Hay un momento de nuestras vidas en el que
somos tan vulnerables que nos rompemos y no
sabemos cuándo las piezas se volverán a unir.
Así era como se sentía Elisabeth luego de pasar
un largo tiempo en una relación tóxica, hasta que llegó él y se prop...
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-¿QUE ESTÁS haciendo aquí? Pensé que estarías con Norris celebrando.-exclamó Charles cuando la castaña entró a su pequeño cuarto.
La castaña sonrió sentándose frente a él.
-Lando está muy ocupado siendo la estrella del día y Max esta dando entrevista, así que vine a ver a mi tercer piloto favorito.
-¿O sea que si me cambiaste por Norris?-pregunto con gracia.
Beth estaba sorprendida que el monegasco estuviera de buen humor, no había tenido una buena carrera. No había entrado en los puntos y no había sido su mejor día como piloto, por eso había ido a ver qué tal estaba, en vez de estar en una sala de Red Bull con su padre.
-No te cambie, no podría hacerlo.- murmuró riendo.-¿Estás bien?
El monegasco encogió sus hombros y, aunque trató de ocultarlo, sus ojos se llenaron de tristeza.
-Hice lo mejor que pude, no fue un buen día en la oficina. Lo superare.-murmuró triste.
Beth no se pudo resistir y se puso de pie para abrazarlo por los hombros. No conocía de mucho al piloto monegasco , pero en el poco tiempo que se conocían habían formado una linda amistad, como de hermanos.
-No seas tan duro contigo mismo, hay mucho que aún puedes lograr.-murmuró tomando su rostro por las mejillas.
El sonrió en respuesta.
-Ya veo porque a Max le gusta que vengas a las carreras, dices las palabras correctas en el momento correcto.
-Soy una chica de muchos talentos.-bromeó guiñándole uno de sus ojos color miel.
-¿Donde está mi amigo el modelo?- se escuchó la voz del francés en los pasillos.
-Las palabras de mamá no fueron suficientes, ahora viene papá al rescate.-bromeó la neerlandesa haciendo reír al monegasco.
Se alejó de su amigo para volver a sentarse frente a él mientras la puerta se abría revelando un Pierre sudado y colorado.
-¡Beth! No pensé que te encontraría aquí.
-Vine a ver cómo estaban mis chicos.
El francés soltó un bufido.
-No fue nuestro mejor día, para ser sinceros.-murmuró sentándose junto al monegasco en lo que parecía ser una camilla acolchonada.
-Eso es seguro.-agregó Charles con menos animo.
-Hey, no se desanimen. -hablo la castaña haciendo que alzaran sus miradas.-Una mala carrera no los define como pilotos, además ambos son excelentes y no deben ser tan duros como ustedes mismos. Disfruten de los malos momentos porque son los que los harán más fuertes.
El par de pilotos compartió mirada y sonrieron.
-Es buena. -murmuró Pierre.
-¡Lo se! Por eso es que Max la quiere siempre con él.-agregó ando riendo levemente.
