyado por su hermano mayor pero ahora el cuidaria de su padre y aunque este se enoje o quiera golpearlo, por que habían ocaciones en que su padre al estar tan ebrio y se enojaba daba un buen golpe asi que se cuidaria de eso.
Salió un poco de su departamento caminando hacia alguna parte de la ciudad, explorando un poco de esta viendo cosas realmente hermosas qué decoraban especialmente la ciudad de Tokio, dandole un toque único y realmente hermoso, disfrutaba de aquello brisa algo fría que chocaba con su rostro sintiendo como esta congelaba cada centímetro de su cara, lo bueno es que salió con suéter, la brisa era suave y tranquila teniendo un toque frío y único, pronto llegaría el invierno y las epocas navideñas así que ahora disfrutaría del tiempo que estaría en la ciudad y esperaría a que en cada lazo del tiempo podría encontrar al chico con el cual había hecho una promesa desde hace bastantes decadas o incluso siglos, con ese chico que lo hiciera feliz y poder formar la familia que siempre a soñado pero lo que nuestro Kyojuro no sabe es que ese chico esta más cerca de lo que el mismo creé.
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Nuestro Reencuentro °[Kyotan]°
De Todo¿Será verdad lo que dicen? ¿Después muerte puedes rencarnar? puede ser verdad o mentira pero nadie sabe si sea posible. -------------------------------------- -Rengoku-San...?- aquel joven de 19 años, veía con atención al rubio de unos 24 años el cu...