Summary: Adrien nunca habría pensado que La Muerte fuera una chica. Aun así, habría tomado la misma decisión una y otra vez: tener el mundo a sus pies, y a Marinette flotando a su lado.
Portada hecha por: @KatuSegura1
Me encanto. Muchísimas gracias...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
♡ ∧ ∧ ( - з -) ┏ • 〇〇 • - • - • - • - • - ┓
Title: Goddess of Death
Ship: Adrinette.
Genre: AU, Romance, Slash, Humor, Fantasy.
Word Count: 50,100+
Word CountperChapter: 2100+
Rating: NC-17
Chapters: 3/11
Beta: noestribar
Disclaimer: No son míos, si lo fueran seria esclavitud y está mal... o bueno, no podría decirlo en voz alta :v
Music: Odiarte by Paty Cantú
✨Los comentarios, estrellitas, y las galletitas, me hacen feliz.✨
┗┳┳• - • - • - • - • ┳┳ ┛
Últimamente, todo era lo mismo. Cada vez.
Adrien lo había disfrutado al inicio, una parte de él aún lo hacía – las luces, la música, el dolor en la yema de los dedos debido a las cuerdas de la guitarra. Solía decir, cuando era niño, que había nacido para ser la estrella del show, para ser uno con la melodía y el ritmo, y había sabido –mientras estaba de pie en su primer gran escenario – que quizá había sido forzado a hacer un contrato con La Muerte para lograr sus sueños, pero finalmente estaba donde merecía.
No se arrepentía. Nada de eso. Después de todo, no había tenido otras opciones, Marinette claramente le había dicho mientras él yacía tendido en la nieve: él ya estaba muerto. Era o un año más..., o el fin.
Por ello, habría tomado la misma decisión una y otra vez, tener el mundo a sus pies, y a Marinette flotando a su lado, como algún tipo de fantasma en falda ceñida, pero a veces..., cuando la música se apagaba y sus compañeros y staff habían bebido suficiente y se habían ido a casa, él se quedaba solo con sus pensamientos y se preguntaba cuán injusto era todo. Cuán ridículamente tonto era todo.
—Adrien Agreste,— una voz le dijo, y no pudo evitar sonreír de forma amarga porque reconocía quién era. —Luces algo mal. ¿No deberías ir a casa ya en lugar de estar aquí solo?
—¿Yo? ¿No querrás decir 'deberíamos'?— El chico dio un sorbo a la lata de cerveza que aún sostenía – la cual estaba asquerosamente tibia para ahora, pero no era como que le importara. Tenía que admitir que estaba en el estado triste de la ebriedad, pero trataba de aparentar estar animado. —Si no me equivoco, y para ser honesto dudo que después de todos estos meses, puedas ir lejos de donde estoy. Es por eso que ves todos mis shows, aun si no los disfrutas.
Marinette había estado flotando sobre su cabeza, pero aterrizó delante de él, con el bastón plateado en mano y haciendo un puchero. Su cabello estaba desordenado esa noche, cayendo sobre sus ojos y su espalda en una cortina negra de una forma despreocupada. Adrien tuvo que pelear las ganas de enredar sus dedos entre sus hebras, aun cuando sabía que solo tocaría aire de haber intentado algo tan tonto.
