🐰✨
Youngjo salió corriendo al baño desde el momento en que el timbre sonó, su vejiga estaba llena y ya no aguantaba las ganas de orinar.
Llegó al baño y entró a uno, bajando su pantalón para sentirse como si estuviese vivo de nuevo.
—Dios, sentía que iba a reventar—Rió después de su propio comentario.
Cuando terminó de hacer sus necesidades y se lavaba las manos, escuchó unos sollozos provinientes de un cubículo a su lado. Tocó la puerta de manera suave, pero nadie respondió.
—¿E-Estás bien?
Nadie respondió, al contrario, los sollozos incrementaron con la simple pregunta. Youngjo era muy sensible y empático cuando escuchaba cómo alguien lloraba, sin importar si esa persona fuese cercana a él o no.
—Oye, ¿estás bien?—Volvió a preguntar.
—N-No.
—¿Puedo hacer algo por ti?
—V-Vete y d-déjame solo...Te puedo ensuciar—Yougjo logró identificar la voz, era su compañero de clases, Yeo Hwanwoong.
—¿Q-Quieres que llame a tu madre?—Los sollozos se hicieron mucho más fuertes que antes.
—N-Nadie debe saber, e-es un s-secreto.
—Por favor, sal de allí. No puedo dejarte aquí—Youngjo intentó abrir la puerta, pero esta fue forzada con brusquedad.
—¡No!—Soltó el menor de ambos con la voz rota—S-Solo váyase Hyung. N-No quiero ver a n-nadie.
—A pesar de no ser amigos, puedes contar conmigo, Hwanwoong.
—¿A-Aunque e-esté sucio?—El corazón de Youngjo se estrujó al escuchar tan vulnerable al más pequeño.
¿Quién le podría hacer tanto daño a ese niño tan tierno?
—No te haré daño, Hwanwoong.
La cabeza del chico reventó ante un asqueroso y horrible recuerdo, palabras como "No te dolerá" por parte de su padrastro, lo hicieron temblar en su lugar.
De la nada sintió como si agarraran fuertemente de sus muñecas.
—V-Vete—Murmuró con miedo, sintiendo sus labios temblar—No quiero, no quiero...N-No quiero— Hwanwoong apretó sus ojitos, tratando de parar sus lágrimas, abrazándose a sí mismo mientras se hacía un ovillo dentro del cubículo.
El mayor asintió, tomando un poco de papel para secar sus húmedas manos y luego saliendo del baño.
¿Qué podría haber pasado con ese chico?
Había ingresado al salón con aquellas dudas en su cabeza. Tomó asiento y comenzó a copiar lo del pizarrón, sin embargo, su mirada se desvió hacia Hwanwoong, quién yacía en la puerta del salón con su mirada cristalizada, pidiendo permiso para entrar.
—¿Estás bien, cariño?—Le preguntó la maestra al menor, quién solo asintió y se alejó de la mujer cuando trató de acercarse.
Youngjo siguió con la mirada al más bajo, quien llegó a su asiento de manera temblorosa y empezó a copiar como el resto, subió el gorro del uniforme y escondió su rostro con ambas manos.
El mayor se le quedó viendo unos minutos, cuando el más bajo lo volteó a ver, cruzando miradas, pero pudiendo notar el sonrojo en las mejillas contrarias. El chico de ojos gatunos debió desviar la mirada, decidiendo si era bueno o no acercarse a Hwanwoong y descubrir qué era lo que le pasaba, para poder ayudarlo.
Recordó que el menor siempre estaba solo en la hora del almuerzo, con sus audífonos puestos. Al mismo tiempo, recordó que hace años lo vió en las mismas circunstancias, llorando, apartado del resto del alumnado, pero en aquel entonces simplemente creyó que se había cortado o peleado con un amigo.
—¿Acaso le caigo mal?—Se preguntó para si mismo el mayor de ambos. Había tratado de prestar atención a la clase, pero su mente estaba enfocada en cómo podría ayudar al lindo chico que tenía prácticamente a unos centímetros de distancia—¿Y si tal vez me tiene miedo?—Younjo hizo un mohín, él no era para nada intimidante o al menos lo que él pensaba, mucho menos pensaba que era intimidante con alguien como Hwanwoong.
—¿Estás bien, hyung?—Preguntó Seoho. El rubio era su mejor amigo, era quien se sentaba a su lado—Te ves tenso—El mayor asintió.
—Tengo cosas en mente—Respondió, mordiendo su lápiz. Seoho solo volteó y continuó con su trabajo, hasta que el timbre anunció la hora del almuerzo
—¿Vendrás, Ravn?—Preguntó el chico, recibiendo una negativa de su mayor.
—Ve con los chicos, iré más tarde.
Hwanwoong aún se encontraba en el aula, esperando a que el resto de sus compañeros se fuera para sacar su dinero e ir a la cafetería.
—¿Puedo acompañarte?
El menor dió un salto desde su lugar, alejándose de inmediato y mirando con miedo a Youngjo.
—¿A m-mi?—El chico de ojos gatunos asintió con una linda sonrisa.
—Si, a ti.
Hwanwoong bajó la mirada, sonriendo solamente un poco mientras movía su cabeza de arriba hacia abajo.
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Lentos Brinquitos
FantasyYeo Hwanwoong es un chico que a tan temprana edad desarrolló hafefobia, por lo que tiene un gran miedo a ser tocado por alguien más que no sea él o su propia madre. Kim Youngjo tiene gran curiosidad de saber el por qué su pequeño compañero de clases...