BLOOD BONDS

Capítulo 4: Operation Sexy Hotness

Ginny echó humo mientras ella y Neville se colaban en Hogwarts bajo la capa de invisibilidad de Harry, armados con escobas, el mapa del merodeador y un collar hábilmente encantado. Harry había tenido razón; esto no le gustaba nada. Evitando a la señora Norris y al resto de los profesores -(especialmente al compañero de Harry)- se dirigieron al baño de chicas del tercer piso. Harry les había advertido que su compañero podría oler la magia con la que había infundido el collar, así que se sintieron aliviados al ver que el maestro de pociones estaba abajo en las mazmorras.

-¿Quién está ahí? ¡Sé que hay alguien ahí! ¿Ha venido a reírse de la niña muerta?-.

Ginny gimió en voz baja para sí misma. Esperaba que Myrtle la llorona estuviera en otro lugar. Se quitó la capa y habló apresuradamente. -Sólo soy yo, Myrtle. Ginny. ¿Te acuerdas de mí? He traído a mi amigo Nev; nos ha enviado Harry-.

Eso hizo que el fantasma se quedara corto. Habló con un tono enfermizamente dulce. -Oooh, Harry. ¿Cómo está?- Su tono se volvió petulante. -No ha venido a verme en mucho tiempo. Probablemente se ha olvidado de mí, como todos los demás-.

-¡Eh, no Myrtle! ¿Cómo podría alguien olvidarse de ti?- dijo Neville con total sinceridad. -Harry ha estado muy ocupado, eso es todo. Aunque quería que te saludáramos-.

Myrtle sonrió. -Por supuesto que lo hizo, Harry es muy dulce-. Para horror de Neville, ella lo miró de arriba abajo. -Tú también eres lindo. No tan guapo como Harry, pero aun así. ¿Tienes novia?-.

Aterrado para pensar rápido, Nev agarró la mano de Ginny. -Sí, la verdad es que sí. Ginny y yo estamos saliendo desde hace unas semanas-.

-¿Lo hemos hecho?-, cuestionó Ginny. Neville le apretó la mano con fuerza. -Ouch, oh, sí, por supuesto, lo hemos hecho. Puede que no sea tan guapo como Harry, ¡pero besa como un demonio!- Neville se puso blanco ante la mirada especulativa de Myrtle, y arrastró a una risueña Ginny hacia los lavabos.

-Encuentra la serpiente, encuentra la serpiente-, murmuró frenéticamente en voz baja, recordando las instrucciones de Harry. -¡Ahá! ¡La encontré! Dame el collar Gin-. Se puso delante del lavabo que enmascaraba la entrada a la Cámara de los Secretos y activó el collar. El pequeño colgante de serpiente se despertó y pronunció la palabra "abrir" en pársel. Dedicó un pensamiento a la brillantez de Harry al crear el hechizo imitador, y luego saltó por la tubería. Ginny se unió a él en el fondo, todavía riéndose de su encuentro con Myrtle.

-Entonces, Nev, ¿qué piensas de nuestra relación hasta ahora?- Ginny sonrió al sonrojado muchacho.

-Ah, pero, umm...- Aprovechando su oculto valor de Gryffindor, se enderezó. -Se siente como si acabara de firmar un suicidio por Weasley. Err. Exactamente, ¿cuántos hermanos mayores tienes?-.

-¿Incluimos a Harry?- preguntó Ginny pícaramente.

Los ojos de Neville se abrieron de par en par, pensando en lo protector que era Harry con sus amigos y su familia adoptiva. -Vaya, menos mal que me gustan los chicos-. Murmuró, y luego palideció dramáticamente, pareciendo que quería retractarse desesperadamente.

Ginny volvió a reírse. Llevaba un rato observando al Gryffindor mayor y le había interesado ver que sus ojos se desviaban en la misma dirección que los de ella. -Bueno... un chico al menos-.

-Yo... no sé a qué te refieres-, se sonrojó Neville.

-¿Oh? Estoy segura de que nunca antes te había notado prestando especial interés a una de las serpientes... Tonto de mí - debe ser mi imaginación-.

Neville palideció. -Tú... quiero decir... ¿Qué hiciste...?-

-Cálmate Nev. Está bien. De verdad. El compañero de Harry es un chico, y un Slytherin. ¿Pensaste que te juzgaríamos de manera diferente a él? Mientras seas feliz, es lo único que importa. Y si alguna vez quieres hablar, soy especialmente buena guardando secretos-. Le dio una palmadita en la cabeza al aliviado hombre y le indicó el camino hacia el túnel que conducía a la cámara de los secretos y al cadáver de un antiguo basilisco.