Chapter Nine

433 50 7
                                    

  No habían pasado muchos días desde otro incidente más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No habían pasado muchos días desde otro incidente más. ¿Siempre que veía a TaeHyung tenía que acabar con ganas de meterle dos de sus lapiceros en cada ojo? Constantemente era lo mismo. Debería acostumbrarse a que ese hombre jugase con su paciencia e idear un plan maestro para que él y sus niveles de molestia no lo volvieran loco.

Por otro lado, a pesar de haber pasado varios días, el pulso en su sien seguía latente y doliente de solo verlo cuando iba a trabajar, porque sí, Kim TaeHyung continuaba yendo todos los días. Evitaba acercarse, no habían tenido otra conversación cercana. Ni un solo saludo. Solamente guiños, saludos en la lejanía moviendo sus dedos coqueto, miradas divertidas e incluso algunos besos voladores. Cada una de esas cosas eran ignoradas por JungKook... aunque una de ellas no podía pasarla desapercibida. Todos los días TaeHyung iba a su oficina a dejar su café sin decir nada más que "¡un café de vainilla para el señor Jeon!" Lo dejaba en su porta vasos y se retiraba. Unas peculiares atenciones que el menor no pasaba por alto aunque intentase.

Solo buscaba arruinarle el día, nada más que eso, pensaba el castaño oscuro. Era un idiota. El más grande del mundo y punto, aunque se tratase de su café preferido. Nada iba a hacer que su opinión sobre ese imbécil de rostro bonito cambiase. Muchísimo menos si se trataba de un intento de persuasión para que cancelase el juicio; eso no iba a pasar ni que le trajese todos los café de vainilla del mundo.

Faltaban dos semanas para el juicio. YoonGi enloquecía en ese lugar. No podía dormir, no podía comer, no podia sentirse seguro. JungKook trabajaba en sus alegatos. JiMin se había comido todas sus uñas por su constante ansiedad.

TaeHyung trabajaba en el caso aún y buscaba cuidar de JiMin al mismo tiempo. Kim podía solo ser un abogado, una de las cosas que le enseñaron había sido que no se apegase tanto a las personas que representaba emocionalmente, pero su corazón era muy grande para no querer brindar ese apoyo de todas maneras, en ese caso, de su cliente y amigo JiMin. Lo veía como un pequeño que necesitaba más que su ayuda en un juicio; necesitaba sentirse apoyado y acompañado para poder seguir adelante.

Comenzaba el conteo regresivo para el gran día y ambos no iban a descansar. Reunieron pruebas nuevamente, conversaron con sus respectivos clientes y llamaron a sus testigos. Iba a ser duro. TaeHyung sabía que sería difícil hacer entrar en razón a su soñado y JungKook no iba a quitarse su forma de pensar de la cabeza. Lo sentía mucho más personal. No era solo por YoonGi, era por él mismo para acabar con ese jodido sentimiento de derrota constante en su pecho. Era su turno de brillar.

—¡JungKookie!

—Joder, necesito vacaciones.

—¿De nuevo con malos humores? —preguntó irónico dejando el envase de café caliente sobre el escritorio del menor.

—Tú me causas este humor.

—¿He sido yo?, ¿por qué tendría que ser mi culpa?

—Bueno, por tus juegos estupidos, Ji-Eun ahora pensará que somos amigos.

—¿Amigos? —brotó una risa de sus labios cubriendo su boca con una de sus manos. —Oh, cariño, no, no. Estoy seguro de que pensó que éramos mucho más que solo amigos.

—Y eso es aún peor.

—Yo lo veo divertido.

—¿Y dónde cojones esta la gracia?

—Tienes un terrible sentido del humor.

—No, lo que tengo es un terrible sentido de paciencia —irritado fue tomando sus cosas. Tenía que ir a ver a YoonGi ese día.

—Hey, ¿a dónde vas?

—¿Acaso tengo que darte explicaciones a ti? Lo que me faltaba.

—JungKook, espera, espera —el menor se dio vuelta rodando sus ojos tensando su mandíbula al borde de cruzar el límite. —Cuídate... —aclaró su garganta tomando aquel café caliente de su sitio extendiéndole este en sus manos. —Solo eso.

El más joven lo miró con algo de confusión, pero aún así asintió lentamente mirando los ojos de su oponente. No transmitían coquetería ni burla. Eran sinceros. ¿A qué se debían esos ridículos cambios de actitud? ¿Le estaba viendo la cara de imbécil o algo parecido?
Ni siquiera habló.

   JungKook se fue de ahí tomando el café como fingida molestia. Algo que no podía sacarse de la cabeza era que Kim no lo veía como un "rival" y eso lejos de ser algo bueno, le daba a entender que no era lo suficiente para ser un contrincante; no era una amenaza y eso le hervía la sangre.

   En el fondo, una muy pequeña parte pensaba que en verdad podría ser que el castaño claro buscaba acercarse a él con amabilidades, pero no se comparaba con el resto de él que creía firmemente en que todo era un espectáculo teatral lleno de burla y mentira y por supuesto que eso no lo iba a seguir permitiendo de ninguna forma.

—Entonces...

—Espero hayas entendido todo. No quiero errores, Min.

—No los habrá, eso te lo prometo... Solo me preocupa lo que el abogado de JiMin tenga para preguntarme.

—Solo basta con que te apegues a esta versión de los hechos. De todas formas de cualquier forma no ganarán. Queda poco tiempo, así que ve organizando tus cosas y a despedirte de las personas de aquí. Saldrás muy pronto, eso tenlo por seguro.

—¿Y luego qué?, ellos podrían...

—¿Apelar? Tal vez, pero para ese entonces. Será en vano.

—Solo espero... todo esté bien. Ya no lo soporto más, JungKook, estoy hundiéndome.

—Te dije que tuvieras paciencia. Tienes a muchos de tu lado incluyéndome a mi. Queda menos, así que por tu bien, mantén la boca cerrada y espera el día.

—Lo haré...

—Excelente. Si me necesitas, puedes pedir una llamada y siempre contestaré para lo que gustes.

—Gracias, JungKook... en verdad gracias por seguir ayudándome tanto.

—Es mi trabajo y lo cumpliré.

Y por ti también, Kim TaeHyung.

—Señores, el tiempo de visita acabó.

—En ese caso, nos veremos pronto, Min YoonGi.

—Sí, prometo estaré bien.

—Tienes una oportunidad. No la desperdicies.

—No la desperdiciaré.

—Hasta luego, Min, señores guardias.

Acabó despidiéndose de allí formalmente y así mismo acomodando su saco, se fue. Por ahora tenía un corto tiempo libre de ese caso. Lo único que restaba sería asistir al juicio que estaba cerca.

Poco tiempo, días y una espera llena de adrenalina y ganas de adelantar el tiempo. Esperar un poco. Tachar días de el calendario. JungKook estaba listo.

 JungKook estaba listo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—V🌙

Only Lawyers | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora