Fuck Sawyer
Sawyer Rown
18 yearsSaturday |8:30 am
–Me dijo Lidia que has estado muy ausente en la casa– arqueo una ceja, mi madre.
–Quizás por que entreno, estudio y también quiero despejarme, madre– respondí obvia.
–Está bien, como sea, espero verte mínimo unos segundos después de que termines de andar en tú bicicleta– siguió con su vista en el periódico.
–Lo lamento, tengo planes, iré con Olivia a su casa pero quizás nos veamos un momento, mientras me arreglo para irme–
Alzó su mirada.
–¿No crees que ya es demasiado tiempo con Olivia?– arqueo una ceja.
–No, toda la semana entrene, apenas y nos vimos– negué rápidamente ante su comentario.
–Está bien, Sawyer, puedes irte–
Asentí mientras salía de mi casa, iría a andar en bicicleta.
Lo que restaba de la semana me la pase con Olivia, con Emily sólo nos saludabamos en la escuela, me sentia un poco mal por haber estado ignorandola, aunque no fue ignorada completamente, sólo evitaba sus salidas.
Sólo quería aclarar mis pensamientos, aunque no se si sirvió de mucho.
Salude a la Señora Rudd, como acostumbro la mayoría de las mañanas.
–¡Sawyer, espera!– una voz se hizo presente atrás de mi.
–¿Emily, no es muy temprano?– pregunté, ella negó.
–¿Puedo ir contigo?...bueno sólo si quieres–
–Claro Emily, está bien– sonreí.
–Genial– sonrió mientras se acomadaba atrás.
–¿No tienes bicicleta?– pregunte burlona.
–La que tengo esta rota, creo que se le poncho una llanta– se encogió de hombros.
Ambas nos miramos, para después empezar a andar en la bicleta por las calles, aún me sentía extraña al estar con ella y se que también ella lo estaba, no teníamos tema de conversación, bueno aún no todavía.
–¿Todo bien?– pregunto desde atrás –Me refiero.. ¿todo bien con nosotras?–
–Claro Emily, todo bien– sonreí, nos miramos pero ahora con una mirada extraña, no la descifraba en ella.
–Últimamente me has evitado–
Ambas seguíamos sin hablar, aunque ahora cambio bruscamente, con un silencio incómodo.
Así que decidi responderle.
–No es eso Emily, sólo que he estado ocupada–
–¿Ocupada?– preguntó, asentí –Espera detente– dijo para después detenerme.
–¿Por qué me detengo?...¿te sientes bien?– pregunté.