BLOOD BONDS

Capítulo 20: Cause and effect

Pasaron treinta horas tensas antes de que Ron y Hermione se despertaran. Los demás se turnaban para sentarse junto a la cama en la que los habían colocado, vigilándolos. Severus había recogido a Harry y lo había llevado personalmente al dormitorio principal, donde Harry había dormido durante las vacaciones. El sábado por la mañana temprano, Draco fue a intercambiar su lugar con Neville, tomando su turno como vigilante. Se detuvo en la puerta, mirando al tranquilo Gryffindor. Nadie sabía realmente lo que había sucedido con la magia de Neville durante el hechizo, se esperaba que Harry o Fawkes pudieran iluminar a los demás una vez que despertaran. Mientras tanto, era evidente para todos que Neville Longbottom había cambiado.

-Neville...- se detuvo cuando el Gryffindor se puso rígido. -¿Qué?-.

-Nunca habías dicho mi nombre-, respondió Neville en voz baja, sin volverse para mirar al otro hombre.

Draco dudó. -Lo siento Neville. Hay muchas cosas que no he hecho antes y que debería haber hecho, y he hecho muchas cosas de las que no estoy orgulloso. ¿Crees que si vamos a trabajar juntos, podríamos ser amigos?-.

-No-.

-Mira, sé lo horrible que fui contigo durante estos años. Lo siento mucho. Por favor, dame una oportunidad; déjame demostrarte que he cambiado-. El otrora heredero de los Malfoy no sabía por qué perseguía esto, pero algún instinto le hacía seguir intentándolo.

-No Malfoy, no creo que podamos ser amigos-, la voz de Neville era plana y sus ojos muertos cuando finalmente se giró para mirar al rubio. Se levantó y se dispuso a salir por la puerta.

El cuerpo de Draco nunca se conectó con su cerebro, simplemente se movió sin pensar, agarrando al tímido Gryffindor y empujándolo contra la pared. -¿Por qué no?- No estaba seguro de por qué estaba tan desesperado por hacer las paces con Neville, sólo sabía que tenía que hacerlo. Sólo después de tener al hombre inmovilizado contra la puerta se dio cuenta de lo que había hecho. -Oh, dioses, Neville, lo siento mucho. No quise agarrarte; no sé por qué lo hice-.

Perversamente, Neville pareció animarse con sus acciones. Levantó la mano para acariciar la cara de Draco. -No creo que pueda ser sólo amigo tuyo, Draco. Si descubres por qué no puedes dejar que me vaya, ven a buscarme y hablaremos-. Con eso, empujó suavemente al aturdido Slytherin y salió de la habitación, con el corazón palpitando; conmocionado por su atrevimiento, y sabiendo que nunca habría sido capaz de hacer algo así hace apenas un día.

En la habitación, Draco se quedó mirando la puerta por la que Neville acababa de desaparecer. La sangre le retumbaba en las venas y la cabeza le daba vueltas mientras colocaba lentamente su mano en la mejilla donde la del otro había estado apenas un minuto antes. "¿Qué está pasando?", susurró para sí mismo.

Al final del pasillo, en la habitación de Harry, Severus vigilaba a su compañero. Sus sentidos le decían que el joven sólo estaba agotado y que estaría bien una vez que despertara, pero la ausencia de "Harry" a través del vínculo hacía que sus instintos aullaran. Su vampiro necesitaba su la'aka, y nada estaría bien en el mundo hasta que lo tuviera de vuelta.