La niña de los Vulturi

Interrupción (MARATÓN 1/3)

AVISO: leve +18 

—Sé que sabes lo que vio— dijo Bella mirando a Edward —Dímelo—

—No fue nada— contestó Edward

—Te veías preocupado— insistió Bella

—Creí que todos notarían lo rara que es Alice— dijo Edward

—Creo que hace tiempo que notaron eso— bromeo Bella. La joven luego miro hacia la ventana de la comisaria para ver a Charlie frente a dos personas hablando —¿Qué estará pasando? — preguntó Bella con curiosidad.

—Su hijo se perdió en Seattle hace más de un año— conto Edward —Charlie ha hecho lo posible—

—Puede hacerlo con el resto, pero no para su hija— comentó Bella con agresión mientras rodaba los ojos.

—Bella— dijo Edward

—¿Qué? — dijo Bella mirando a su novio —Leíste la mente de Aro, la de Scarlett ¡Sabes lo que hizo! — El lector de mentes hizo una mueca mientras asentía levemente con la cabeza y sabiamente se calló la boca. —Incluso Renee no tuvo la decencia de regresar por Scar—

—Tal vez no lo sepa— intento Edward

—Si, claro— contesto con sarcasmo Bella —Ya no sé qué esperar de mis padres—

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Los ojos marrones se abren somnolientos, pero con una sonrisa presente cuando sintió los labios de su pareja en su nuca y por sus omóplatos.

—Buenos días— murmuro Akanke adormilada, lo que provocó una leve risa de su impronta, quien estaba sobre ella con sus manos en las caderas de la otra chica y sus labios en uno de los omóplatos.

—Buenas noches, querrás decir— corrigió Leah —Llegamos a mi casa después de patrullar y te quedaste dormida en mi cama—

—¿Y por qué no tengo ninguna remera puesta? — preguntó Akanke divertida y luego inclinó el cuello hacia un costado para darle más espacio a su novia para besar su cuello.

—Oh, eso— comentó Leah divertida mientras besaba el costado del cuello de la otra mujer —Tenias calor y te ayude a quitártelo para dormir mejor—
—¿En serio? — preguntó también divertida Akanke

Leah hizo un sonido con su garganta de afirmación mientras agarraba con más fuerza la cadera de su chica, haciendo que ella se apoya más contra su cuerpo y comenzó a morder levemente el cuello de Akanke.

Luego sin dejar de estar en esa posición, Akanke mueve su cabeza para conectar sus labios con los de su impronta, pero ella jadea en el beso debido a que una mano de Leah estaba en sus pantalones cortos, específicamente en su entrepierna.

—Estamos solas en casa— dijo Leah separándose un poco del beso, mientras miraba el rostro de Akanke, mientras la chica agarraba las sábanas por la intensidad en la que Leah la estaba acariciando.

—Es bueno saberlo— dijo Akanke dedicándole una sonrisa a la otra chica, quien se inclina para volver a conectar sus labios.

Sin embargo, el momento es interrumpido cuando ambas chicas se detienen abruptamente al escuchar el aullido del lobo de Sam.

—Es la pelirroja— gruño Leah

—Está de regreso— comento Akanke, parándose y mirando a su impronta —Lo dejaremos para más tarde— dijo la chica, antes de guiñarle un ojo y reírse por lo aturdida que quedo su novia, mientras empezó a correr escaleras abajo y luego de unos segundos fue seguida por Leah, quien rodo los ojos.

Ambas chicas salen de la casa y se transforman sin tiempo para quietarse la ropa, las dos lobas comienzan a correr hacia la zona que podían oler a la manada persiguiendo a esa vampira.

Un gruñido de enojo de parte del lobo de Paul, hace que la cabeza del lobo de Akanke se girase hacia un costado. Él salto hacia un vampiro Cullen derribándolo e impidiendo que este alcanzara a la pelirroja que había estado burlándose y escapando de la manada como de la familia Cullen.

"Si se pelean, complicarán el tratado" dijo Leah por el enlace

"Akanke detenlos" ordeno Sam "Leah agrúpate con nosotros para intentar atrapar a esta sanguijuela"

Ambas lobas se miraron a los ojos, el lobo de Leah acaricio su cabeza con el cuello del lobo negro, antes de irse por un camino. Akanke se dio la vuelta y con rapidez salto por un conjunto de piedras de gran tamaño y aterrizo en el medio del vampiro Cullen corpulento y del lobo alterado de Paul.

Akanke se mantuvo firme en el medio a pesar de notar los ojos negros del vampiro y miro a Paul mostrando sus colmillos. El otro lobo miro sus ojos y bajo la mirada de inmediato, antes de resoplar y gruñir una vez más al Cullen y dar unos pasos hacia atrás.

—Emmett— dijo Rosalie desde el lado del tratado que les correspondía.

—Estoy bien— dijo Emmett y luego miro al lobo negro —Gracias—

Akanke resoplo a modo de respuesta, luego se giró, antes de empezar a correr seguida de Paul. Para intentar seguir cazando a esa mujer pelirroja.

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La pequeña miro al piso mientras su padre le gritaba, antes de tirarle un balde con una esponja. —¡Ve y limpia ese desorden! — grito el hombre

—Si papá— dijo la pequeña niña mientras que con dificultad agarraba con sus pequeñas manos los artículos. Bajo la dura mirada del hombre responsable del orfanato.

—¡QUE SEA PARA HOY SCARLETT! — antes de que la mano del hombre agarrara con fuerza la nuca de la niña para apresurarla hacia el lugar sucio. Mientras la niña hacia una mueca debido a que más tarde tendría moretones.

El hombre la dejo para que ella limpiara, pero antes de que la niña pudiera agarrar la esponja, un brazo largo con garras en las manos paso suavemente sobre la piel enrojecida de la nuca de la niña.

La joven miro hacia arriba para sonreír al ver a su sombra guardiana. —Tengo que limpiar, pero estoy bien, lo prometo— dijo la niña mostrando sus dientes y la falta de algunos de ellos.

La sombra negó con la cabeza y levanto a la niña para sentarla en una silla cercana. Luego se dio la vuelta y agarro el balde con la esponja poniéndose a limpiar. Mientras la niña lo miraba con una leve sonrisa, pero se levantó y camino hacia la sombra.

—Se hará más rápido entre los dos— dijo la niña sonriendo

La sombra giro su cabeza en la dirección de la niña y asintió con la cabeza, antes de rodearla con uno de sus brazos largos para atraerla hacia él y ambos limpiaron el lugar.

Los ojos de Scarlett se abrieron lentamente al despertarse de una siesta, ya que quedó agotada después del entrenamiento con la selección de Handball.

—¿Pesadillas? — preguntó Santiago rodeando a su compañera con sus brazos en la cama de la joven.

—No— dijo Scarlett —Solo un recuerdo— comento

—¿Malo o bueno? — preguntó con cautela el vampiro besando la sien de su chica.

—Diría que bueno, por como termino— dijo Scar con una sonrisa afectuosa y mirando hacia un costado, sus ojos se tiñeron por unos segundos de negro notando las sombras pendientes en la habitación, pero en especial a su sombra guardiana que como siempre está allí.