XIII

170 32 0
                                    

🐰✨

Hoy era el primer día de clases después de las largas vacaciones que Hwanwoong y Youngjo habían tenido. Justo ahora caminaban hacia la institución, tomados de la mano, balanceandolas de enfrente hacia atrás y los cumplidos no podían faltar en su rutina.

—¿Dormiste bien, bebé?—Hwanwoong asintió, pegando su cabeza al antebrazo del más alto, quien pellizcó su mejilla.

—Si, ¿y tú, hyung? Anoche me dormí tarde por tu culpa—Hwanwoong frunció el ceño.

—Ah, tu quisiste que viéramos otra película y te fuí a dejar tarde a tu casa—Se defendió mientras apretaba su mano.

—Te perdono solo si me compras una malteada—Youngjo rió y asintió, besando su frente.

—Solo si me das un beso—Hwanwoong se sonrojó.

—¿Un besito de buenos días?

—Un besito de buenos días—Afirmó.

Ambos detuvieron su caminar. Hwanwoong enredó sus brazos sobre el cuello de su novio y miró a Youngjo, tomándose el tiempo de apreciarlo para luego alzarse un poco y unir sus labios, sintiendo las manos de su novio colarse por su cintura, apretándolo entre ellas, moviendo sus labios al ritmo del compás. Sin ser brusco, solo dulce y tierno, probando de su chico y sintiendo todo el amor que sentía por él.

Hwanwoong se separó para tomar oxígeno y sus mejillas no dudaron en sonrojarse. Siempre que Youngjo lo besaba, era fantástico. Lo hacía sentir bien, lo hacía sentir en las nubes y lo mejor, lo hacía sentir amado.

—Mi bebé hermoso—Dijo el más alto, frotando su nariz contra la del menor, quien soltó una leve risa. Una risa completamente enamorada.

Podrían pasar años y su amor por Youngjo sería el mismo, incluso más fuerte.

—Mi hyung lindo.

Ambos tomaron asiento juntos, prestando atención a la clase aunque a veces no tanto. Youngjo siempre le daba besitos desprevenidos y no lo culpaba, él también lo hacía.

—¿Quién quiere pasar a resolver la integral?—Hwanwoong alzó su mano tímidamente y Youngjo sonrió.

Su niño ya no era aquel chico que lloraba en la esquina del salón, ni tampoco aquel que se dejaba golpear, ni humillar. Ahora tenía presencia y aunque amaba a su Hwanwoong de antes, este de ahora era su mejor versión. Su niño había superado su trauma y no podía estar más orgulloso de él.

—Muy bien, señor Yeo. El resultado es correcto.

El profesor le dedicó una sonrisa al menor, quien agachó su rostro avergonzado. Youngjo aplaudió, incitando al resto a que hiciera lo mismo. Hwanwoong regresó a su asiento,siendo recibido por un par de besos.

—Bien hecho, amor.

1:00 pm.

—Mamá, el traje me queda apretado—Hwanwoong se quejaba mientras tiraba un poco su saco.

Su madre estaba midiendo las telas para hacerle un traje. En unas pocas semanas se graduaría y por supuesto iría al baile de graduación, acompañado de su novio, de Youngjo.

—Hijo, aún me falta arreglarlo. Ahorita quedará listo—Hwanwoong asintió, dejándose de quejar.

—¿Ya me lo puedo quitar?—Volvió a preguntar media horas después. La mayor asintió, viendo cómo Hwanwoong se desvestía rápidamente.

—¿Tienes mucha prisa?—El menor asintió.

—Hoy es el cumpleaños de Youngjo, quiero ir a verlo. No quiero desperdiciar ni un minuto—La mayor sonrió, asintiendo.

—Ya lo sabía, ayer le compré un regalo. Lo dejé en la mesa. Llevaselo por mi, cariño. Dile que la pasé bien—Hwanwoong asintió, terminando de vestirse.

—¿Puedo ir, verdad?

—Hwanwoong, ya estás casi en la puerta, hijo—La mayor soltó una carcajada, pero asintió.

—¿Entonces es un si?—La mayor asintió.

—Ve, no llegues tarde y si llegas a quedarte allá, avísame,. ¿Ok?

—Si, mamá. Adiós.

Hwanwoong se despidió de su madre, tomó sus cosas y salió de la casa, viendo cómo Youngjo ya estaba afuera, esperándolo. Corrió hacia él, este lo recibió con los brazos abiertos, besando su cabellera roja.

—Ese rojo te va muy bien.

Hwanwoong ni me prestó atención a su comentario, solo unió sus labios con los de su novio, besándolo tierna y delicadamente. Tomándose el tiempo de besarle con amor, sintiendo aquella cercanía que había extrañado, amaba a Youngjo con toda su alma.

Youngjo hacia lo mismo.

Hwanwoong se separó de su novio con una leve sonrisa y un leve sonrojo.

—Feliz cumpleaños, Ravn—El más alto sonrió, acariciando su mejilla para luego dejar un beso en esta, provocando que Hwanwoong se escondiera en su cuello.

—Gracias amor—Hwanwoong se sonrojó y volvió a besarlo—¿Me extrañaste?

—Te extrañé mucho—Hwanwoong contestó después de que salió de su escondite, Youngjo asintió.

—Yo también, bebé. Teníamos días sin vernos—El menor hizo un puchero.

—Oh, mamá te envió este regalo—Dijo, entregándole una pequeña bolsa azul—Este es el mío—Esta vez le entregó una pequeña cajita.

—No te hubieras molestado, cuando llegues le agradeces de mi parte.

—No es la gran cosa.

—Aún así, muchas gracias, amor.

Youngjo rió, tomando las bolsas con una mano, mientras que con la otra tomaba la manito de Hwanwoong, entrelazándola para comenzar a caminar hacia su casa, viendo  cómo Hwanwoong las balanceaba de un lugar a otro. Su bebé estaba emocionado.

—¿Qué haremos?—Preguntó el menor, mirándolo.

—Ya verás, amor.

—Ya verás, amor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Feliz año nuevo To Moon! 🌙✨♥️🍾

Lentos BrinquitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora