BLOOD BONDS

Capítulo 15: Crimson and silver

-¡Merlín perdóname, eres un Xavier!-.

El grito sobresaltado hizo que Harry volviera a estar al alcance de sus sentidos. Reaccionando, respondió con un gruñido. -Ese era el nombre de mi Sire, a'ashi. ¿Por qué es significativo para ti?-.

Al ver el forcejeo de su la'aka, Severus inclinó la cabeza hacia abajo y hacia un lado, apartando el pelo del cuello y dejando que las manos cayeran sueltas a los lados en una muestra de sumisión, reconociendo el dominio del otro vampiro. La exhibición apaciguó un poco al otro, lo suficiente como para que Harry pudiera ser gentil cuando llegó a su compañero. Apretándolo contra la pared, Harry le olfateó el cuello.

-Me has ofendido, a'ashi. Exijo una reparación por la falta de respeto que muestras-.

Respondiendo a la orden con una respuesta antigua, Severus cerró los ojos, aceptando que no podía hacer nada más que confiar en su compañero. -Ofrezco libremente lo que es mío para que puedas vivir-.

Harry se estremeció. Nunca había escuchado esa frase en su vida, pero resonaba en lo más profundo de su ser. Lo meditó brevemente, hasta el instante en que la sangre de su compañero golpeó su lengua, sus dientes se incrustaron en las marcas de unión ocultas. Hacía semanas que no bebía de su compañero, demasiado tiempo. Una sed desesperada de la que ni siquiera había sido consciente lo desgarró, empujándolo a beber más. Se perdió en la sangre, sin ver, oír, saborear ni oler nada más que la ambrosía carmesí que fluía hacia él. Sólo cuando el vínculo entre ellos vibró frenéticamente, volvió a ser consciente.

Su compañero estaba flácido contra él, casi agotado, desvaneciéndose mientras él lo observaba.

-¡No!- Las palabras instintivas salieron de sus labios manchados de sangre, respondiendo a las pronunciadas antes por su compañero. -Como he tomado lo que es mío, ofrezco lo que es tuyo. Sangre por sangre a'ashi. Bebe de mí y vive para siempre-. Con un chasquido casi audible, la tercera etapa del proceso de unión se completó, dejando sólo la unión física por delante. Tiró de la cabeza del vampiro moribundo hacia su cuello, empujando su boca hacia la piel.

La alarma se disparó en su interior cuando no ocurrió nada durante largos momentos. Justo cuando estaba a punto de entrar en pánico, sintió que Severus se revolvía, con sus dientes atravesando débilmente la carne. Con un suspiro de alivio, abrazó a su compañero con fuerza, sintiendo que la vida volvía. Aquello estaba demasiado cerca. Demasiado cerca. Juró no volver a pasar tanto tiempo sin alimentarse.

-Intenta no convertir esto en un hábito, Harry. Si voy a morir, prefiero que no sea a manos de mi la'aka-. La respuesta de Severus sonó cansada. Escuchar a su compañero referirse a él como Harry, y reconocerlo como su dominante lo llenó de alegría. Acunando a su precioso a'ashi suavemente en sus brazos, le permitió beber hasta saciarse.

-Sev'rus, perdóname. No pude controlar al vampiro. No quería hacerte daño-. La sinceridad en la voz del joven tranquilizó a Snape. Se movió, rodeando la cintura de Harry con los brazos, maravillado por la forma en que sus cuerpos encajaban. Había menos de un centímetro de diferencia de altura entre ellos; aunque Severus se alegró al notar que seguiría siendo fraccionadamente más alto una vez que se pusiera de pie.

Dándose cuenta tardíamente de que no había respondido a su ansioso compañero, retiró de mala gana los dientes y lamió las heridas, curándolas y provocando un escalofrío en el otro hombre. Se enderezó, miró la mirada esmeralda de su compañero y sonrió. -¿Tal vez deberíamos tener esta conversación en otro lugar?-.

Se le miró durante unos segundos, y luego se le reconoció con una fuerte inclinación de cabeza.

-¡Fawkes!-.