14°

698 75 10
                                    

POV Sayaka Igarashi

El hecho de que estuviera atrapada entre la pared y el cuerpo de la presidenta hacía que se me nublaron los sentidos.

Hace minutos me estaba divirtiendo con amigos personas que acababa de conocer.

Estaba disfrutando de nuevas experiencias probando algo totalmente nuevo para mí.

Conociendo a extraños abriéndome más a las personas ¿Por qué estaba en esta situación?

Durante la noche intenté ignorar a Kirari a un que me era difícil quería intentarlo.

No negaba que había instantes en que volteaba a dónde ella estaba y veía que reía junto a Jabami.

A sí que intente quitar todo pensamiento relacionado con ella en el lugar había conocido a una chica teníamos varias cosas en común.

Y era bastante divertida nunca hubiera pensado que podría llegar a convivir a si con alguien extraño.

Y aun que una parte de mi deseaba desde hace mucho estar a si con Kirari otra parte de mi quería salir corriendo.

-Pre...Presiden...- No pude terminar de hablar cuando ella sello nuestros labios.

Sus labios tenían esa textura que muchas veces imaginé eran suaves y adictivos.

Cómo si de una droga se tratara sus labios atraparon los míos en un beso lento en un beso tierno.

Mis piernas temblaban mis manos sudaban, no supe en que momento con su mano libre tomo mi cintura haciendo que nuestros cuerpos se acercarán más.

Mis manos se posaron en sus hombros mientras nuestro beso empezó a tornarse más intento con más necesidad.

La falta de aire hizo que nos separamos, nuestras frentes quedaron juntas.

-¿Nos vamos?- Ella dijo en voz baja.

-Cl...cla...ro- La voz no me salía mi cerebro todavía no procesaba lo que acababa de pasar.

-Espérame afuera- Ella dejó un beso en mi mejilla y se fue.

Toque mis labios dónde anteriormente ella había puesto sus labios.

Salí de aquel pasillo y solo le hice señas a las chicas, pero estaban tan centradas en la conversación que estaban teniendo con los amigos que acababan de hacer que simplemente no me vieron.

Salí fuera del local y le mandé un mensaje a Saotome.

Diciéndole que me había ido por qué me llamaban mis padres menuda mentira.

Hoy en la mañana estaba dolida por Kirari y horas después la estoy esperando afuera.

-¿Lista?- Sentí como ella pasaba su mano por mi cintura.

Asentí mirándola con cierta confusión ella llamo a un taxi y ambas nos subimos.

Le indico una calle al conductor calle que yo no ubicaba.

Ambas íbamos sentadas hombro con hombro su mano estaba en mi pierna daba ligeros apretones a esta y solo podía ver su sonrisa.

El taxi llegó a un pequeño edificio ambas nos bajamos ella pago y cuando el taxi se fue me extendió la mano.

-Vamos- Me sonrió de manera dulce mientras yo tomaba su mano.

Ambas nos adentramos en ese edificio todo estaba ordenado era como una casa de varios pisos.

-¿Qué este lugar?- Pregunté mirando alrededor.

Era algo pequeño y tenía cinco pisos, mire en las paredes y había algunas fotos de las gemelas.

-Era la casa de mis padres- Dijo encogiéndose de hombros.

-Vivian antes acá, pero se largaron Dios sabrá dónde- Dijo riendo.

-Ahora aquí viene Ririka cuando está triste o vengo yo cuando me siento enojada o frustrada y no quiero que me vean a si- Sonrió con algo de melancolía.

-Vaya no cabe duda que no te conozco- Dije negando con la cabeza.

-¿Creías conocerme?- Asentí con algo de vergüenza.

-Que inocente- Ella se acercó poco a poco a mi tenía una sonrisa tranquila en su rostro.

-Vamos- Ella tomo mi mano y subimos por las escaleras hasta el tercer piso.

-¿Gustas algo de tomar?- Me preguntó mientras yo solo veía nuestras manos unidas.

-Estoy bien gracias- Dije con la voz algo baja todavía no creía que esto podría pasando.

Ella abrió la puerta de una habitación y supuse que sin duda era la de ella.

Cuando la habitación fue iluminada pude apreciar una recamara pintada de azul pastel con techo blanco.

Había peces pintados en las paredes algunos cuadros y un caballete.

-¿Pintas?- Pregunté señalando el caballete que se podría apreciar que todavía estaba sucio de pintura.

-Hace mucho que ya no lo hago no tengo una motivación- Dijo ella pasando sus dedos por el objeto.

-¿Motivación? Tu hermana debe motivarte- Ella solo se río.

-Hay Sayaka yo hablo de motivación me refiero a otra cosa no la motivación que me hace tener Ririka- La mire confundida ya que no entendía cuál era la diferencia.

-Te diré que este espacio es el más privado de mi vida- Ella miraba su habitación con algo de nostalgia.

-¿Por qué se fueron de aquí?- Pregunté mientras que ella se sentaba en su cama.

-¿Por qué no?- Ella me miró sonriente.

Nunca la podría entender hace unos segundos su mirada y su sonrisa mostraban nostalgia como si los recuerdos le dolieran.

Y ahora estaba sonriéndome sin ninguna vergüenza.

-Ven- Ella me extendió su mano a lo que yo la tomé.

Me jalo un poco hacia ella haciéndome que quedara sentada en sus piernas.

-Pre...Pre- No podía hablar sentía el rostro rojo lleno de vergüenza.

-No te dije que me llamaras por mi nombre- Dijo casi en un susurro.

Sus labios se paseaban por los míos convirtiendo esto en una tortura.

Sus manos se posaron en mis caderas haciendo que mis brazos se enredaran en su cuello.

Sentí como sus manos apretaban mi cadera su boca estaba ligeramente abierta la pasaba de mis labios a mi cuello.

-Tienes un aroma precioso- Susurro en mi oído.

Su voz era rasposa era lenta mi cuerpo estaba reaccionando a su tacto.

Jamás había sentido esa sensación en mi cuerpo era completamente nueva.

-Entonces Sayaka ¿Te dejaras llevar o pensarás mucho las cosas? - Dijo atrapando mis labios con los suyos en un beso profundo.

No sabía a qué llevaría esto no sabía cómo terminaría está noche, pero ahora no solo mi corazón la deseaba también mi cuerpo la deseaba.





Hola chicos espero que hayan pasado una bonita navidad junto con su familia o seres queridos. 🎄

Nos leemos el miércoles que ahí se viene lo bueno 👀

"𝕃𝕠𝕘𝕚𝕔𝕒 𝔻𝕖𝕝 𝔸𝕞𝕠𝕣" | 𝕂𝕀ℝ𝔸𝕊𝔸𝕐𝔸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora