Hay un momento de nuestras vidas en el que
somos tan vulnerables que nos rompemos y no
sabemos cuándo las piezas se volverán a unir.
Así era como se sentía Elisabeth luego de pasar
un largo tiempo en una relación tóxica, hasta que llegó él y se prop...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
BETH caminaba por el paddock animadamente no solo porque estaba de buen humor sino porque estaba emocionada por la carrera. Tanto Lando como su hermano estaban entre los primeros tres para comenzar la carrera y ambos pretendían quedarse en esos puesto para obtener un podium. Los pies de la castaña se detuvieron al ver al piloto británico saltando la comba, como habia visto ya hacer a Charles, de una manera que se podría acercar a la perfección.
-Woah. -soltó tan alto que el piloto la escuchó.
Ahora va a creer que lo acoso, buena esa Beth
-Bonita, no te había visto ahí.- hablo él parando su ejercicio para acercarse a ella y besar su mejilla.
-Estaba admirando tu destreza para saltar a la comba. -murmuró con un poco de gracia rogando que él no se diera cuenta que lo estaba viendo embobada.
Él soltó una pequeña carcajada mientras dejaba la cuerda a un lado para acercarse un poco más a la castaña .
-Con los años he podido mejor mi técnica. Es algo que hago antes de cada carrera.-mencionó.
-Parece que te sienta bien.-
Inconscientemente Elisabeth se tomó unos segundos para apreciar al británico . Su cabello perfectamente despeinado, sus ojos que siempre lograban capturarla, su sonrisa y sobre todo su cuerpo que estaba cubierto por el típico suéter blanco de los pilotos y el mono azul marino cubriendo el resto de su cuerpo y amarrado en la cintura.
-¿Cuando llegaste?-cuestionó el británico .-No te vi ayer.
-Llegue en la noche, en la madrugada, ni siquiera he visto a Max.-dijo.
-Tampoco es tan agradable. -bromeó.
Beth soltó una carcajada que contagió al ojiverde.
-Hey, vi que sales de primero.- mencionó con un poco de emoción.- Felicidades.-tocándole suavemente el antebrazo como apoyo.
-Si, aún no canto victoria porque todo puedo pasar.-murmuró con una mano en la nuca un poco nervioso.
Beth no logró descifrar si se había puesto nervioso porque no sabía qué pasaría en la carrera o porque sus ojos no se despegaban el uno del otro.
-Sobre todo con Max pisándome los talones.-soltó Lando con un poco de gracia para evitar ponerse nervioso.
-Podrías ganar, lindo, eso es emocionante.-lo animo Beth.
Lando sonrió. Le gustaba mucho cuando lo llamaba por ese apodo.
-Si gano, ¿estarás ahí para apoyarme?-pregunto con un tono más pícaro.