uno

183 36 2
                                    

acercamiento

—... ¿puedo preguntarte cómo te fue o...? — yeonjun sollozó y soobin sólo frunció otro poquito más el ceño.

— no...— balbuceó entre sus brazos sobre la mesa, negando. — no...

— ya... bueno...— le dio otro bocado a su ensalada, tranquilo, y agregó con la boca medio llena. — beomgyu dijo que se divirtió mucho contigo.

sollozó de nuevo.

» y que le emociona repetirlo. — otro quejido de su parte le hizo rodar los ojos. — ¿qué rayos, jun? ¿qué mierda te pasa?

— ¡cállate! — entrecerró los ojos, extrañado por su actitud y comenzando a pensar que, finalmente, yeonjun había perdido del todo la cabeza. — no vayas a decir su nombre de nuevo... no quiero escucharlo.

— ¿hablas de beomgyu? — inmediatamente lo chisteó de forma desesperada.

— es suficiente...— fue lo último que murmuró antes de volver a esconder su cabeza entre sus brazos cruzados.

— hola, chicos. — un suave sollozo abandonó sus labios cuando escuchó su voz hablándoles, y levantó la cabeza sólo cuando sintió un peso dejándose caer a su lado. — hola, yeonjun.

— ¿cómo estás, beomgyu? — él le sonrió con dulzura a modo de respuesta dejando la bolsa de papel que contenía su comida en frente suyo.

— bien... bien... ¿no va a almorzar? — le preguntó de vuelta mientras comenzaba a sacar su emparedado, notando que el contrario no tenía nada de comida.

negó.

— olvidé mi dinero para el almuerzo en casa. — farfulló entre dientes apoyando su mentón sobre sus brazos.

— de nuevo...— le dio una mirada molesta al escuchar el comentario de taehyun, el cual sólo sonrió.

— ah, yo puedo compartirle de mi comida si quiere. — tomó la mitad del emparedado y se lo extendió al mayor sin vacilar. yeonjun, al contrario, dudó en si aceptar o no la comida que le estaba ofreciendo su archienemigo (entre grandes comillas), pero su hambre fue más fuerte que su orgullo esta vez.

— gracias. — y lo aceptó.

— ¿y es que ahora ustedes son amigos? — murmuró de nuevo el pelirrojo, observándolos expectante. ciertamente y a los ojos de cualquier desconocido que pasara por allí, ellos se veían como un par de amigos de toda la vida.

— yeonjun dice que eres un traicionero por haberlo reemplazado. — el mencionado abrió sus ojos de par en par al escuchar semejante comentario de parte del menor.

— ¡soobin! — se quejó.

— ¿eso te parece? — él se removió un poco sobre su asiento antes de señalar a beomgyu. — yo creo que tú me estás reemplazando por él.

— ¿yo? — se apuntó con uno de sus dedos, dudoso, y taehyun asintió. — ¿qué tiene que ver? el hecho de que quiera ser amigo de yeonjun-hyung no significa que vaya a reemplazarte...

por un momento, nadie dijo nada.

»...aunque ganas no me faltan. — tuvo que cubrirse la cara cuando el menor le lanzó con fuerza una de las papas fritas que estaba comiendo.

— traicionero tú, después de tanto tiempo, ¿vas a hacerme esto? — chasqueó la lengua el menor de los cuatro. — es inaudito.

— después del almuerzo, ¿vas a estar ocupado hoy también? — le preguntó el castaño a yeonjun, atrayendo su mirada hacia él.

— ¿por? — se encogió de hombros.

— sólo quería saber si ibas a estar con beomgyu de nuevo...— casi murmuró, pero aquello fue audible para todos en la mesa.

— le has agarrado confianza a yeonjun muy rápido, ¿no crees? — las palabras del pelirrojo provocaron que se sonrojada ligeramente por la vergüenza. ni siquiera él se había dado cuenta de eso.

— ¿qué te importa? — taehyun frunció el ceño, preguntándose qué clase de respuesta grosera había sido esa.

— hm... supongo que sí estaré ocupado en eso. — respondió con vaguedad dándole otro mordisco a su comida.

— no es necesario que vaya todos los días. — murmuró hacia él, atrayendo su atención por completo con sus palabras.

— ¿ah, no? — beomgyu negó poco después, extrañado. eso no parecía una respuesta que cualquiera daría, como si él realmente quisiera dejar de darle clases. — hm... igual iré. no tengo nada que hacer.

todo lo que él hizo fue asentir, pensando que su hyung era un poco extraño a veces.

fases ☆ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora