Capítulo 15: Saint Moritz

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El invierno ya estaba aquí. Como todos los años, nos íbamos a casa de nuestros abuelos de vacaciones.

Mis abuelos, tienen una casa en Suiza para pasar las vacaciones cerca de Sankt Moritz, donde solemos ir a esquiar en familia en Navidades.

Recuerdo unas Navidades, en las que estábamos esquiando mis hermanas Colette, Georgia y yo- Paul era aún demasiado pequeño como para esquiar y se quedaba dentro con alguno de mis padres o con mis abuelos- en la que yo tendría alrededor de unos seis o siete años y, mientras estaba esquiando, me tropecé con una bola enorme de nieve y estuve durante varias semanas con la rodilla escayolada.

Después de esa Navidad, no me gusta mucho cuando llegan estas fechas y, desde entonces, no he vuelto a esquiar. Por eso, quiero que éstas Navidades sean distintas. Me he propuesto antes de que se acabe el año superar ese miedo.

Eché la leña en fuego y me senté en sofá vendo como prendía y se fundía con el fuego hasta hacerse una.

Sentada con mis padres, Colette, Georgie y Paul entrando en calor, mientras teníamos en las manos una taza de chocolate caliente con nata por encima.

¡Adoro Saint Moritz!.

Pasábamos toda Navidad aquí. Esquiando, disfrutando de la nieve y de los amigos. Muchas veces, papá quedaba aquí con sus amigos para hacer negocios y tener futuros clientes. Mientras, mamá pasaba las tardes con sus amigas o en nuestra villa leyendo pegada a la chimenea.

-Paul, cuidado con el fuego, no te vayas a quemar.- le avisó papá.

Colette estaba sentada leyendo un libro de moda que le regalaron los abuelos este año nada más estrenarse. Colette tiene una gran pasión por la moda y, todos los años, los abuelos le compraban la última edición que saliera.

-Voy a salir un momento a fuera.- dijo Colette llevándose su móvil con ella.

Me asomé al jardín y vi que estaba hablando por teléfono con alguien. No sabía bien quién era, pero veía a mi hermana muy tensa y nerviosa.

-Ya lo sé, no hace falta que me lo recuerdes.
-Viv, no seas cotilla.- dijo mi madre mientras pasaba las hojas de el libro que leía.
-¿De qué estarán hablando?.- pregunté.
-Eso no es de tu incumbencia, Viv.- dijo papá vigilando a Paul de no quemarse colocando la leña en el fuego.
-Se la nota nerviosa.- dije preocupada.
-¡Viv!.- me regañaron ambos a la vez.
-Está bien, dejaré de entrometerme en la vida de Colette y ser una cotilla.- dije mientras me levantaba del suelo.

Subí las escaleras y me dirigí a mi habitación.

-Hola, Mavi.- Mavi llevaba desde anoche en mi habitación, ya que durmió aquí conmigo. Sé que a mamá no le gusta que meta a Mavi en la cama y si se enteraba, probablemente me acabaría regañando. Suficiente que conseguí que viniera con nosotros de viaje.

A Mavi la habíamos adoptado hacía menos de un año y cómo iba a perderse las Navidades sin ninguno de nosotros y menos el perderse el venir a Saint Moritz.

Mientras acariciaba a Mavi, oí a Colette subiendo las escaleras.

Cerró la puerta de su habitación y podía escuchar perfectamente cómo lloraba. Colette y yo no éramos muy cercanas, pero me preocupaba que estuviera así de mal y quería saber qué le pasaba para poder ayudarla. Así que, decidí ir hacia su habitación y llamé a la puerta.

-¿Si?.- preguntó con la voz entrecortada.
-Colette, soy Vivian, ¿puedo pasar?.
-Pasa, Viv.- abrí la puerta y la pude ver con los ojos hinchados y rojos, y sin dejar de salir las lágrimas de ellos.
-¿Qué ocurre, Colette?.- pregunté sentándome en una esquina de su cama.
-Alex ha roto conmigo.
-¿Alex?.- un momento, ¿Alex?. ¿El hermano de Judy?. No, no y no. Esto tiene que ser un error.- ¿El hermano de Judy?.
-¿Quién es Judy?.- lloraba aún más.- Además, qué importa eso. Me ha dejado.
-¿Por qué ha roto contigo?.
-Porque decía que no estaba listo para una relación en serio. Mi vida ya no tiene sentido. Yo pensaba que era el amor de mi vida.

¡Qué dramática es Colette!. Alex no es para tanto, y no entiendo como mi hermana puede estar así de mal por un chico como él. Además, seguro que a la semana se le pasará y ya estará pensando en otro, siempre lo hace.

-Colette- me acerqué más a ella- Comprendo que estés así e intentaré ayudarte en todo lo posible, pero Alex no es para tanto; es decir, tú vales muchísimo más que él. No sabes el peso que te has quitado de encima porque él es un completo cretino que siempre le hace lo mismo a las chicas. Hubo una vez que le hizo lo mismo a una de clase antes de que empezaran la Navidad- empecé contando la anécdota, pero Colette me paró al instante.
-Viv, ¿cuándo fue eso?.- preguntó nerviosa.
-Cerca de noviembre, ¿por qué?.

Agarró el paquete de pañuelos cercano a ella y comenzó a llorar más y más. Apenas podía consolarla.

-Colette, ¿qué pasa?.
-Alex y yo ya estábamos saliendo desde septiembre, y me estás diciendo que él estaba con otras mientras tanto.- dijo mientras sollozaba y sujetaba el paquete de pañuelos entre sus manos.
-Sí, la engañó con la mejor amiga de ella.
-Pero, ¿cómo uno de dieciocho años puede salir con una menor?. Eso es ilegal. Menudo pervertido.

Vale, ahora sí que me había perdido totalmente de la historia. ¿Colette pensaba que Alex tenía dieciocho?. ¿Cómo es que Colette no sabía que Alex era de mi edad y que, por ende, era hermano mellizo de Judy?.

-Colette- mi cabeza estaba pensado cómo podía decirle que Alex tenía diecisiete sin que se lo tomara de la peor manera posible- Alex tiene diecisiete.

No dijo nada. Al principio, pensé que se pondría a llorar como llevaba haciendo todo ese tiempo, pero no. Colette se puso como una fiera hasta el punto en el que temí por mi vida. Se puso a chillar, dar golpes por todas partes.

<<Enhorabuena, Vivian>> <<Menos mal que ibas a ser lo más delicada posible>>.

Durante la cena, Colette no dijo nada. Sr pasó toda la cena en completo silencio.

-Colette, cariño, ¿estás bien?.bien.- preguntó papá con cara preocupada.

Colette se encogió de hombros y siguió cenando.

Ahí es cuando supe que Alex no había sido un cualquiera en la vida de mi hermana y que iba a ser más difícil olvidarlo de lo que pensaba.

Vivian Bellerose: El secreto del Jane Austen's girls school Donde viven las historias. Descúbrelo ahora