Diez Maneras De Joder a Mi Maestro [KNY]

Capítulo Dos

Día uno

Fuera de la finca del Pilar del sonido, se encontraba Tanaka olvia entrenando junto con su Maestro.

— Más rápido Tanaka.— gritó lanzando golpes que la joven esquiva con dificultad, ambos luchaban con sus katanas.

Uzui en un Veloz movimiento la hace caer al suelo y la apunta al cuello con su katana.

— gané otra vez.— se burló de la menor esbozando una gran sonrisa.— ven, levántate.

Olvia acepta su mano en silencio y se levantó del suelo, sacudió sus ropas y suspiro agotada.

— ¡te digo que para vencerme debes ser más extravagante!.

— ¡claro que no!.— refunfuña molesta.— no necesito ser así, estoy bien como estoy uzui-sensei.

— como digas, tomemos un descanso.

Olvia sonrió Maquiavélica, su plan iniciaría esa misma tarde.

— claro sensei.

[•••]

Una joven con kimono corría a toda velocidad escapando de un hombre que le dobla en tamaño y fuerza.

— ¡¡vuelve aquí mocosa!!.— grita tengen persiguiendo a Tanaka por el pueblo.

— ¡¡nunca me atraparas orangután albino!!.— corría desesperada esquivando a las personas y saltando de techo en techo.

Flashback de hace 20 minutos.

— valla, pero que hombre más apuesto.— hablaron unas mujeres mirando a uzui caminar acompañado de olvia.— tiene todo lo que una mujer desearía.

El pilar infla su pecho con egocentrismo al escucharlas hablar de el, hasta que su estudiante habló.

— yo no estaría tan segura señoras, entienden? *guiño* *guiño*.

Y sin aguantarlo comenzó a reír escandalosa logrando avergonzar al pilar del sonido.

— ¡mocosa insoltente!.

Fin flashback de hace 20 minutos.

— vuelve aquí olvia, te enseñare a respetarme.— le gritaba a punto de atraparla.

— ¡¡eso te pasa por mujeriego, tienes tres bellas esposas en casa y tu flirteas con todo lo que se mueve!!.

Tanaka sin darse cuenta a tiempo, tropezo con una roca y del techo cayó al suelo dando chance a que Tengen la atrapase.

Uzui la toma sin delicadeza del pie, la joven estaba de cabeza y al verlo le sonrió.

— ya le dije que tiene unos ojos hermosos?.

— como si eso fuera a salvarte.— la puso en su hombro como costal de papas y le dio una nalgada en castigo, además sabía que su estudiante odiaba que le hicieran eso.

— en castigo darás 100 vueltas por la finca.

— pff.— soltó con desdén.— pan comido.

— la finca del patrón.

— ¡¡noo!!.— gritó tratando de librarse de los fuertes brazos del pilar.— auxilio...