La mujer que domina mis sentidos

Capitulo 11

Pasados varios días desde que Candy había iniciado su labor como enfermera, la Tia Elroy se encontraba un poco molesta con la atolondrada ya que no tenía el mismo tiempo que antes para sus demandantes clases.
A diferencia de Candy se encontraba feliz ejerciendo lo que más amaba, era un nuevo día para servir al prójimo tal y como sus madres le habían inculcado. Bajaba de su habitación ya  se estaba haciendo un hábito después del desayuno en familia, Albert pasaba dejándola por el hospital, algunas veces regresaban juntos todo dependiendo del la agenda del patriarca de Clan. (Ayyyy yo mío dependía del bombón sigo).

-Buenos días- Candy saludó con su acostumbrada sonrisa mientras los caballeros se colocaban en pie dando los buenos días.
Obviamente la tía no estaba nada contenta de verla con el uniforme de enfermera.
Los chicos al verla llegar tan feliz supieron que la Candy de antaño se encontraba de regreso, se sintieron dichosos, amaban a Candy la chica rebelde que luchaba por sus convicciones.

-Valla Gatita con esa sonrisa hasta siento envidia de los enfermos que atenderás hoy.

-Cierto Archie, creo que tendré que inventar algo para ir al hospital y ser atendido por la enfermera de sonrisa dulce-

Stear le sonreía mientras Archie  veían la felicidad de la traviesa Candy.

- Candice deberías de considerar el irnos a Lakewood, ser enfermera no te ayuda en nada es una locura. una Andrew trabajando!.,. , tú no tienes necesidad hija.

-Tia por favor ya hablamos de eso.- Albert siempre soportaba a Candy en sus decisiones sabiendo que la tía se encontraba de muy mal humor (😒) 
Para la tía esa decisión no ayudaba en nada a Candice, era un desperdicio de tiempo, no había avanzando a pulir la dama con su nuevo estatus social.
Terminaron de desayunar en paz aunque  la tía  daba a conocer su desaprobación matinal.

- Nos vamos princesa, tengo una junta  a primera hora-  Albert se levantó  de la mesa ya que todos había finalizado sus sacrosanto desayuno.

-Si,  Albert! -  Candy se puso en pie casi saltando de su silla.

-WILLIAM!!!!! Candice... WILLIAN.... !!!
Esta atolondrada Salvaje con su regreso de enfermera me va a matar. —Pensó la Tía—

-Lo siento tía,  haciendo una pequeña reverencia se despidió de la anciana sabiendo que en cualquier momento la  podía convertir en carne molida.( ayyyy yo mío)
En camino al hospital Candy  junto a Albert solos  aspiraban su amor.
-Te extraño princesa, que te parece si nos vemos un momento a la hora de nuestro almuerzo
-Si, si Albert, deseó tanto estar un momento a solas contigo ( ay yo mío ¡Candy!)
Albert se sintió alagado por el, en ese mismo instante dejaría todo y haría acto de desaparición con ella, pero tenia obligaciones agendas para ese día, así que  conformarse con un momento en horas de su Almuerzo era todo lo que podía hacer.
Llegaron al hospital donde Albert fue el primero en descender del auto como todo un caballero abriendo la puerta a su amada Candy.
-No quiero separarme de ti, susurro a su oído dándole un beso

-¡Príncipe! Dijo Candy en voz baja cerrando sus ojos, ella también anhelaba estar con el como hacía unas semanas atrás. no se habían vuelto a repetir ese encuentro tan, tan yamyyyy (🙈)

Albert le sonrió dándole un  beso en los labios despidiéndose de ella.
-Nos vemos a la hora del almuerzo -