Frida
Todavía puedo recordar cuando estaba con Efrén, cuando estaba con él sentía que podía hacerlo todo, darlo todo, me sentía segura, me sentía fuerte e insuperable. Supongo que así es la primera vez que te enamoras. Para mí, el amor es como cuando dos metales se unen, porque, una vez que los separas no vuelven a ser iguales, se queda una parte adherida a tu ser. Y no importa cuán corrosiva o oxidada llegue a estar esa parte, se mantiene ahí, dentro de ti.
Yo ardía entre sus manos, hasta que mi fuego se apagó por la espesura de su maldad, de su frialdad. Y de mí solo quedaron cenizas.
Aún lo recuerdo como si fuera ayer, sus hermosos ojos avellana grabados en mi mirada, su escueta sonrisa, los lunares que cubrían su cuello, su espeso cabello color miel, su rostro, sus manos cálidas sobre las mías, sus besos fugaces y juguetones. El me envenenó de la manera más dulce, me dio plomo disfrazado de amor y arsénico decorado con placer.
Me mató lentamente. Dejó una sombra de lo que alguna vez fui y no volvería a ser, hizo de mí una persona que no podía esperar nada de los demás, alguien que no quería esperar nada de los demás.
Estaba en la cafetería como de costumbre en mi jornada de trabajo, había pasado un tiempo desde que Michael había empezado a venir a la cafetería, él desaparecía unos cuántos días y volvía a aparecer con todas las intenciones de conquistarme. También cabe recalcar que él y Cyrus coinciden de forma milagrosa, así que tengo que soportar a dos mocosos con cuerpos de jóvenes adultos.
Eso se había vuelto como una clase de dinámica para él o tal vez para ambos, yo siempre mantenía mi cara de seriedad y buscaba darle una negativa a cada una de sus insinuaciones para salir juntos. Y aunque aún seguía dándome curiosidad lo que había detrás de esa sonrisa tan bien ensayada, tan similar a la de aquel gato azul de Alicia en el país de las maravillas.
Con todo eso no me atrevía a saciar mi curiosidad, ya que la curiosidad es peligrosa, más para una persona como yo cuyo objetivo era mantenerse lejos de la gente. Aparentemente había fracasado con Cyrus, pero con Michael no estaba segura, aún quedaba la oportunidad de alejarle.
Mientras seguía trabajando de forma monótona, un movimiento por el rabillo de mi ojo captó mi atención, había humo al frente de la cafetería y quién lo producía estaba recostado de cerca de una de los ventanales de la cafetería , tuve la sensación de que era alguien que hace algunos días había desaparecido y le había dado ganas de volver a aparecer. Desde mí posición solo se podía apreciar una chaqueta de marca.
Una vez fui al exterior de la cafetería, él estaba ahí, tenía una chaqueta añil, un pantalón beige y unas vans blancas.
El resplandor del sol de Barcelona que posaba sobre su cabello castaño oscuro, la posición en la que Michael se encontraba le daba el aspecto de un chico malo, aunque fuera todo lo contrario o al menos eso era lo que sabía él, de manera distraída le dio una calada al puro que tenía entre sus dedos y luego expulsó todo el humo que circulaba a través de sus pulmones.
¿Qué lo estará atormentando para que se ponga como chimenea?
¿No sé supone que no quieres saber nada de él?
No quiero saber absolutamente nada. Le digo a mi conciencia.
Sí ,como no.
Cuando se percato de mi presencia giró su rostro hacia mí y me regaló una sonrisa perezosa.
-Frida -saludo saboreando mi nombre en su paladar.
Le respondí el saludo con un asentimiento de cabeza y volví hacia la cafetería y de inmediato pude sentir los pasos de Michael detrás de mí.
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TITANIUM
Teen FictionTitanio. Un elemento de la tabla periódica muy particular, difícil de someter a procesos de metalurgia, en ocasiones muy poco flexible. Existen relaciones similares al titanio, difíciles de romper, moldear y reconstruir , nuestros protagonistas tien...