Hay un momento de nuestras vidas en el que
somos tan vulnerables que nos rompemos y no
sabemos cuándo las piezas se volverán a unir.
Así era como se sentía Elisabeth luego de pasar
un largo tiempo en una relación tóxica, hasta que llegó él y se prop...
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-BUENOS DÍAS, mis pajaritos.-saludos animadamente la castaña con dos bases de cartón que sostenían vasos con café.
-Alguien despertó de buen humor. - murmuró el neerlandés.
-No puedo evitarlo es quien soy, aunque aún estoy molesta con ustedes por dejarme plantada el viernes.-dijo mientras le daba un vaso a cada piloto.
-Creo que ya te pedimos perdón muchas veces por eso.-murmuró el australiano recibiendo el vaso con café.
-Aún no han sido suficiente.
-No tomó café, linda.-murmuró el británico cuando la castaña le ofreció un vaso.
Ella frunció el ceño pensando que había entendido mal pero estaba segura que había escuchado bien.
-Parece que Beth está apunto de tener un infarto.-bromeó Charles.
-¿No tomas café?-él negó.-¿No te gusta el café?
-No, la verdad prefiero la leche sola.
Nadie nunca se había negado a recibir un café de parte de la castaña. El café para ella era una parte fundamental de su vida, es como si fuera una de las gilmore girls y ahora el chico por el que se sentía extrañamente atraída no le gustaba el café.
-¿Soy yo o la posible relación entre Beth y Lando se acaba de terminar antes de empezar?- pregunto con gracia Carlos.
-En algún momento su cerebro va a explotar.-bromeó Sebastian.
-Beth, está bien, puedo comprarme leche.-insistió el británico .
-No te gusta el café, no le gusta el café.-le hablo ahora a los demás.
-Está bien, hermanita, todos tenemos gustos distintos.-murmuró Max tomando a su hermana por los hombros.
-Toma el vaso antes de que a la pobre Beth le explote la cabeza. - le murmuró Carlos a su compañero de equipo.
-Quería tener un lindo gesto con ustedes y a ti no te gusta el café.- murmuró la castaña un poco afectada.
-Sabes que, por hoy tomaré, solo por tu me lo das.-hablo Lando.
-¿En serio?-los ojos de la castaña brillaron.
El asintió tomando el vaso que todo este tiempo ella le estuvo ofreciendo.
-La próxima te traeré leche.-murmuro Elisabeth .
El ojiverde no emitió palabra y se limitó a guiñarle uno de sus ojos. Gesto que la castaña no había visto antes y sintió algo parecido a mariposas en su estómago.
-Okay, crisis superada, vamos a recorrer la ciudad.-hablo Pierre.
-Vamos, niños. Charles, camina adelante, no quiero que te pierdas.- bromeó el aleman haciendo que el resto del grupo, incluso el monegasco , rieron.