Capítulo 13: Whisky fueled encounters

6.3K 760 40
                                    

-¿Severus Salazar Snape?- Gimió ante la visión que se encontró con sus ojos.

-¡Tú!- Harry saltó a un lado para evitar ser golpeado por un libro lanzado al azar. -¡Cabrón!- Otro libro. Mientras su compañero buscaba un tercer proyectil, Harry aprovechó la oportunidad para asimilar el espectáculo que tenía ante sí.

Por el aspecto de sus movimientos inestables y la botella de whisky casi vacía que tenía en la mano libre, era evidente que Severus estaba borracho. También estaba casi desnudo, algo que Harry apreciaba bastante. El hombre borracho se había quitado la túnica y los zapatos, dejándolo sólo con los pantalones de cuero de segunda piel y descalzo. Un gemido involuntario se escapó de los labios de Harry al ver más piel cremosa de su compañero de la que había visto nunca. Pasó una mirada codiciosa por el hermoso cuerpo, frunciendo el ceño ante la mancha oscura que manchaba su antebrazo izquierdo en un inoportuno recuerdo de la servidumbre de su a'ashi. Estaba tan distraído en su contemplación que no vio el zapato que se le acercaba hasta que le dio de lleno en la cara.

-Oomph. ¡Severus! Severus, cálmate-. Esquivó una almohada. -¡Deja de tirarme cosas!-.

-Oh, Harry Sangriento Potter quiere que deje de tirar cosas, ¿verdad? Bueno, ¡todos deberíamos someternos a los deseos de Harry Sangriento Potter!- Tomando otro trago de su botella, Severus se puso en pie de forma inestable y se tambaleó hacia el sofá. Sólo consiguió dar tres pasos antes de caer sobre sus propios pies y desparramarse sobre la alfombra frente a la chimenea. Desgraciadamente, esto lo puso cerca de más posibles misiles.

Harry no tardó en agacharse para evitar los objetos lanzados en su dirección. -¡Basta!-, rugió. De un salto, cruzó la habitación e inmovilizó a su compañero en el suelo.

-Siento no haberte dicho antes quién era-, gruñó. -Lamento que estés molesto. Pero no lamento ser tu compañero o haberte engañado en primer lugar. Nunca te habrías molestado en conocerme si lo hubieras sabido antes de esto. Habrías envuelto tu ignorancia y tu odio ciego como una mortaja y nos habrías condenado a los dos-.

Severus intentó fruncir el ceño de forma amenazante ante sus palabras, pero le salió más bien un mohín, que su compañero encontró adorable. Moviéndose antes de que pudiera pensar, Harry se inclinó y besó suavemente a su compañero. -Maldito seas, Sev'rus, ¿por qué siempre tienes que hacer las cosas por las malas?-, murmuró suavemente.

El vampiro mayor embriagado se limitó a parpadear hacia él con asombro, tocando sus propios labios con los dedos. -Me has besado. Harry Potter me besó-.

Harry sintió que su ira se desbordaba. -Idiota, ¿qué importa? Nunca fui el niño de oro mimado y arrogante que tú creías que era. Piensa. Hemos llegado a conocernos bastante bien durante el último mes. Sé que podemos ser felices, ¡pero tienes que dejar de lado ese rencor inútil que tienes!-.

-Haré lo que quiera... hacer. Y tú no puedes detenerme. Puedo odiarte si quiero. Así que ya está-. Severus, demasiado borracho para preocuparse, frunció el ceño hacia su compañero, arrastrando las palabras. Distraídamente, acarició el cuello del joven. -Hueles bien. Como a lluvia. Y a aire-.

Harry se tensó, y su atención se centró inmediatamente en sus posiciones relativas. -Maldita sea, Sev'rus. Deja eso antes de que me hagas hacer algo de lo que te arrepentirás por la mañana-. Su voz se elevó una octava en la última palabra mientras su compañero borracho se movía, rodeando la cintura de Harry con las piernas y poniéndolos sólidamente ingle con ingle mientras le lamía el cuello. Gimieron al unísono por la sensación celestial de sus excitaciones chocando entre sí, separadas sólo por unas finas capas de ropa. Harry ardía en todos los lugares donde su piel se tocaba; su cuerpo estaba más que dispuesto a completar la unión en ese mismo momento, pero la poca mente que aún poseía se rebelaba. El maestro de Pociones estaba embriagado y su razonamiento estaba deteriorado; si Harry se dejaba llevar y reclamaba lo que era suyo, el hombre nunca lo perdonaría.

BLOOD BONDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora