TITANIUM

Capítulo 8

Frida

Habían pasado varios días desde la salida con Michael y los chicos. Desde entonces, él no ha vuelto a poner un pie en la cafetería, cosa que no me sorprende, ya que es costumbre que aparezca y desaparezca.

Él es un enigma para mí ¿Por qué demonios no ha huido de mí después de ser tan borde? ¿Qué hay realmente detrás de todo lo que deja ver? ¿Por qué aparece con intenciones de coquetear y luego se va por días?

Esas preguntas caen como bombas en mi cabeza, me molesta el hecho de que tenga esa influencia sobre mí, esa capacidad de dejarme pensando en su persona. Hace mucho tiempo nadie había conseguido dejarme así. Se supone que nadie debe dejarme de está manera.

Por eso déjenme adelantarles que estoy de mal humor.

¿Cuándo no?

¡Cállate conciencia!

Todo mi día ha consistido en atender a los clientes de la cafetería sin mostrarle mi mejor cara de culo. Me limito a ser educada y amable de la manera mínimamente aceptable por la sociedad.

Una vez que he terminado mi turno, me cambio de ropa para ir a la universidad ya que tengo dos clases que tomar y buscar un material de estudio en la biblioteca.

****
Estoy en la universidad, ya todas mis clases han terminado, pero estoy en la solitaria biblioteca de la AUB, tomando prestado un libro que necesito.

Fundamentos de la química, escrito por Raymond Chang, un clásico de la ingeniería química, que me alegro de tener entre mis manos, ya que lo necesito con urgencia.

Me muevo entre los estantes de la biblioteca a paso lento, cuando de repente escucho jadeos.

Mi expresión ahora mismo debe ser un poema, no me esperaba que un lugar como este sea usado de está manera. Y aunque me encantaría ir a regañar a ese par de indecentes que están comiéndose en medio de un área de estudio, elijo pasar de ello.

Sigo caminando, incómoda, ya que el sonido de sus pesadas exhalaciones se hace cada vez más fuerte. Y aunque quisiera cambiar de rumbo, no puedo, ya que el material que estaba buscando quedaba en un pasillo sin salida, así que me veo obligada a continuar con el mismo camino.

Sin ganas de seguir escuchando el acto aceleró el paso, hasta que una mata de cabello rubio miel entra en mi campo de visión, a través de unos de los espacios vacíos de los estantes, cosa que no me puede interesar menos, pero todo cambia cuando oigo la voz de Lea.

-Debemos irnos- susurra, temerosa- ella podría estar por ahí.

¿Ella?Quiero saber de quién se trata.

Tal vez juntarte con Cyrus te ha vuelto más metiche.

Pero tengo algo en claro esto no es de mi incumbencia, así que dejando mi curiosidad a un lado, reanudo mi caminata, tratando de no ser inoportuna y salir de ahí sin que perciban mi presencia.

Pero ese plan se va por el caño cuando la muy familiar voz del chico resuena entre los estantes.

-Y eso lo hace más divertido- dice Efrén con burla- tal y como lo hacíamos en nuestra antigua universidad. Sin que Frida se diera cuenta.

Expone burlón. Y me imagino la cara que mi antigua amiga debe tener porque su actual amante le pregunta:

- No me digas que quieres mantener intacta la poca dignidad que te queda- pide.

-Si, quiero mantener la poca dignidad que me queda- afirma ella- bastante tuve que soportar cuándo se enteraron de nuestra relación en nuestra antigua universidad.