O5

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—¿Chloe?—

La chica de cabellos tirando a café abrazo a su amigo.

—¿Que hacías aquí en el bosque solo?— En sus palabras se podía notar la preocupación.

—Yo...yo solo quería pensar— Dijo con una baja voz.

—Algo te pasa, Goh, ¿Qué está pasando entre tú y Ash?— Soltó la pregunta de golpe, cosa que puso nervios a Goh. —Y no me vengas con que nada pasa, he notado lo cortante que andas con él y Ash anda preocupado por eso—

—Tss, ¿Ahora le importó?— Sonrió falsamente.

—Quiero ayudar, dime todo— La expresión de Chloe mostraba determinación por ayudar.

Goh no dijo nada, solo le entrego la carta. Chloe la agarró, comenzando a leerla, cada palabra era clara, odio y desagrado.

—No, es imposible, ¿Seguro que esto estaba entre sus cosas?— Preguntó con algo de duda.

—Si, esa carta la agarré de entre sus cosas— Murmuró con decadez.

—Aquí debe de haber un mai entendido—Aseguro con toda certeza.

—No hay ningún mal entendido, todo está claro— Afirmaba con odio en su hablar.

|•|•|•|•|•|

Después de estar un buen rato en el bosque, Goh y Chloe regresaban al laboratorio Cerise.

—Chloe, Goh, qué bueno que ya llegan— El profesor Cerise salio a recibir a ambos.

Goh ignoró a todo y todos y se dirigió a la habitación.

—¿Qué le ocurre?— Volvió a preguntar, el profesor.

—Un error papá, un simple error— Fue lo único que dijo.

En la habitación compartida; Ash se encontraba junto a su Pikachu, acostados en la cama baja del camarote (o como se llame en sus países).

Cuando escucho la puerta abrirse alzó su mirada, emocionado se levantó para ir a abrazar al chico que ingresaba a la habitación.

—Goh, por fin llegas, nos tenías a todos preocu...— Las palabras se detuvieron al ver como el de mirada azulada lo esquivó con algo de brusquedad y subió a la litera de arriba. —¿Goh?—

Pikachu también estaba algo sorprendido por esa actitud tan repentina del amigo de su entrenador.

—¿Cual es tu problema?— Preguntó el joven de Pueblo Paleta, alzando un poco la voz. No obtuvo respuesta alguna. —Solo quiero ayudarte...—

Al parecer las cosas van a ir de mal en peor.

Tu Carta, Tu CulpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora