1. uno

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— ¡hyung! — yeonjun apretó sus ojos al escuchar la característica voz del castaño llamándolo desde lo lejos. lo ignoró y continuó caminando. — ¡yeonjun, espera!

— hola, beomgyu. — tuvo que detenerse cuando él finalmente estuvo a su lado, con un par de cajas entre sus manos.

— hasta que te encuentro, creí que estabas huyendo de mí. — él sonrió.

— lo hacía. — pensó, más no se lo dijo. — ¿cómo crees? ¿por qué tendría que huir de ti?

se encogió de hombros.

— aquel día... no quedamos en nada, ¿recuerdas? — yeonjun no contestó. — bueno, mejor ayúdame a llevar esto, ¿sí? ya me duelen los brazos.

— ah, claro. — hizo lo que le pidió y tomó las cajas que llevaba.

— era sólo la mitad, yeonjun. no debías llevarlas todas.

— está bien... ¿qué es todo esto? — ahora, ambos comenzaron a caminar juntos por el pasillo. yeonjun no sabía realmente a dónde iban, sólo seguía los pasos del menor.

— cosas del club. tae me pidió que las llevara; dijo que era urgente. pero sabes lo dramático que es. — rieron. — ¿y tú a dónde ibas? te veías bastante fuera de ti.

lo estaba. de hecho, desde la conversación que tuvo con soobin (y más tarde con huening y taehyun) aquel día, no había podido estar tranquilo. ni siquiera hablarlo con su madre le ayudó, al final todos le decían lo mismo. la misma cosa que no quería oír.

que le gustaba beomgyu.

¡pero a él no le gustaba beomgyu! ¿cómo podría gustarle semejante chico? ¿cómo podría sentirse atraído por sus lindos ojos, que parecían brillar cada vez que hablaba de algo que le emociona? o por su bonita sonrisa, y su voz, y ese cabello castaño que se veía tan suavecito, y la manera en la que parecía hipnotizarle siempre que le hablaba...

— yeonjun. — parpadeó un par de veces cuando él le llamó. — ¿estás bien? no parecías estarme escuchando.

— disculpa, últimamente he estado algo... disperso. — admitió acomodando las cajas en sus brazos.

¡¿cómo es que, ni siquiera estando con beomgyu, dejaba de pensar en beomgyu?!

— está bien. te decía que mi mamá quiere conocerte...— yeonjun creyó congelarse por un segundo hasta que el contrario agregó. — bueno, a ti y a los chicos. quiere que vayan a cenar esta noche.

— ah... claro. — suspiró, aliviado.

— ¿crees que puedas ir? — se quedó callado por un momento, meditando su respuesta. si iba y los demás decidían faltar, eso sería...

— sí, no tengo problema. — «¡¿por qué dijiste eso, idiota?! ¡claro que tengo problema! ¡no quiero estar solo con beomgyu!» pero la sonrisa en el rostro del menor no le dejó retractarse.

— bien, eso es bueno...— yeonjun frunció el ceño. ¿bueno? ¿por qué lo decía así? parecía algo... sospechoso. — ¿no es eso demasiado pesado?

— ¿hm? ¿por qué lo preguntas? — se encogió de hombros.

— no quiero dejarte todo el trabajo, si taehyun ve que te he dado la cajas a ti...— él tomaría la oportunidad para burlarse de él, porque es un maldito. él y todos sus amigos.

— estoy bien, no te preocupes.

— ¿seguro? — asintió, entrando al salón detrás de él y siguiéndole hasta el lugar donde debía dejar todas las cajas. — bueno... gracias por ayudarme, jun.

— hasta que llegan, ya iba a... yeonjun, ¿estás bien?

— sí... ¿por qué? — el pelirrojo se le acercó y posó una mano en su frente poco antes de reírse mientras murmuraba para que sólo él escuchase.

— ¿beomgyu te ha dicho algo? — tragó seco.

— ¿qué te hace pensar eso? — sonrió.

— te has sonrojado. — y él simplemente se fue.

«¡maldita sea!»

fases ☆ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora