Hay un momento de nuestras vidas en el que
somos tan vulnerables que nos rompemos y no
sabemos cuándo las piezas se volverán a unir.
Así era como se sentía Elisabeth luego de pasar
un largo tiempo en una relación tóxica, hasta que llegó él y se prop...
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ELISABETH mentiría si dijera que no estaba nerviosa, era la primera cita que tendría luego de su última relación y el hecho de que esta termino mal aún le afectaba pero estaba decidida a pasar un buen rato con el británico. Salió de su habitación nerviosa, no sin antes mirarse al espejo una última vez para cerciorarse que todo estaba en perfecto estado. Camino por el pasillo del hotel hasta el ascensor y mordió su labio inferior nerviosa, sería la primera cita que tendría luego de su relación con El que no debe ser nombrado y a pesar de que se trataba de Lando, estaba muy nerviosa. Beth sonrió al llegar al lobby y ver lo guapo que lucia el británico con las manos en el bolsillo y viendo a todos lados un poco nervioso. Bien no era la única que estaba nerviosa. Llevaba unos pantalones negros y una camisa blanca que la castaña no supo descifrar porque le gustaba tanto como le quedaba.
- Lo siento, ando buscando a un chico, de casualidad lo habrá visto.- le hablo fingiendo que no lo conocía.-No es tan alto, ojos verdes y una linda sonrisa
-Si, creo que lo he visto por aquí. le siguió el juego.-
-Genial, ¿me podría decir dónde está?-
-Claro, dame un momento.-se dio la vuelta por unos segundos. -Linda, apareciste! Me dijeron que me estabas buscando.-
Beth soltó una carcajada no solo por lo tierno que se vio haciendo eso sino porque estuvo contenido la risa todo el juego. Lando no pudo evitarlo y también soltó una carcajada.
-Estas muy linda, Beth. -murmuró cuando las risas pararon.
-Gracias. Tú también estás guapo.
-¿Quien? ¿Yo? No.-bromeó.-Dilo una vez más. -murmuro bromeando.
La castaña soltó una pequeña carcajada.
-Nota mental: Tiene mucho ego.- bromeó ella.
Lando negó con un gesto de su cabeza mientras reía. Eso era lo que más le atraía de la chica, que las risas no paraban.
-¿Vamos?-pregunto el ojiverde.
-Vamos.-aceptó la castaña caminando delante del ojiverde.
Juntos caminaron hasta la salida del hotel, Beth siguió a Lando que los encaminó hasta donde se encontraba su auto que para poco sorpresa de la castaña, era un McLaren naranja.
-¡Woah! Qué bonito auto!- exclamó la castaña al ver el auto ,McLaren tiene los autos más bonitos-Y lo dices objetivamente.-ambos rieron.-¿Me dejas conducirlo?
-No. -murmuró abriéndole la puerta a la castaña .
-¿Por qué no?-pregunto acercándose a él sin entrar al auto.
-Porque yo conduciré y no se que tan buena conductora eres.-respondió con gracia.
-Soy una conductora decente.-replicó.-Déjame conducirlo.- insistió.
