dos

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— bien, creo que ya entendí...— se removió sobre su silla, y con los ojos fijos sobre la partitura frente a sí, volvió a reacomodar sus dedos sobre las cuerdas de la guitarra, sacando de esta una melodía perfecta. — ¿qué tal? ¿sí lo hice bien?

asintió.

— sí, has aprendido bastante rápido a decir verdad. — el menor sonrió orgulloso y yeonjun notó como se pasaba las palmas sobre sus dedos. quizás le dolían. — podemos dejarlo así por hoy, si quieres.

— ¿en serio? — asintió bajo sus ojos brillantes. — ah, qué bueno que dijo eso... tengo los dedos entumecidos.

— me di cuenta. — murmuró guardando la guitarra en su respectivo estuche al igual que beomgyu.

— tengo las manos frías...— difícilmente escuchó que hablaba entre dientes mirándose las palmas abiertas. — ¿no cree que el clima está muy frío?

— ¿hm? ...no me parece. — observó el exterior a través de la única ventana que había en el salón. al juzgar por el tiempo, ya sería tarde y quizás por eso el supuesto frío que beomgyu sentía.

— tal vez sea sólo yo. mire. — yeonjun apenas pudo reaccionar cuando sintió como el castaño arropaba sus manos con las suyas para que sintiera la temperatura baja de estas. — sí, parece que sí... sus manos están calientes.

— es una temperatura normal, me parece que tú las tienes demasiado frías. — sintiendo los dedos helados del menor entre los suyos, comentó quitándole importancia a la situación.

un jadeo desde la puerta llamó la atención de ambos hacia esta.

— no puede ser, ¡se van a besar! — al escuchar la voz escandalosa de huening kai desde la entrada, yeonjun rodó los ojos antes de que beomgyu se pusiera en pie, soltando sus manos.

— cállate, kai. — farfulló el mayor imitando las acciones del castaño, tomando su guitarra en el estuche y su mochila, dispuesto a irse. — ¿por qué no se han ido aún?

— los estábamos esperando. — el más pequeño de los tres le contestó. — ¿planeaban irse juntos?

— ¿cómo?

— beomgyu también vive en el edificio. — sin darse cuenta, yeonjun apretó la correa de su mochila con una de sus manos. ¿era eso una broma? — genial, ¿no?

— sí... asombroso. — murmuró. tanto soobin como taehyun y huening kai se dieron cuenta de su no tan emocionado tono. bueno, quizás beomgyu también.

— pueden irse sin mí, si quieren. — yeonjun llevó sus ojos al pelirrojo, suplicante.

— está bien, te esperaremos. — ignoró por completo al mayor y se dirigió al castaño ahora. — no hay problema, ¿o sí, yeonjun?

— la verdad yo...

— no lo hay, todos tenemos tiempo. — el menor de los cinco ni siquiera le dejó hablar.

y así fue, sin tomar en cuenta la palabra (o los extraños gestos y miradas) de yeonjun, los cinco se fueron. caminando todos juntos y hablando a gritos hasta que soobin y kai tuvieron que desviarse tomando otro camino.

— no sabía que vivías en el edificio. — el mayor de los tres fue el primero en hablar una vez estuvieron solos.

— yo tampoco. — taehyun, por alguna razón, le miró raro. yeonjun se dio cuenta pero prefirió no mencionarlo. — pero es bueno, ¿verdad? nos podemos ir juntos a la escuela.

como pudo, sonrió. es bueno, no. definitivamente es malo.

más tiempo con beomgyu... ¡qué horrible tortura!

fases ☆ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora