Hoy sería el día en el que JungKook iría a ver a YoonGi a, tristemente, la prisión. Tenía todo perfectamente planeado. Estaba seguro de lo que iba a decirle y de lo que iba a suceder. No se dejaría joder esta vez por aquel imbécil de hermoso cabello... ugh, lo detestaba. Y detestaba más el hecho de que no saliese de su mente.
YoonGi había llorado todo el día y noche y ni siquiera pudo dormir. Al menos le habían dado una celda para él solo. Aunque cuando llegó, los silbidos y los hombres diciéndole palabras obscenas no se hicieron esperar ni un segundo. Lo observaban demasiado y le ponía de los nervios. JiMin rondaba en su mente una y otra vez sin parar... estaba allí por hacerle daño, sabía que se lo merecía, pero no quería pasar años de su vida pudriéndose allí.
El joven abogado se vistió con una simple camiseta blanca de mangas largas y botones dejando los primeros sin abotonar, unos jeans cómodos y de esos botines de color marrón claro que tanto le gustaban.
JungKook se encontraba en el salón de visitas esperando a YoonGi en una de las sillas. Hoy no era un día donde suelan haber muchos presos con sus familias, de hecho, debían de haber no más de seis personas en la habitación.
YoonGi llegó siendo acompañado por dos guardias. En cuanto estuvieron frente a la puerta, le quitaron las esposas y lo dejaron pasar. Se sentó frente a JungKook con los ojos hinchados y decaído, Jeon casi sintió lástima por él.
-¿Qué vienes a hacer aquí? -preguntó el de ojos felinos.
-Oh, vamos, YoonGi... el día del juicio te dije que íbamos a apelar, ¿recuerdas?, y eso es justo lo que vamos a hacer.
-No va a servir de nada, JungKook, por todos los cielos.
-Claro que va a servir.
-No jodas. Ya viste lo que pasó, era obvio que perderíamos. Todas las pruebas estaban en mi contra. Viste a JiMin, lo viste... maldición. -Apoyó sus codos sobre la mesa y pasó sus manos por su rostro completamente destrozado.
-Olvídate de Park, demonios, esto se trata de ti. ¿Quieres salir libre de aquí?, cierra la boca, deja de lamentarte y escúchame. -YoonGi lo observó un tanto perplejo. Él jamás le había hablado de esa manera. -Ya sé perfectamente lo que vamos a hacer. Esta vez no tienes que preocuparte por nada. Déjalo todo en mis manos.
-Eso fue precisamente lo que hice antes.
-Pues antes no tenía el As bajo la manga que ahora tengo.
-Sí claro. Ya olvídalo. Me pudriré aquí. Y no me mal entiendas, pero Kim TaeHyung es el abogado de JiMin. No hay forma.
-No me hables de ese imbécil.
-Pues ese imbécil te vuelve loco, ¿no es así?, se menos discreto cuando intentas desnudarlo con la mirada.
ESTÁS LEYENDO
Only Lawyers | KookTae
Fiksi PenggemarKim TaeHyung es un abogado de mucha fama en Seoul por su maravilloso trabajo. Jeon JungKook es un abogado en ascenso. Ambos coinciden en distintos casos y aparecen distintas emociones en ambos, desde odio, enojo, molestia... hasta el deseo. Un caso...