Capituló 15

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- Albert! Me sorprendes con tú astucia de detective, mientras estuve en el ejército recibimos algo de entrenamiento, presiento que tú también recibisteis esos adiestramiento— dijo Stear observando la exactitud con la que Albert daba con cada movimiento.
-Me creerías si te digo que aunque no me gusto pasar y ver parte de esa Guerra también formé parte de ella.

-Señor! Ahí está la casa! —.El chofer y los policías que los acompañaban se unieron viendo a lo lejos una casa grande que aparentemente estaba abandonada.
Este es es lugar dijo Albert observando en la lejanía dos automóviles Negros con las descripciones que les habían dado.

-Debemos acercarnos con mucha cautela, primero debemos saber cuántos hombres hay disponibles al servicio de Cummins.

Albert se veía como león a punto de atacar a su presa
Se fueron acercando con cuidado llevándose la sorpresa que no solo la casa aparentaba estar sola, si no también todo el lugar junto con los coches estaban al abandonó, no muy lejos de ahí se veía otra casa de en la misma condición de descuido, llamando la atención del bombón perdón de Albert.
Cerca de los autos negros comenzaron a ver movimientos de dos jóvenes completando así el cuadro de los dos secuestradores de Candy

-Sin dudas estamos el el lugar correcto Stear— Stear asistió con un movimiento de su cabeza.

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-Suélteme ! Esta loco, ya le dije que no me toque!
Candy ya se encontraba desesperada el viejo Cummins la había trasladado a una casa más desolada que la anterior, el olor a moho en esa casa era enfermiza como el mismo viejo sucio.

-Maldito  William cree que nos va a encontrar, y si así fuera prefiero verte muerta y a él revolcándose en tu tumba.

-Es usted un malvado, por que nos hace esto! ¿Que le hizo Albert? ¿Por que atacó el hogar de Pony?
Usted está vacío eso le da a su hija!

-No la menciones gata salvaje —El hombre se abalanzó sobré Candy furioso— Mi hija se merece todo lo que ella desee, tú eres una huérfana hija de saber quien! Una meretriz me vas hacer sentir vivo; vas a saber lo que es un hombre ardiente! —.Cummins llamó a Roberto.

-Roberto, trae lo que te encargué

el hombre traía consigo una jeringa en su mano
Los ojos de Candy se abrieron de horror.

-Ahora si Ángel felino, me encantan tus ojos... seguro tienes más a mostrar! Roberto! Enciende las velas, después que yo acabé, tú podrías probar también jajajajaja

Roberto se apresuró a encender las velas. Mientras Cummins no quitaba la mirada ardiente en Candy. —Ven aquí ! —. Dijo mientras la sujetaba rompiendo parte de sus ropas la pobre Candy parecía gallina a punto de ser desplumada.
(😱 santa reencarnación)

-ahhh esto, así te había soñado...!

-Noooo déjeme ir por favor deme mis ropas ! —. Candy lloraba sintiéndose desdichada Cummins se quitaba sus  ropas de igual manera deseando a Candy desenfrenadamente

 Candy lloraba sintiéndose desdichada  Cummins se quitaba sus  ropas de igual manera deseando a Candy desenfrenadamente

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La mujer que domina mis sentidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora