-Solo ocasionas problemas-
Respiro profundamente antes de darle una calada al cigarrillo que tenía en su mano. La noche era fría, tanto asi que incluso se puso una bufanda alrededor del cuello para cubrirse de las constantes brisas heladas que pasaban de vez en cuando.
Había sido un día complicado, algunos problemas en la mañana y una cita involuntaria en la tarde, ¿Porque tenía que ir a esos sitios con alguien que no conocía?, Era un desperdicio de su preciado tiempo, sí no hubiera sido porque se lo prometió a su mejor amiga Syndra, realmente hubiera faltado y aunque sonará mal el hecho de dejar plantado a alguien, no tenía tiempo para esas ridiculeces y menos cuando terminaban con una copa de vino sobre su ropa y un claro ambiente incómodo entre ambas personas.
Zed solo quería descansar en ese momento, ya podía imaginar su suave cama y las cálidas colchas sobre su cuerpo, era lo único que deseaba, tomar una buena taza de chocolate caliente y largarse a dormir, olvidando por completo ese asqueroso día.
Lamentablemente para él, el destino tenía otros planes...
Talvez fue una casualidad o ese día sin duda estaba destinado a ser una basura por completo, pues mientras caminaba por el parque, queriendo acortar camino para llegar a casa, Zed pudo divisar una figura a lo lejos, aquella persona no paraba de llorar con amargura, sosteniendo su cabeza con desesperación mientras la movía de un lado a otro, balbuceando palabras inentendibles para él.
"Genial, ahora me encontré con un maldito loco"
Quería ignorarlo, después de todo, no era quien para meterse en los asuntos de los demás, agregando el hecho de que el no estaba particularmente interesado en hacerlo. Siguió sin mirar a la otra persona, cruzando dedos para que esta no se diera cuenta de su presencia, cosa que pareció funcionar al escuchar que continuaba con sus lamentos y quejas.
— CALLATE RHAAST
Eso lo sorprendió logrando que parara en seco, volteando sin discreción alguna hacia quien había reconocido, era su alumno. Zed se encontraba confundido en ese momento, no le importaba lo que estuviera sucediendo, sin embargo, seguía siendo su alumno, alguien que nunca le había traído problemas hasta ese desastroso día.
— ¿Shieda?
Kayn no paraba de jalar su cabello con desesperación, deseaba deshacerse de la voz de Rhaast, pedía entre súplicas y sollozos que se detuviera, que lo dejara tranquilo, ignorando completamente todo lo que lo rodeaba, esperando a que de alguna manera Rhaast le hiciera caso y le permitiera descansar de tanto estrés, pero después de todo, era Rhaast y este no se detenía, nunca lo hacía, nunca lo había hecho, aún cuando lo golpeaban, cuando el mismo buscaba alguna manera de calmarse, en ocasiones cortando su delicada piel, en otras, como en esa, maltratando su cabello, ni siquiera se detenía cuando tomaba todas esas pastillas que poco después expulsaba con temor a que realmente funcionarán y su vida se extinguirá por completo.
— CALLATE RHAAST
Fue todo lo que pudo decir con claridad, lo demás eran quejidos y negaciones, algunas sacudidas con la intención de deshacerse de esos pensamientos que llenaban su mente, que lo hacían sentirse ahogado, presionado, hundido en lo más fondo que conocía hasta ese momento.
-Kayn es un desperdicio-
— Cállate...
— ¿Shieda?
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Reinicio (Kayn x Zed)
Любовные романыKayn, un joven lleno de problemas que solo busca la manera de sobrevivir a su día a día, finalmente se encuentra acorralado entre sus acciones y sus pensamientos, dispuesto a tocar fondo cuando Zed, la persona que menos esperaba encontrar en aquel s...