FridaEl inmenso techo sobre mí, las cálidas luces en cada esquina del salón y el frescor del recién salido invierno hacen de esta una noche agradable. La música clásica que llena cada rincón del salón, ambientando con gran facilidad las innumerables conversaciones a largo del mismo, las cuales son adornadas por copas de champan y una alta variedad de platos costosos.
Una vez salgo de mi breve observación, camino a lo largo del lugar con una bandeja de copas de champan en mis manos ofreciendo mi mejor mueca de amabilidad, mientras que algunos asistentes toman copas de champan de mi bandeja ofreciéndome una exuberante sonrisa, otros simplemente me ignoran con relativa naturalidad. Una vez todas las copas de champan se me agotan, voy a reabastecerme al mini bar del salón, lugar en donde se encuentra Cyrus, el único compañero y amigo que soporta mi mala leche.
Mientras me acerco puedo observar como Cyrus, mira hacia los lados como niño a punto de hacer una travesura , para muy disimuladamente se tomar un shot de tequila y engullirlo a la velocidad de la luz.
-No sabia que te pagaran por beber tequila – dije situándome a su lado.
Cyrus, muy asustado, dio un pequeño respingón y se llevo una mano al pecho de manera dramática, girándose en mi dirección, para después transformar su antigua mueca de susto por un profundo ceño fruncido.
-Y yo no sabia que te pagaran por asustar a tus amigos -me replico con mala cara.
-Lamentablemente no -suspire-, pero las caras de susto son toda la paga que necesito.
-Pesada – murmuro.
-Borracho – le replique con mi certificada sonrisa hipócrita.
-Sabes por tener esa personalidad tan agradable es que no… -empezó, pero una voz muy familiar nos interrumpió.
-¡Ustedes dos!
Una vez oímos la voz de nuestra jefa vimos como se acercaba a nosotros con la clara intención de darnos una regañina. Pero mientras venia hacia nosotros vi como el infante en cuerpo de hombre joven analizaba rápidamente a nuestra jefa, claro, con un gran atisbo de interés, sin resultar obvio o lascivo. Y se preguntaran ¿Cómo lo se? Simplemente lo conozco bien.
–Cyrus, Frida – dijo de manera cansina – Necesito que se dejen de sus usuales riñas para luego y que muevan sus traseros, la recepción apenas va a la mitad. Tenemos mucho por hacer.
Magdiel Carrascos nuestra joven jefa de 28 años, una colérica con hambre de éxito, además de ser una muy buena persona y una emprendedora sagaz que tiene uno de los mejores servicios de catering de Madrid.
-Mas les vale ponerse a trabajar par de vagos, de lo contrario lavaran todos los trastes de esta noche- nos amenazo arrugando su respingada nariz.
-¡Si señora!- exclamo Cyrus, mientras tanto ,yo me limite a asentir seriamente con la cabeza.
Al ver nuestra afirmativa Magdiel se fue por el mismo lugar por donde había venido y con ella fuera de nuestra vista, Cyrus justo a mi lado, soltó una bocanada de aire.
-Para la próxima disimula un poco mas- le moleste pinchándole un brazo.
–¡Cállate! -me ordena, como niñato de 11 años.
-Eres consciente de que un poco mas y se te cae la baba con solo verla -Le enarque una ceja.
-¿Y tu eres consciente de que tenemos que trabajar? – desvió el tema con una pregunta, retomando su trabajo como barman.
-Ujum – farfulle tomando otra bandeja llena de copas.
De inmediato retome mi tarea y seguí repartiendo copas con sencillez, gran parte de la recepción siguió igual para mi hasta que un idiota no se fijo a la hora de darse vuelta y me hizo derramar sobre mi misma las dos ultimas copas de champan que me quedaban. Para mi suerte la copas no cayeron al suelo evitándome un problema mas grande que un uniforme sucio. Pero aun asi puse mi mejor cara de culo al sentir como el espumante se ponía pegajoso entre mi piel y el uniforme.
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TITANIUM
Teen FictionTitanio. Un elemento de la tabla periódica muy particular, difícil de someter a procesos de metalurgia, en ocasiones muy poco flexible. Existen relaciones similares al titanio, difíciles de romper, moldear y reconstruir , nuestros protagonistas tien...