Frida Zeigler«Frío»
Uno destructivo, poderoso e implacable. Era lo único que podía sentir en aquellos instantes.
Me encontraba desde hace aproximadamente media hora en la misma posición. Sentada en medio de la bañera llena de agua, que en su momento estuvo tibia ahora estaba tan helada que apenas podía sentir los dedos de los pies, soltando un suspiro, me rodeé con mis brazos. Sintiendo una fuerte opresión en la parte más profunda de mi pecho.
Sin darme cuenta, de cierta manera lo que estaba a mi alrededor me llevaba a rememorar aquel terrible momento, el frío que en conjunto con la lluvia hacía más desesperante la situación y la desoladora desesperación que asolaba mi alma. Todo tan diferente y similar a mi situación ahora en cuanto a mi perspectiva respecta, la muerte respirando, en mi nuca aquella vez por azares del destino, está vez, por parte de mi propia mano.
Sin evitarlo una lágrima corrió por mi rostro. Y con impotencia grité, haciendo ardes mis cuerdas vocales.
Esta situación volvía a recaer sobre mi con demasiada fuerza. Más de la que podía manejar.
Sin trabajo.
Sin mis amigos.
Sin mi madre.
Sin él.
Y sin ti...
«Ya no puedo más» Pensé, vencida por mi situación. Y así, sin más dejé caer todas las lágrimas que me había guardado hasta el momento, mi pecho se empezó a sacudir con violencia con cada sollozo, al compás del H2O que mis ojos expulsaban.
El paso del tiempo fue absorbente, muy veloz y desmedido, no sé si pasaron minutos o horas todo eso hasta que me calme. Después de eso, me centré mi atención en un objeto que hasta hacía unos días se había convertido en constante tentación, un pote rebosante de medicamento, que cada vez que entraba al baño me llamaba a grandes gritos: ¡Frida! ¡tómame! ¿¡Tómame!?
Cada vez que oía ese silente grito en mi mente me preguntaba: ¿Esto ayudará a que mi ciclo de sufrimiento terminé? Ella, la antigua fuente de mi motivación ¿Estaría de acuerdo con eso?
Sentada, seguí observando aquel frasco, preguntándome :¿Lo tomó? ¿O no lo tomó? ¿Lo hago, o no?.
Tómame . Ese susurro silente aún estaba presente en mi mente , así que, aun absorta en el frasco, me puse de pie y salí de la bañera, mojando parte del suelo a mi paso, para luego tomar una toalla, cubriéndome .
Sí de verdad haré esto al menos quiero guardar un poco de mi dignidad y no quiero que el casero me encuentre desnuda. ¡Eso nunca!
Nunca en mi vida había contemplado hacer esto, quitarme la vida, Dios, perdóname, dicen que les das luchas más difíciles a tus mejores guerreros. Pero está batalla, éste vacío me sobrepasa.
Temblando, agarré el frasco, lo destape y miré las blancas, pequeñas y ovaladas pastillas que estaban aguardando a viajar por mi garganta.
-¿De verdad haré esto?- me cuestioné. -¿Le pondré fin a éste sufrimiento?.
Una vez hecha mi pregunta. Exhale, temblorosa y envalentonada acerque el frasco a mis labios. El frío del plástico entro en contacto con resecos labios y el olor del medicamento hizo lo mismo con mis vías nasales.
-Ella no hubiera querido esto. - susurré para mí. Y dudando tomé la oportunidad de huir de ahí, de mi misma, de mis tormentos y en un instante me deshice del frasco. Y más rápido que un misil salí del baño, sin mirar atrás.
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TITANIUM
Genç KurguTitanio. Un elemento de la tabla periódica muy particular, difícil de someter a procesos de metalurgia, en ocasiones muy poco flexible. Existen relaciones similares al titanio, difíciles de romper, moldear y reconstruir , nuestros protagonistas tien...