tres

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— ¿se volvió a averiar el ascensor? — una vez llegaron, cansados de la caminata del instituto hasta el edificio, taehyun le preguntó a yeonjun mientras veía como este presionaba repetidamente el botón sin obtener respuesta.

— parece que sí...— suspiró con pesadez. — ah, maldición. justo hoy que estoy tan cansado.

— no es para tanto. — se encogió de hombros.

— tú no tienes que subir siete pisos, taehyun. — bajo las palabras de beomgyu, taehyun no dijo nada más por un momento.

— bueno, ya qué. — y, sin más, los tres comenzaron a subir lentamente las escaleras. taehyun vivía en el primer piso, por ello no se quedaría mucho con ellos. — oigan, recuerden que mañana tenemos muchas cosas que hacer en el club. no lleguen tarde.

— que nos da ordenes...— murmuró el mayor una vez taehyun se adentró a su departamento. suspiró continuando subiendo las escaleras.

— uh... hyung. — la voz de beomgyu llamándolo sobre el silencio pesado y frío de las escaleras le hizo rodar los ojos. por alguna razón.

— ¿hm...? — el menor dio un par de pasos rápidos para poder estar a su lado.

— ¿podría ayudarme mañana a reorganizar las cosas del club?

— ¿reorganizar cómo? — volvió su mirada hacia él, sin entender a qué se refería.

— pues... la lista de la gente que hay en el club, el inventario de los instrumentos... el horario...— enumeró entre respiraciones agitadas, comenzando a cansarse escalón tras escalón. — es demasiado y no creo que pueda hacerlo solo.

— por algo eres el vicepresidente, ¿no? — lo escuchó reír con suavidad.

— sí, pero el único multitareas es taehyun. — yeonjun también rió por su comentario.

— entonces... supongo que quizás pueda. — murmuró, también sintiéndose cansado. pero lo único que quería hacer era por fin llegar a su casa y descansar. había sido demasiado beomgyu en un sólo día. — ¿estás bien?

al verlo apoyándose sobre una de sus rodillas y del pasamanos, le preguntó. se veía como si estuviera a punto de desmayarse. pero aun así, asintió.

— sólo... me canso rápido. — explicó.

— podemos sentarnos un momento a descansar. — una vez más, todo lo que beomgyu hizo fue afirmar con la cabeza mientras se dejaba caer junto a yeonjun en uno de los escalones.

— no estoy acostumbrado a esto, ¿sabe? — comenzó. — antes de mudarme vivía en una casa... aun no me hago a subir tantos pisos.

— vete acostumbrando. porque el ascensor se avería casi todos los meses. — lo vio hacer una mueca ante sus palabras. — ¿en dónde vivías antes?

¿por qué le estaba preguntando eso? sólo quería llegar a casa para dejar de verlo e interactuar con él, pero sus palabras parecían ser más rápidas que sus acciones.

— daegu. nos mudamos porque a mamá la transfirieron de departamento en su trabajo. — murmuró ahora más tranquilo. — ¿usted es de aquí?

todo lo que hizo fue asentir como respuesta. y el silencio que quedó entre ambos al menor parecía incomodarle un poco.

» uhm... y... ¿usted y taehyun son amigos desde hace mucho? — se removió un poco sobre su asiento, acercándose a él.

— lo éramos, hasta que llegaste tú. — quiso decirle, pero- de nuevo, tuvo que recordarse que él no era así de mala persona, y asintió. — nos conocimos terminando primaria.

— eso es genial... deben ser muy cercanos. — murmuró muy bajito, casi para sí mismo antes de que su semblante cambiara como si hubiese recordado algo de pronto. — y... hay otra cosa que quería preguntarle.

— ¿qué cosa? — frunció un poco el ceño, preguntándose por qué él comenzaba preguntas extrañas así. la última vez no fue algo que le vino muy bien así que no sabía qué esperar exactamente.

— ¿es cierto lo que dijo soobin en la mañana? — su cabeza intentó hacer memoria hasta ese momento, pero la voz de beomgyu le volvió a hablar interrumpiendo sus pensamientos. — eso de que... está molesto con taehyun porque siente que lo reemplazó conmigo.

ah, claro. eso era.

fases ☆ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora