𓄹 : roces

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Estaba en la pequeña barra de su casa, aquella casa que consistía en solo dos habitaciones (cocina, cuarto) y un pequeño baño situado donde dormían. La pequeña parte que se suponía que era su cocina, no había más que un pequeño refrigerador, la barra con dos bancos y un microondas.

Según él hacía su tarea, pero no podía dejar de pensar en Taehyun que descansaba en la habitación.

"Hablando en serio, creo que te has vuelto un poco paranoico con todo esto. Porque sí, Taehyun es muy lindo y sus ojos parecen tener un brillo y color únicos, pero también parece no querer en lo más mínimo una relación contigo. Y no, no porque vea algo malo en ti, es solo que parece que él no se ha enamorado de tus acciones tal y como tú lo estás de sus gestos."

"Y llámame tonto por decir que eres un pendejo porque en lugar de estarte quejando contigo mismo y perderte en tus estúpidos pensamientos que solo alimentan ese tic en tu ojo, podrías estar en la habitación hablando con él sobre lo que sientes."

Golpeó su cabeza con la libreta, estaba estresado, porque habría preferido que su vida siguiera en una incógnita antes de caer en cuenta de lo que sucedía.

Y no, no le disgustaba para nada de Taehyun fuese el que comenzaba a llamar su atención.

Lo que le disgustaba es que no sabía cómo llegar a gustarle.

Jamás creyó que tuviera que hacer algo verdaderamente, cuando pasó lo de Kai, ni siquiera hizo mucho porque el menso lo mandó muy lejos al primer momento.

"¿Quieres café?" Preguntó esa tierna voz con toque rasposo detrás suyo.

"No me gusta el café."

"¿Ni el café helado?" Negó. Taehyun avanzó con la sábana enredada en su cuerpo, sacó un pequeño termo de la parte de abajo y le pegó sus labios. Se veía cansado y sus mejillas hinchadas, pero para él seguía viéndose igual de atractivo.

Y creyó que el revoloteo de las mariposas en su estómago podía ser escuchado hasta por el pequeño.

"Es tarde, no es para que estés tomando café"

"Ya no puedo dormir, así que no importa." Beomgyu rodó los ojos y cerró su cuaderno. "Gyu, ¿Qué te gusta hacer pero es algo que no has hecho en mucho tiempo?"

Lo pensó, dejando caer sus brazos en la barra. Taehyun tomando confianza enrolló su mano en el dedo gordo del más alto. "Solía dibujar en las paredes de mi habitación, a papá le gustaba porque decía que quería que quedarán los recuerdos de cada día de mi vida. Comencé a los cinco, y a los catorce dejé de hacerlo porque pasó todo eso."

Recordaba que había dibujos que no venían al caso, o garabatos aparentando ser dibujos, pero estos mal logrados le causaban vergüenza.

Y aunque ahora se acordaba y le disgustaban, por un lado lo hacía sentir más cerca de ellos.

Porque aunque el tiempo siguiera pasando él no podía dejar de extrañarlos.

"Pero si vamos a tu casa podremos verlos, ¿No es cierto?" Preguntó con ilusión. Beomgyu apenado no tuvo de otra más que negar.

"Nos corrieron un mes después de que mamá murió, papá no podía pagar la renta del lugar y terminamos siendo echados dejando la casa llena de recuerdos. En casa de mis abuelos trate de seguir con ello, pero ya no sentía la misma emoción" Subió su otra mano hasta la mejilla del castaño y la apretó. "Tengo algunas fotos en casa de ellos, tal vez en algún momento podamos ir a verlas"

"Sí, sí, sí." Dio brincos hasta posarse delante suyo, con la sábana en la cabeza y su pequeño cuerpo cubierto por un pana gris. Tomó de ambas manos sin dejar de mostrarse emocionado. Se le quedó viendo con sus ojos rizados y Beomgyu sintió su corazón acelerado mientras sus manos morían por acercarlo y besarlo. "Me gusta que tu infancia suene tan bonita."

"Habría querido lo mismo para ti." Dijo en un murmullo. Taehyun negó sin perder la sonrisa.

"No pienses en eso, yo odio hacerlo." Besó su frente con cariño. "¡Ahora cuéntame más sobre ellos! Me gusta como hablas de tu familia, Gyu, me gusta mucho, mucho"

Tal vez Beomgyu se ilusionó con ello, pero de verdad que se sentía importante cuando Taehyun mostraba interés así la pequeña cosa fuera insignificante.

❝ lluvia ꒱ beomhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora