XXVIII

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Es un veinticuatro de diciembre en Inglaterra. Su característico clima no los abandona, resaltando una leve llovizna junto a pequeños copos de nieve.

Louis y Harry habían terminado de almorzar en una cadena de restaurantes de los padres de Liam, para posteriormente irse caminado a un edificio donde la sorpresa de Louis espera.

Ambos van caminado por las calles elegantemente abrigados, mientas Harry sostiene una gran sombrilla sobre ellos.

—Sé que ya te felicité antes, pero estoy muy orgulloso de ti, Lou. Sabía que pasarías esos exámenes y ahora tienes un puto reconocimiento por tener las calificaciones más altas— felicita Harry colocando su brazo sobre los hombros del mayor.

—Tu siempre creíste en mí, ¿ya puedo saber sobre mi regalo?— pide haciendo un puchero.

—No hay manera de que eso sea posible, solo espera, estamos por llegar, cariño.—

—¿Ninguna manera?— cuestiona deteniéndose poco a poco para poder besar a el rizado en toda la cara, acercándose cada vez más a sus labios, y lo hace pero solo intercalan respiraciones mientras Louis pasa la punta de su lengua por el labio inferior del ojiverde le quita la sombrilla a este para salir corriendo con ella.

Ambos ríen ya que el ojiazul no corre mucho. Sus risas retumban en las solitarias calles pero les importa muy poco, ya que, las tienen para ellos.
Al ser un día festivo y frío casi nadie anda afuera por diversión.

Llegan al edificio y son inmediatamente llevados a la sorpresa. —Sabes, tengo que decirte algo importante y este regalo me dará el empujo— Habla Harry avisando que tapará los ojos del castaño. —Y por tu cumpleaños, por supuesto. Eres una persona increíble, mereces esto y más.—

Louis al aclarar su vista, observa un helicóptero que lo espera.

Están en la parte más alta del edificio junto a un helicóptero de color negro con las siglas "T & S" acompañado de un cumpleañero en shock.

El rizado antes de ayudarlo a subirse le comenta que compró el helicóptero a nombre de la familia Tomlinson Styles, por lo tanto es completamente de ellos.

Una vez dentro el ojiazul se da cuenta que Harry manejará —¿Sabes volar esto?— pregunta crédulo.

—Por supuesto, una de tantas de las clases que mis padres me hicieron tomar, fue vuelo. Así que tal vez te saque de apuros— Alega guiñando su ojo para activar botones e indicar a otros personas que el perímetro está listo.

Louis siente que no puede cerrar la boca de la impresión al ver que ya dejaron el suelo, Harry nunca lo terminaría de impresionar.

En Inglaterra todavía no oscurece y al estar tan alto se puede ver a las casas con una sólida capa de nieve.

Se deslumbran con la vista debajo de ellos. Han viajado por varios minutos, los cuales pasan rápido al igual cuando disfrutas mucho de algo. Solo ellos saben si sus auras y ojos brillantes son por el paisaje o por el enamoramiento que ambos tienen.

—Lástima que no puedo hacerme el dormido para que te asustes y pienses que nos vamos a caer causando un trágico accidente, simplemente saldrías volando de aquí— bromea el ojiverde deteniendo el helicóptero arriba de una hermosa pradera de girasoles, justo al comienzo del atardecer.

—Estoy seguro que es el momento de declararme— ríe nervioso para observar a Louis —En el pasado hice cosas tontas por tu atención, porque la primera vez que te vi, te me hiciste conocido. Tal vez fue un flechazo y desde ahí fuiste mi estate quieto a mis noches de fiestas y semanas de no recordar cómo llegaba a casa. Eso me enojó un poco pero no te podía tener lejos y durar más de una semana sin saber de ti, eso me asustó, porque a mi no me importa nadie y a nadie le importo. Por eso cuando me logré alejar de ti, Zayn nos pidió ayuda y él terminó esa noche feliz y con la persona que ama, eso al principio me puso jodidamente celoso porque yo aunque nunca lo admitiera, hubiese querido que fuéramos nosotros los primeros en formalizar una relación. —

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