IX

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🐰✨

—¿Quieres jugar?—Hwanwoong negó al escuchar la voz de Minho. En todo lo que estuvo la clase no dejó de molestarlo, haciéndolo sentir incómodo.

—R-Ravn.

Su voz salió muy baja, casi rota. Ocasionando que el mayor no lo escuchara, ya que estaba muy lejos. Sus ojitos comenzaron a lágrimear por la desesperación, queriendo correr hacia los brazos de su mayor.

—¿Vas a llorar, marica?

A Hwanwoong no le importó empujar a Minho cuando la campana sonó, salvándolo. Corrió hacia los brazos de Youngjo, quien lo recibió aturdido por el repentino contacto.

—H-Hyung, é-él m-me tocó—Hwanwoong escondió su rostro en el cuello del más alto, el cual besó su cabeza y acarició su espalda—M-Me tocó, hyung.

Youngjo apretó sus labios y frunció el ceño al ver a Minho reír y salir del lugar.

—Maldito bastardo. Espera a que sea la hora de la salida, bebé. No quiero problemas en la escuela—Hwanwoong asintió y abrazó más al chico de ojos gatunos, sentía de nuevo esa inseguridad—Ahora vamos a quitar sus cochinas cosas de ese lugar. El profesor se puede meter su..—Hwanwoong lo interrumpió con un pequeño y dulce beso en los labios.

—Gracias—Youngjo sonrió y besó su frente.

—¿Quieres que me siente contigo de nuevo, pequeño?—Hwanwoong asintió, viéndolo con un puchero y lágrimas secas que ahora yacían en sus mejillas.

—P-Por favor.

Youngjo rió y mordió una de las mejillas del chico sin fuerza, algo que le pareció tierno y le dió gracia a Hwanwoong.

—El profesor puede irse por mucho a la mierda—Hwanwoong cubrió su boca, haciendo al mayor querer reír por lo lindo que era el menor respecto a las malas palabras—Te amo, pequeño.

Hwanwoong se sonrojó y enrolló sus manitas alrededor del cuello del de ojos gatunos, mientras este se adueñaba de su cintura y juntaba sus labios con los del menor, sintiéndolo mover sus labios y acariciar su nuca con ayuda de sus dedos, jugando con sus mechones de cabello recién teñidos de verde nuevamente.

Hwanwoong amaba a Youngjo,amaba sentirse seguro entre sus brazos, sentirse amado. Separándose con una gran sonrisa en sus labios y sus mejillas rojizas, pegándose en su pecho, escuchado los latidos del mayor.

—Yo también te amo, Ravn.

Youngjo lo abrazó con más fuerza, protegería a su chico con toda sus fuerzas. Lucharía por todo el daño que le hicieron a su pequeño?

Siempre estaría para él.

Siempre.

Durante el descanso, Youngjo tomó las cosas de Minho y las aventó con brusquedad hacia otra parte, colocando las suyas en su lugar.

Hwanwoong se sentó primero, comenzando a comer su típico emparedado y la malteada con el sabor que tanto le gustaba. Youngjo volteó a verlo con una sonrisa, acariciando su mejilla.

—¿Mejor?—Hwanwoong asintió—Hoy mi mamá saldrá del hospital, ¿Quieres ir a recogerla conmigo?

—Si—Hwanwoong le sonrió luego de haber tragado—Me gustaría conocer a mi suegra.

El menor se avergonzó de la palabra, pero Youngjo solamente sintió su pecho calentarse, riendo por lo tierno que era su menor, pasó su brazo por sobre los hombros del chico y volvió a depositarle un beso en la frente.

—Ella te ama, pero no tanto como yo.

Youngjo recogió al menor en su casa para ir a buscar a la madre del mayor. La mujer estaba ansiosa por conocer a su yerno.

Lentos BrinquitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora