Los dos asistentes del profesor Cerise regresaban de la region Galar, después de estar tres días investigando más cosas sobre Dinamax, regresaban a casa.
—Creí que jamás volveriamos— Decia un cansado Ash, tirandose a la cama.
—¿Cómo es posible? Dormiste durante todo el vuelo de regreso y aún así sigues teniendo sueño, eres increíble Ash Ketchum— Murmuró entre dientes.
El menor iba a decir algo más, pero se percató de que una almohada venía en dirección suyo, justo para impacta en su cara. Rapidamente esquivó esa almohada, cuál chocó contra la puerta de la habitación.
—Muy lento— Bromeó Goh.
Un leve gruñido se escuchó salir por parte de Ash, y la segunda almohada yacía en el rostro del moreno.
—¿Decías?— Una risita se escapó d los labios ajenos al ver la expresión del entrenador de Ciudad Carmín.
—Ugh, emejor iré a ver si el profesor Cerise necesita ayuda en algo— Con un fuerte portazo, Goh abandonó la habitación.
Después de que el ojiazul se retiró, el joven de Pueblo Paleta ahogo sus quejidos con la almohada restante. Pikachu miraba con preocupación a su entrenador.
—¿Por qué? ¿Por qué es tan difícil?— Se quejaba, mientras ahogaba sus lamentos con la almohada.
El simple hecho de no tener la suficiente valentía para confesar sus sentimientos hacía su amigo, era una tortura, una condena. Esfo lo hacia enojar, ya ni el Equipo Rocket lo hacía enojar tanto.
Malditos sentimientos, lo hacían ver tan vulnerable, tan fragil, tan...tan humano. ¿Por qué esto no podría ser tan fácil como una batalla pokemon? Se preguntaba todos los días.
Sus ojos se cerraban ppco a poco, el sueño le estaba ganando.
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—¡Ash, despierta!— Goh trataba de despertar a su compañero, que tenía el sueño pesado. —¡Ash Ketchum!...Oye Pikachu, ¿Me ayudas?—
El pokemon eléctrico asintió.
—¡Usa impactrueno!— Ordeno con euforia.
Pikachu acató la orden al instante usando su ataque eléctrico.
El atraque eléctrico impacto con Ash logrando salir de la cama y caer en el piso.
—¡Pikachu! ¿Por qué hiciste eso, amigo?— ,Reclamaba, mientras pasaba su mano por su cabeza.
—No despertabas y le pedí a Pikachu que me ayudé— Decía con un tono de burla. —Te estamos esperando en el comedor—
La amistad de Ash y Goh era peculiar, pero así se llevan esos dos.
Pero hasta una amistad tan sólida puede romperse facilmente.
Edades
Ash: 13 años
Goh: 12 años
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Tu Carta, Tu Culpa
FanfictionEl más mínimo error puede cambiarlo todo. Hasta una simple carta puede lastimar.