BLOOD BONDS

Capítulo 16: Potter...Xavier?

Cuando Severus se despertó temprano a la mañana siguiente estaba en una cama, envuelto en los brazos de Harry. Cómo podía sentir la presencia de su compañero en el fondo de su mente, un espacio que decía "Harry". Era cierto entonces; habían completado la unión, no era su imaginación. Recordó el momento de la finalización la noche anterior. Con la última palabra del hechizo, Harry había sellado sus destinos, atando sus almas para toda la eternidad. Sorprendentemente, Severus se dio cuenta de que en realidad estaba bastante contento con eso. En el instante de la totalidad, se habían fusionado. Él había sido Harry, había conocido lo que él había conocido. Había sentido todo lo que Harry había sentido, y había visto todo lo que había forjado su personalidad. La mayor parte se le había escapado, pero por un solo momento había sabido lo que era crecer solo en un armario y seguir conservando la fe en la humanidad.

La propia infancia de Severus había estado lejos de ser ideal, pero al menos siempre había sabido que su madre lo había querido. Harry nunca había conocido a sus padres; lo único que había conocido era la intolerancia y el miedo. El maestro de Pociones se asombró de la resistencia del hombre al que estaba unido. Harry Potter... Xavier. No era en absoluto el hijo de James Potter. ¿Y no le sorprendió ese pequeño hecho? De hecho, el director no tenía ni idea. Si el manipulador hubiera sabido que tenía al príncipe perdido de la familia Xavier en sus manos, habría encontrado la forma de hacerse con el control de la primogenitura del joven.

Pensando en sus desvanecidos recuerdos de la vida de Harry, estaba seguro de que su la'aka no tenía ni idea de quién era realmente. Tendrían que hablar, y pronto. Severus no esperaba la ocasión, pues estaba seguro de que a su compañero privado no le haría ninguna gracia saber que era el único heredero existente del manto de Xavier. Y ahora Severus se había unido a esa familia. Tampoco estaba muy seguro de cómo se sentía al respecto.

Por ahora, sin embargo, se sentía cálido y cómodo y se sentía más seguro y relajado que en cualquier otro momento de su vida. Contemplando su situación, una sonrisa traviesa se extendió por su rostro. Siempre había creído en el adagio "empieza como quieres ir". Severus Salazar Snape tenía la intención de comenzar con una explosión. Puede que sea la pareja designada como sumisa, pero tenía toda la intención de dar su opinión en esta relación. Ahora mismo, se le ocurrían unas cuantas cosas que le gustaría hacer. Empezando por la impresionante madera matutina que le rozaba el trasero, el eje anidado entre sus nalgas.

Con un sigiloso movimiento, la tenía firmemente entre sus piernas, alojada contra la parte inferior de sus pelotas. Ahora, el siguiente paso. Severus buscó su varita por toda la habitación, frunciendo el ceño cuando no la vio. Concentrándose al máximo, susurró "lubricus", y luego ahogó un grito cuando funcionó demasiado bien. Una parte de su mente se deleitó con el evidente aumento de sus poderes, mientras que la mayor parte se concentró en estirarse sigilosamente sin despertar a su compañero aún dormido. Muy pronto estuvo listo, y todo su cuerpo casi vibraba de anticipación. Lentamente, muy lentamente, inclinó sus caderas y se deslizó hacia abajo y hacia atrás sobre la polla de Harry.

Cuando estuvo completamente sentado, se detuvo, comprobando que su compañero seguía durmiendo. Harry gimió en sueños, su cuerpo reaccionó instintivamente a la sensación del cuerpo de su compañero encerrando el suyo. Severus sonrió, preguntándose cuánto tiempo podría hacer esto antes de que Harry se despertara. Probablemente no mucho, admitió en privado, pero estaba dispuesto a intentarlo.

Pulgada a pulgada tortuosa, sacudió su pelvis hacia adelante, estremeciéndose ante las sensaciones que provocaba. Podía sentir cada vena, cada protuberancia, cada delicioso centímetro de acero sedoso de la polla que lo estiraba por completo mientras se deslizaba fuera de su goloso agujero.

Sin previo aviso, su sentido interno de "Harry" se encendió, señalando que el otro se despertaba demasiado tarde, mientras las manos agarraban sus caderas y lo empalaban por completo.