Lentos Brinquitos

VII

🐰✨

Youngjo tomaba la mano de Hwanwoong y acariciaba su torso mientras ambos esperaban su turno para la cita que habían agendado para el menor. Estaban en un psicólogo recomendado por la madre del chico de ojos gatunos.

Youngjo ya no quería seguir viendo a su pequeño sufrir, cuando se quedaba en casa de Hwanwoong, casi todas las veces el menor se despertaba llorando y con mucho miedo. Haciéndose daño en sus muñecas y piernas, quedándose así por unas horas, temblando entre los brazos de su hyung quien le daba mucho cariño y amor, dándole besitos y acariciando su espalda.

—Todo estará bien, amor—Le dijo el mayor al notar al pequeño morder su labio con nervios.

—¿Y si nunca puedo superarlo, R-Ravn?—La voz de Hwanwoong tembló y agachó el rostro, aguantando las ganas de llorar. Youngjo negó y se acercó para besar su mejilla y abrazarlo.

—Lo lograrás—Youngjo levantó el rostro del más bajo y limpió sus lágrimas—Porque yo estaré a tu lado—Hwanwoong hizo un puchero y comenzó a sollozar.

—¿Crees que pueda?—Le preguntó a su mayor con miedo.

—Ey, no. No llores, amor—Youngjo rió con dolor al ver a su pequeño tan frágil—Eres valiente, eso es bueno. Sé que lo lograrás—Hwanwoong asintió, secando sus lagrimas con ayuda de su novio—Ahora, dame una de esad hermosas sonrisas que veo a diario—El menor se sonrojó y sonrió. Mostrando su perfecta dentadura.

—Gracias, Ravn—Youngjo sonrió.

—De nada, amor...Hwanwoong—El menor alzó la mirada—Te amo—Hwanwoong buscó la mano del chico de ojos gatunos y entrelazó sus dedos.

—Yo tambien te amo.

—Estoy muy orgulloso de ti, bebé, muy orgulloso—Youngjo besó su frente con amor.

Durante una noche, Hwanwoong presentó un ataque y Youngjo no se encontraba con él. Estaba rascando sus muñecas, viéndolas tornarse rojizas, abrazando sus rodillas y escondiendo su rostro entre ellas. Llorando al recordar cómo su padrastro le tocaba de manera indebida.

"Hwanwoong, el primer paso para recuperarte sobre tu trauma, es que debes aceptarlo por más doloroso que sea."

Las palabras de su psicóloga sonaron en su cabeza y trató de relajarse, abrazándose a si mismo. Tomó su celular de la mesa y le envió un mensaje a Ravn, aún en medio de sus sollozos. Por una parte, ya no tenía miedo de que alguien lo tocara, si no que recordaba aquellos pequeños y cortos momentos  de su infancia.

Hwanwoong durmió esa noche muy relajado con la voz de Youngjo entonando una dulce melodía y diciendo palabras muy dulces que tocaron su corazón. Durmiendo a los pocos minutos, con una gran sonrisa en sus labios y contento por el gran novio que tenía.